Oki Doki hostel

OKI DOKI HOSTEL (VARSOVIA)

Oki Doki Hostel es un hostal genial para cualquier mochilero (véase, no llevar una gran carga de equipaje, a no ser que estés muy en forma para subir maletas hasta MÍNIMO la tercera planta, donde se sitúa la recepción). Este no es un problema concreto del hostal ya que si vienes a Polonia tienes que tener en cuenta que los ascensores no abundan. Sin embargo, llegar hasta allí no supone un problema porque está bien situado respecto al centro de la ciudad y bien conectado con las estaciones de autobús y tren (vía metro). Eso sí, andaros con ojo porque una vez localicéis la plaza donde está situado, no es muy visible ni tiene indicaciones hasta la puerta (o el menos nosotras no conseguimos verlo).

Este hostal lo habíamos encontrado a través de www.hostelworld.com y ya teníamos la reserva hecha previamente. ¡Menos mal, había muchísima gente! De no ser así nos hubiésemos quedado en algún acogedor y cálido banco de la fría capital de Polonia. Como siempre, al hacer el Check-in te piden un documento de identidad de cada persona y una fianza por la llave, que fue devuelta sin problema. En cuanto llegas, te ponen una especie de pulsera de papel plastificado, al estilo festival de música, y te enseñan todas las instalaciones. La decoración del hostal es muy original y moderna y el trato del personal inmejorable, ya que todos hablaban perfectamente inglés y siempre tenían una sonrisa para ti. Recuerdo en especial una pizarra que había a la entrada con un lema tan positivo como “Hoy en Varsovia está lloviendo pero aquí dentro, en Oki Doki Hostel, siempre habrá un gran sol que ilumine vuestros días”.

Creo que por lo que nos llamó la atención este hostal fue por la foto de perfil que aparecía en la página de internet donde lo buscamos (una habitación con paredes pintadas con cielo azul y nubes), sin olvidar, la gran valoración de los usuarios de la página en todos los apartados, ya sabéis –situación, limpieza, trato del personal, precio, etc-. Aunque nadie rechaza dormir en el cielo, tampoco nos defraudo la idea de volver a nuestra infancia en la que Oliver y Benji entretenían nuestras mañanas, ya que la temática de nuestra habitación fue “Fútbol”. En el suelo había dibujado un campo de fútbol y las paredes y taquillas, si la memoria no me falla, tenían algunos detalles futbolísticos como balones, jugadores, porterías…

Sí, ya voy a lo importante, la red Wifi funcionaba bien y si no llevas tu propio móvil o portátil, hay varios ordenadores disponibles para usar libremente, mientras te tomas un café o té (porque en el hostal tienes la posibilidad de tomarlo durante las 24 horas sin ningún coste añadido). Y, por supuesto, una cocina con todos los utensilios necesarios para abaratar los precios del viaje y poder comer como “en casa”. A sólo dos minutos andando del hostal encuentras un Carrefour Express abierto hasta las 11 de la noche, que nos libró de gastarnos nuestros ahorros en restaurantes.

Que sí, ya voy al tema de los baños… Estaban limpios, nunca saturados y cerca de las habitaciones. Casi siempre que fui, me encontré a la señora de la limpieza dejándolo impecable. Además, para los más vergonzosos, los baños no son mixtos como en otros hostales y las duchas están perfectamente cubiertas para que nadie te vea.

Otra cosa que nos gustó, es que no tuvimos que irnos muy lejos para encontrar diversión. Además de todo el ambiente juvenil e internacional que había, podíamos juntarnos en un bar dentro del propio hostal. Una pequeña taberna en la que ofrecían todo tipo de bebidas y a buen precio. Es más, existían promociones de Happy Hour (20:00-22:00) y la opción de desayunar por muy pocos Zlotys (moneda local).

¿El precio? Pues sinceramente, en Polonia se pueden encontrar sitios más económicos para dormir, pero creo que la relación calidad-precio es muy buena. Nosotras pagamos alrededor de 10 euros noche/persona en habitación para seis ya que nos hicieron un descuento del 5% gracias a la tarjeta ISIC (en caso de querer hacérosla en Polonia pincha aquí:  ). Aunque las hay más baratas si compartes con ocho personas. Al igual que puedes encontrar algo más íntimo por un poquito más.

En resumen, a mis amigas y a mí, nos dejó muy buen sabor de boca y sin dudarlo dos veces repetiremos cuando volvamos a Varsovia. Creo que no es sólo una opinión, porque gracias a las pulseras amarillas que nos dieron, fuimos identificándonos durante el tiempo que duraron con otras personas que se habían alojado allí y todos compartimos la idea de que Oki Doki es una hostal genial.

Si este hostal te interesa, puedes encontrar toda la información en su página oficial: http://okidoki.pl/wp/lang/en/

Nuestra habitación.