El local es un bar austero sin una decoración especial, tiene unos cuadros de diferentes artistas que están a la venta, que recuerde por unos 100-200€. Pero lo increíble del sitio es la comida, tiene una carta cortita pero puedes encontrar un poco de todo... lo mejor, el pedazo de schnitzel que te ponen, bien con pommes o bien con kartoffel (patatas fritas o al montón) para mi, lo mejor al montón. Comen dos personas perfectamente y encima con el precio viene una ensalada con una salsa parecida a la césar riquísima! Vamos que te pones fino y todo eso regado con una Augustiner, después de eso es recomendable irte al Englischer garten a dormir 1-2 horas jaja. También está especial el kasepaste, para los amantes del queso... sin palabras. Tengo que volver a Munich solo para darme un homenaje aquí jeje. Un saludo y espero que lo probéis!
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