Amor eterno por una ciudad eterna

He estado ocho veces en Roma y siempre quiero volver. Siento que si no voy a Roma al menos una vez al año, me falta algo. Es cierto: siempre dejamos una parte de nuestro corazón a donde quiera que vayamos, y siempre queremos volver a los sitios que se quedaron las partes más grandes. Para mí ese lugar no es ni más ni menos que la ciudad eterna: Roma. No importa las veces que vaya, esta ciudad siempre me sorprende. Siempre encuentro nuevos rincones, lugares secretos e incluso si sigo yendo a los mismos lugares, la sensación siempre es la misma. Me siento como en casa allí, y puedo decir que Roma es mi hogar. No creo que tu hogar sea necesariamente el lugar donde naces ni donde pasas la mayor parte de tu vida, sino que el hogar es esa sensación acogedora que tienes cuando están en algún sitio y sientes que ese lugar es tuyo y que es donde perteneces. Así que os voy a enseñar mi hogar y los lugares exactos donde me di cuenta de que Roma iba a ser así de especial.

El monte Pincio

Este es mi rincón favorito del mundo. La primera vez que vine aquí fue en 2013, en diciembre, justo antes de la puesta de sol, y es uno de mis recuerdos más preciados. Es sin duda el lugar más romántico y tranquilo de Roma, las vistas desde allí arriba son increíbles. La forma más fácil de llegar es por las escaleras de la Piazza Flaminio (metro A), al final de la Via del Corso. O incluso mejor, sal desde la Plaza de Venecia, baja por la Via del Corso para hacer unas compras y acabarás en la Piazza Flaminio. A la derecha verás las escaleras que te llevan directamente a la terraza. Es agotador, pero merecerá la pena.

El coliseo

Obviamente te lo veías venir. Este es el monumento más famoso de Roma y uno de los más famosos del mundo. La ciudad siempre está abarrotada de turistas de todo el mundo los 365 días del año, así que es difícil echar una buena foto con el Coliseo de fondo, siempre habrá gente arruinando la foto. Así que os voy a enseñar el sitio perfecto: a la salida del metro hay unas escaleras que te traen a este sitio desde el que tienes la vista perfecta del Coliseo.

¿Parece de ensueño, verdad?

Plaza de España

Caminar recto por aquí es probablemente una de las misiones más difíciles del planeta, siempre está lleno de gente. Pero es un lugar precioso todos los días del año.

El Panteón

Este es uno de mis zonas favoritas para ir de noche, la ciudad brilla en la oscuridad y los monumentos antiguos parecen más eternos que nunca.

El ojo de la cerradura

Es la cerradura más conocida del mundo, para llegar allí, bájate en la estación de Pirámide y anda un poco. Cuando la encuentres, prepárate antes de mirar por la cerradura, porque es una de las vistas más bonitas del mundo. Cuando miras a través de ella verás la basílica de San Pedro desde una perspectiva única.

Junto a la cerradura encontrarás el Jardín de los Naranjos, otro lugar desde el que tendrás una preciosa vista de la ciudad. Nunca es suficiente para mí, Roma es como un museo al aire libre.

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