¿Sabes todos esos sitios por los que pasas, miras la vidriera y sueñas con ir allí pero nunca encuentras el tiempo para parar e ir? Pues eso es lo que pasaba con este sitio. Siempre me llamaba la atención con sus con sus preciosas tartas y pastelitos en el mostrador, pero nunca tenía tiempo para parar, sentarme y descubrirlo, hasta que mi primo vino a visitarme a Ginebra y pensé que por fin era la hora de probar estos deliciosos pastelitos del cielo.
Solo hay un “Aux merveilleux de Fred” y está situado en el Planpalais Genève. La historia detrás de esta cafetería está llena de intriga y le añade un toque muy especial al sitio. Todo empezó con Frédéric Vaucamps, nacido en Francia. Siempre le había fascinado el mundo de la repostería y por ello, a sus 14 años se hizo aprendiz de pastelero. Su determinación, fortuna y fracasos, experimentos y éxitos convirtieron su pasión en su realización profesional. Abrió su primera exitosa pastelería tradicional en 1982, cuando creó una versión más ligera y creativa de sus “Merveilleux”, y esta exquisitez tradicional se volvió muy famosa. Añadió el Cramiques a sus creaciones, que son brioches con pepitas de chocolate o azúcar o pasas.
¿Qué son en realidad los “Merveilleux”?
Tradicionalmente eran merengues cubiertos de crema de chocolate batida cubierta de virutas de chocolate negro. El secreto de esta hermosa creación es el merengue que se derrite en el paladar.
¿Lo sabías?
Los merengues cubiertos de crema batida son una receta tradicional del norte de Francia y de Flanders. Con el tiempo esta exquisitez fue desapareciendo pero Frédéric los trajo de vuelta.
Fuente
Ahora hay seis sabores:
El Incroyable: merengue, crema batida de galletas spéculoos con virutas de chocolate blanco.
El Impensable: merengue, crema batida de café con merengue de café cristalizado.
El Merveilleux: como hemos mencionado antes, es un merengue cubierto de crema batida de chocolate con virutas de chocolate negro.
El Magnifique: merengue, crema batida de praliné cubierta con virutas de almendras y avellanas caramelizadas.
El Sans-Culotte: merengue, crema batida de caramelo cubierta de merengue cristalizado
El Excentrique: merengue, crema batida de cerezas cubierta con merengue de cerezas cristalizado.
La cafetería se divide en dos, por un lado está lo que es la zona de cafetería y por el otro la pastelería a la que vas y compras los pasteles. Nos sentamos fuera porque hacía muy buen tiempo y vimos en la carta una oferta muy tentadora, café con tres mini Merveilleux, así que pedimos y esperamos a que nos trajeran esta delicia. Cuando llegó, juro que parecían sacados de una foto de Instagram, ¡eran tan bonitos que daba pena hasta comérselos!
Yo elegí el Incroyable, el Merveilleux y el Magnifique. Cuando digo que se te derriten en la boca me refiero de verdad a que se derriten en el paladar. Estaban riquísimos, eran como adictivos. Nunca he sido muy fan del merengue pero esto parecía que no era de este mundo.
Volví otra vez por los Cramiques y elegí el de pasas. También están buenísimos, ¡muy sabrosos! Es más que una elección de desayuno, desde luego una nota de 10 sobre 10.