La Buvette des Bains

En cuanto llegué a Ginebra mi padre me dijo que antes de irme tenía que probar la tradicional fondue. (Menos mal que no escogí Francia porque entonces me habría hecho comer cabrillas o algo así). Me encanta el concepto de la fondue, sobre todo si es de chocolate, pero aquí, la fondue tradicional es con queso. Si tenía que comer tanto queso del tirón, al menos quería estar segura de que fuera el mejor queso de la ciudad, así que investigué por Internet y pregunté a algunos de mis amigos suizos, y todos coincidían en “La Buvette des Bains”.

El restaurante está ubicado en Les Bains de Paquis y se puede llegar tanto a pie desde el puente del Mont Blanc Bridge y bajando por Quai du Mont-Blanc o cogiendo un mouette (barco taxi) desde Eaux-vives a Paquis y andando unos minutitos.

No es el sitio más bonito, pero como se dice “no se juzga un libro por su portada”. No es la apariencia de un lugar lo que importa sino la calidad de la comida. Al menos eso es lo que he aprendido al estar en Ginebra, los sitios más bonitos son carísimos y no necesariamente ponen comida de la mejor calidad.

La Buvette des Bains tiene una sala más pequeña interior y un área exterior más amplia para cuando no hace mucho frío. Tienen numerosas mesas de madera que compartes con otras personas y en verano, está plagado de gente ya que te puedes sentar y disfrutar de tu comida a la vez que disfrutas del buen tiempo. Si bien, en invierno, por suerte, tienes la opción de meterte dentro al calorcito.

La carta es muy variada ya que puedes ir a todas las horas del día, tienen desayunos, brunch, comida y cena. En verano también está la opción de tomar unas tapas. Su plato más popular es la fondue de queso, seguida de una amplia variedad de ensaladas con un par de opciones de “platos del día” que normalmente incluyen alguna opción vegetariana. No obstante, la mayoría de la gente va simplemente por la fondue, que cuesta 23 CHF por persona. Nosotros compartimos una fondue entre tres, así que te recomiendo compartirla con al menos otras dos personas porque es demasiado queso para una sola persona. La fondue se sirve en un plato de metal caliente con una vela debajo para que el queso se quede derretido y con pan blanco mullidito que pinchas con un tenedor y metes dentro de la fondue.

Tuvimos un incidente bastante cómico cuando fuimos. Resulta que había un hombre medio mayor sentado al lado nuestro y en cuanto vio nuestra fondue nos preguntó que si podía probarla. Eso ya me pareció bastante raro, pero lo que fue peor es que iba a usar el tenedor sucio con el que estaba comiendo. Mi madre lo paró y le dijo que fuera a coger un tenedor limpio y luego le dejamos probar un poco de nuestra fondue.

En cualquier caso, la fondue nos dejó llenos y satisfechos, y pese a que el queso nunca ha sido plato de mi gusto, debo reconocer que estaba muy rico. Lo mejor es que el restaurante está ubicado al lado de uno de los puentes más conocidos de Ginebra y por eso, si hace buen día, puedes ir y sentarte en la arena a apreciar la belleza de los alrededores.

Si planeas venir aquí a probar la fondue, yo intentaría reservar una mesa: Buvette des Bains

No se aceptan tarjetas de crédito.