El día que comimos todos juntos en Varsovia llegamos, un poco por casualidad, a un restaurante llamado Chlopskie Jadlo. No lo sabía entonces, pero resulta que era una franquicia y que lo podéis encontrar en otras ciudades de Polonia. Los más "conocidos" son el de Varsovia y el de Cracovia.
Lo encontramos volviendo de Łazienki Park. Después de andar unos quince minutitos dejando el Parque a vuestra espalda, lo encontraréis en Plac Konstytucji, Warszawa.
Nos lo recomendaron un par de españoles que nos encontramos en la puerta de otro restaurante. Nos dijeron que la comida era buena, el servicio y el ambiente muy agradables y que además era comida típica polaca y tal.
Tenían razón en lo de la comida y lo del ambiente.
Porque es verdad, hay que reconocer que, aunque algo caro para ser Polonia (pero comprensible estando en la capital, en Varsovia), la comida era auténtica polaca y la verdad es que todo lo que pedimos estaba bueno. No recuerdo que nadie se quejara por eso.
Especial éxito tuov el famoso Golonka (que es codillo de cerdo) entre los que se lo pidieron. Los más valientes porque además de caro era un plato bastante generoso, por así decirlo.
Como siempre, antes de ir os recomiendo que repaséis el tema de "Alimentos" en lengua inglesa. Ya que el restaurante es típico polaco, y como tal los nombres de los platos están escritos en polaco, pero tienen su correspondiente traducción al inglés justo debajo. Claro que si tampoco tenéis claro qué significan en inglés podéis vero pidiendo "molleja de grillo verde" creyendo que es un entrecot.
Ahí lo dejo, la recomendación es que repaséis el tema alimentos y estilos de cocinarlos. Rollo: relleno, cocido, hervido, frito, etc. Cómo se escribe todo eso en inglés. Y cómo suelen escribirlo en las cartas. Para saber qué vais a pedir.
Además si lo hacéis tened claro que todos recurrirán a vosotros a la hora de pedir algo en la carta jaja. Os dejo una captura de la carta para que os hagáis una idea más clara de lo que digo:
Y bueno eso, en general la comida genial. Cada plato con un sabor muy auténtico y genuino polaco. El ambiente hay que reconocer que también era muy agradable la verdad. Pensado para familias, ya que tiene decoración y algunas cositas para que los más pequeños no se aburran mientras se pide la comida, pero también para los mayores, con toques de la tradición polaca y algunos objetos que dan un repaso por la cultura polaca colgados de las paredes.
Si no fuera por la jugarreta que nos hicieron con el servicio, le habría dado más estrellas.
Pero no sé si fue mala suerte toparnos con un camarero al que no le gustaban los españoles. O simplemente ese día tenía los cables cruzados o vaya usted a saber.
El caso es que el servicio fue bueno al principio, y conforme avanzó la velada se fue torciendo de mala manera hasta que nos clavaron una pasta desproporcional por el pan, por las bebidas, POR EL SERVICIO.
Ahí se me cayó el culo al suelo. Encima de lo mal que nos había tratado el tipo, sin poner postre a alguna compañera diciendo que la cocina estaba cerrada (cuando el postre era un helado de tarrina).
En fin, el servicio y el precio mal.
La comida y el ambiente, bien.
Si queréis llegar a él y comprobadlo vosotros mismos, igual tenéis más suerte, os toca alguien majo y resulta ser una velada encantadora. Podéis preguntar por el sitio cuando estéis cerca de Śródmieście Południowe.
Ese es el barrio, y como digo una vez ya en la Plac Konstytucji lo veréis sin problemas.
Bon appetit!!