Memorias de un viaje de mochileros IV
Y aquí comienza la última parte de nuestro viaje!
El 11 de Julio (a día 16 de viaje) salimos por la mañana con el jeep del tour a las 11:00. Estaba programada la salida para las 10h pero nuestro conductor estaba borracho así que tuvieron que llamar a otro...
Seguro que conocéis el videoclip de Naughty Boy "La La La", ¿no?, pues ahí aparecen sitios que hemos visitado como la ciudad de Uyuni, el cementerio de trenes, o el inmenso Salar.
La imagen que deja el Cementerio de Trenes Cementerio de Trenes es impactante (ya lo es el propio nombre): llegar al medio de la nada y ver las vías y los trenes completamente aisladas y abandonadas a la intemperie. Intentando buscarle un sentido, el conductor hace de guía y nos pone un poco en situación: fueron importadas en 1890 pues Uyuni era un intercambiador de trenes importante, por su ubicación a la frontera con Chile, y vecindad con las minas de Potosí; transportaba minerales y oro principalmente de Potosí hacia Chile y Argentina. Con las crisis en la industria minera y la mala relación con Chile (debido a la pérdida de la costa boliviana en la guerra del pacífico como comenté en el primer tomo de la experiencia).
Verdaderamente no tiene más atractivo turístico que el que le dan a la hora de vendértelo como atracción, aprobechando su proximidad al conocido salar. Quizá para los amantes de los trenes o de la fotografía. Sin embargo la imagen que ofrecen como grandes máquinas oxidadas y destartaladas en medio de la nada, es, cuanto menos, bastante curiosa.
ElSalar de Uyuni, no nació siendo una tanque de sal, y es que la extensión que ahora ocupa, pertenecía anteriormente al lago Tauka. Se formó debido a la alternancia de climas húmedos y secos, lo que produjo la reducción del volumen del lago, originando el salar que conocemos hoy en día. Conociendo esto, es más comprensible entender de donde salen esas islas con cactus gigantes que mostraré más tarde.
Si visitas el salar en invierno, en época de lluvia dicen que es increíble ver el contraste del azul intenso del cielo con el blanco brillante del sal. Además, cuando el tiempo está nublado hablan del efecto "White-out", y de como es imposible diferenciar tierra y cielo ya que el horizonte se difumina hasta desaparecer y todo se refleja como vimos antes en las fotografías de la laguna blanca.
Recurro a fotos de internet para que podamos imaginárnoslo:
Cuando entramos en el salar, lo primero que vimos fue como pequeñas perforaciones y es que son zonas reservadas para la extracción de litio y sal, pues no cualquiera puede abastecerse en el salar, ni está permitido hacerlo en cualquier zona del mismo.
Es impactante ir en un jeep a 140 Km/h y no sentir en absoluto la velocidad... y es que con una extensión de 10. 582 Km2 no es para menos (recurro a internet de nuevo para invitaros a que veáis fotos, y conozcáis algunos datos increíbles como que contiene nada más y nada menos que 10 mil millones de toneladas de sal).
Es un desierto de sal inmenso, y es que en algunos puntos puedes dar una vuelta de 360º sobre ti mismo y no ver nada más que el horizonte.Es un sitio muy propicio a hacer fotos graciosas jugando con la perspectiva (aunque si no es con el ángulo adecuado pueden quedar fotos un tanto estúpidas).
A la hora de comer nos llevaron a la Isla de Incahuasi (en quechua: casa del Inca). Puedes quedarte a la entrada pero para conocer la isla debes pagar la entrada de 30 bolivianos (unos 3 euros aprox. ) Merece la pena sobre todo para subir al punto más alto y ver las geniales vistas.
No debe confundirse con la Isla del Pescado, que es también una isla similar en el salar de Uyuni a 22 Km de la Incahuasi, con mucho tirón turístico.
Era hora de comer asíque, aunque la isla ofrece un restaurante para turistas, sacamos la comida del jeep (que estaba incluida en el tour) y comimos en la entrada en una mesa de sal.
Vimos vegetación de todo tipo, y los cactus alcanzaban los 10 m de altura. Caminamos y subimos a la cima, conociendo la isla también por el otro lado.
Además, visitando la isla nos encontramos ¡con un gallego! que llevaba años fuera de casa y vivía viajando por todo el mundo, vendiendo artesanías de cuero y piedras talladas.
Nos pasamos todo el día en el salar hasta que vimos atardecer. Era el último sitio que visitamos con calma, pues a partir de ahora era todo viajar corriendo para volver a casa, sin a penas tiempo para disfrutar del lugar.
Por la tarde, nos dio tiempo a visitar el famoso hotel de sal, pero nos esperábamos algo diferente. Lo que vimos fue una construcción derruída aunque fue curioso ver como todo estaba construido con sal (muros, mesas, esculturas... )
Finalmente los días 12, 13 y 14 de Julio (increíble lo rápido que hemos llegado al día 20 de viaje) los pasamos entre buses y avión y haciendo breves visitas a Sucre, Potosí y Santa Cruz de nuevo, lugares que aunque no han sido destinos decisivos en este viaje, si han dejado huella, debido al contraste que presentan entre sí ciudades de un mismo país.
Salimos de Uyuni hacia Potosí el día 11 por la noche en un bus de la empresa Imperial a 30 bolivianos el billete. Junto con La Paz (más concretamente El Alto de La Paz), es una de las ciudades más altas del mundo, además de haber sido una de las ciudades más importantes del mundo gracias a la explotación de la Plata.
Al llegar a Potosí era ya muy tarde y no teníamos hostel reservado. Nos dedicamos a ir llamando de puerta en puerta hasta que uno nos ofreció una habitación (el precio era de 45bs/persona). Al día siguiente a penas vimos la ciudad, consistió en ir a la estación de bus para conseguir transporte a Sucre, capital constitucional de la paz.
Llegamos a Sucre a las 3 de la tarde y sin salir de la estación de bus, buscamos de nuevo otro para irnos hacia Santa Cruz (desde donde salía nuestro vuelo a casa). QUÉ AGOBIO. En la terminal de Sucre nos pusimos a buscar bus para ir a Santa Cruz cuando ninguna de las empresas tenian plazas libres (ninguna de las 15 que había por lo menos). Empezamos a preguntar ya dispuestos a aceptar cualquier cosa: nos ofrecían plazas en el pasillo, acostados incluso más caras que las plazas en asiento. Finalmente encontramos una compañía que nos cedió un par de asientos (del propio personal de la empresa que iba a hacer ese trayecto diciendo que podían hacerlo otro día, pero eso sí, más caras. El trayecto duraba toda la noche, con solo 2 paradas, a un precio normal de 80 bolivianos y a nosotros nos lo cobraron a 120 cada uno (aunque para nosotros solo supone unos 4 euros más, 40 bolivianos es una cantidad de dinero importante para ellos).
Mucho más aliviados, teníamos unos 40 minutos para comer al lado de la estación con la compañía de un perro recorriendo la mesa y olisqueando nuestros platos.
El 13 de Julio llegamos a Sucre a las 6:00h y no había nada abierto. Nos fuimos a la plaza 25 de Mayo (típico sitio de mercadillos) y allí estuvimos esperando a que abriesen algo. Increible el contraste de esa plaza repecto al resto de la ciudad. Cuando llegamos nos chocó mucho porque la imagen que teníamos de lo que habíamos visto al principio de nuestro viaje, no tenía nada que ver, la plaza era mucho más moderna, con arboledas y muy bien cuidada. Sobre las 9 que abrieron algunos sitios, nos tomamos unos batidos típicos de allí y unos trozos de tarta para desayunar, y despues fuimos a visitar un mercado cerca de la plaza con un montón de puestecillos y diferentes productos.
- DATO:
Para todos aquellos que hagais un viaje con este recorrido, os recomiendo que compreis lo que querais en La Paz. Aunque los productos son muy similares (tanto en Bolivia como en Perú) los precios en la Paz son más bajos, además de que puedes regatear mucho más.
Eso si, antes de irnos al aeropuerto comimos en un ¡Burguer King! A Bolivia también llegan las grandes franquicias...
Después de todo esto, taxi y aeropuerto, llegada a São Paulo y de nuevo avión a Florianópolis.
Si algo me queda claro después de todo es que: se hace más con ganas que con dinero; cambiar tantas veces de moneda es un auténtico fastidio: siempre que tengais posibilidad el dólar americano es la mejor opción ya que es aceptado en la mayoría de países; y finalmente... ¡que hay gallegos por todas partes!
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Comentarios (4 comentarios)
Javi BM hace 10 años
Me imagino que con esas empresas tan "chanchulleras" de transporte, lo de cambiar un billete por si perdíais un transporte, se me antoja imposible no?
Javi BM hace 10 años
http://www.youtube.com/watch?v=3O1_3zBUKM8
Maria Fernandez hace 10 años
Ya en algunos casos teniendo el billete no sabías si ibas a viajar o no... Cambiarlo, ¿Qué es eso? Jajaja
Gerard Feliu hace 10 años
Como antes, genial el final del viaje! Me apunto lo de las fotos garciosas en el salar de Uyuni, jeje, a ver aque se nos acude!