Los mejores lugares para comer y beber en Burdeos: ¡mi top 15!

El verano pasado, estuve un mes trabajando en un hostal en Burdeos y permitidme que os diga, entonces y todas las veces que he vuelto, ¡he ido a todos los bares, cafeterías y restaurantes que mi lamentable presupuesto de estudiante me ha permitido!. Hoy, os voy a hablar sobre algunos de mis lugares favoritos para comer algo y relajarme en la ciudad, así como daros algunas recomendaciones acerca de qué pedir en cada uno. He hecho lo que he podido para crear una lista que incluya opciones para todos, así que si estás buscando la mejor mousse de chocolate vegana de Burdeos o algún sitio donde degustar el mundialmente aclamado vino de la región, ¡seguid leyendo!

Gastronomía barata

FuFu Ramen

Descubrí FuFu Ramen, un restaurante japonés situado en una calle paralela a la céntrica Rue Sainte-Catherine, después de que uno de los huéspedes de nuestro hostal empezó a trabajar allí. Tras aproximadamente una semana, volvió con unas sobras deliciosas de su turno, y esto fue más que suficiente para convencerme a mí y a mis compañeros para ir unos días después. Puesto que éramos un grupo bastante grande, tuvimos el honor de sentarnos en una mesa con vistas a la cocina ¡y nos lo pasamos genial viendo cómo preparaban nuestra comida en un wok ardiente! Tomé tres jiaozi, seguidas de Yakisoba con carne de cerdo, lo que costó un total de 15 €: ¡bastante bien para un entrante y un primero! Mi comida estaba deliciosa, en especial el primer plato, y sació mi hambre para el resto de la tarde.

Una advertencia: el restaurante se llena bastante rápido a la hora de comer, así que aseguraos de llegar con antelación o, si estáis hasta arriba de trabajo, utiliza su servicio de reparto a domicilio.

Le Falafel

Le cedo todo el mérito a mi novio por haber descubierto esta tienda de falafel, en la cual es muy probable que jamás hubiese entrado si no me hubiese dado tanto la vara. Su aspecto exterior y su localización no juegan a su favor; es un sitio bastante cochambroso al 'turbio' final de la Rue Sainte-Catherine. Pero, ¡madre mía! La comida está buenísima. Pedid un sandwich de falafel con hummus (con chile verde encurtido, ¡si os atrevéis! ) y disfrutad de una comida inolvidable.

Recordad: las apariencias engañan; la de los vendedores de comida, también.

Kitchen Garden

Debo admitir que nunca he probado ninguno de los platos principales de este local, pero tenía que incluirlo en mi lista por su exquisita mousse de chocolate vegana casera (sin gluten). Me considero un fanático de este postre (ni siquiera quiero pensar en todos los paquetes de la mousse de chocolate de Bonne Maman que engullí mientras vivía en Francia) y, sin duda, es uno de los mejores que he probado. Es más, tenía frutos rojos por encima, con lo que pude convencerme a mí misma de que estaba comiendo algo medianamente sano... Kitchen Garden en sí, es un pequeño café muy mono lleno de plantas, que ofrece principalmente un menú vegano. Si te pasas por allí en verano, intenta sentarte en la terraza y disfruta viendo cómo la vida pasa mientras devoras comida deliciosa.

Superconsejo: si estáis buscando un lugar donde comer fuera del horario normal (ya os digo que no es nada fácil), esté café ofrece tostadas de hummus o aguacate hasta las 18:30.

La Crêpe d’Angèle

Sería un crimen ir a Francia y no probar una auténtica crêpe ¡y no hay mejor sitio en Burdeos para hacerlo que en La Crêpe d’Angèle! Disponen de muchos rellenos dulces y sabrosos, todos recién hechos y baratos. O, si te apetece algo menos fuerte, también hay un amplio catálogo de helados para elegir. La atención a los clientes es genial ¡y me aseguraré de pasarme por allí pronto!

Gastronomía elegante

Horace

Horace, un pequeño café-restaurante escondido en una calle paralela a la catedral, es quizás mi lugar favorito para comer en Burdeos. He estado allí varias veces y nunca he salido insatisfecha. La calidad de la comida es excelente y su carácter saludable se palpa en el ambiente. Incluso mi plato favorito, bacon y Camembert, viene acompañado de una generosa guarnición de lechuga para compensar toda la grasa. ¡Y mirad la presentación! En cuanto a los postres, recomiendo el tiramisú si está en carta (el menú cambia cada día, pero suelen repetir los platos). Está algo más cremoso de lo normal, pero no gustándome mucho el café, ¡así es como me gusta! Además, tiene purpurina por encima, ¡perfecto para Instagram!

El servicio de comidas cierra a las 14:30, pero hasta las 18:30 puedes disfrutar de un café o un té. ¡La selección de gateux caseros y frescos de Horace es increíble! Todos los días incluyen algo nuevo y se suele vender en un santiamén. Y si buscas alguna bebida para acompañar tu merienda, os recomiendo su chocolate caliente con caramelo.

En conclusión, es un sitio genial. Todo resulta verdaderamente agradable, desde los camareros, que incluso nos reconocieron a mí y a mi novio tras ir solo una vez; hasta su frondosa decoración.

Chez Dupont

Situado en el prometedor distrito de Chartrons, Chez Dupont es un restaurante fantástico con servicio de comidas y cenas. Es bastante elegante y no es un lugar al que iría demasiado por cuestión de dinero, pero mi madrina y su marido vinieron a la ciudad el fin de semana y me invitaron a comer allí. También trajeron a su perro, quien se sentó debajo de la mesa con un cuenco de agua que los camareros le proporcionaron amablemente.

Creo que tomé una sopa de zanahorias de entrante. Era uno de las 'suggestions du moment' (especialidades del día) y estaba muy cremosa. Después, pedí un entrecot de ternera acompañado de patatas fritas, que estaba delicioso pero me llenó tanto que me tuve que pedir que me pusieran la mayoría de los profiteroles del postre para llevar. Estaban exquisitos, incluso cuando el helado se derritió por completo en la nevera del hostal. No hace falta decir que disfruté mucho de esta comida, pero quizás lo más significativo fue que complació al marido de mi madrina, que tiene su propio restaurante en Lauzerte.

Superconsejo: puesto que este lugar es un poco más caro (y suele estar lleno) ¡os recomiendo reservar mesa con antelación!

Saveurs d’Aquitaine

Si estáis en busca y captura de algún restaurante donde probar la comida tradicional de la región, ¡este es tu sitio! De nuevo, solo he ido gracias a mi familia (que vino de visita), pero si os lo podéis permitir, os recomiendo que os paséis por allí. Saveurs d'Aquitaine está situado en la céntrica Place des Quinconces, pero es bastante discreto. De hecho, no fue hasta que me mi madre me pidió que inspeccionara a ver qué aspecto tenía que me di cuenta de su existencia. ¡Y eso que había pasado por allí casi todos los días durante el mes anterior! Aquí os dejo una foto del exterior para que veáis a lo que me refiero.

En el interior, nos deleitaron con un menú degustación de seis platos que incluía de todo, desde huevos revueltos infusionados con trufa hasta pequeñas tablas de embutidos. Entré preocupada por si el menú resultaba un poco agobiante, pero el tamaño de las porciones era pequeño y era perfectamente razonable. Disfrutamos de unas porciones tarta de queso de postre, ¡y los camareros pusieron una vela de cumpleaños en la de mi madre!

Lume

Este es el otro restaurante al que nos llevaron mis abuelos ese fin de semana. Mi madre cree que es mejor que el anterior. A mí me gustaron ambos por distintas razones, así que no tengo un claro favorito, aunque sí admito que el ambiente de Lume es un poco más agradable. Se encuentra apartado en una calle paralela a la Place de la Bourse, que está plagada de restaurantes y está muy animada por la tarde/noche. Comencé por una bandeja de salami italiano, antes de pasar a la pasta con marisco. Los demás se decantaron por un plato de raviolis al azafrán delicioso, acompañados de tomates y calabacín. La comida estuvo exquisita, así como la presentación de los platos. ¡Nos quedamos impresionados!

Cafeterías

Juliena

La verdad es que no soy mucho de café ni de té, así que no puedo aconsejaros sobre dónde encontrar las mejores opciones, pero mencionaré brevemente dos lugares donde disfruté el pastel extraño y el chocolate caliente. El primero es Juliena, un salon de thé que se encuentra en la pretenciosa Rue Notre Dame, donde pasé muchas tardes con mis amigos del hostal. Mi pedido de siempre era un chocolat viennois (chocolate caliente con nata montada) y una galleta de chocolate y caramelo.

En él, reina un ambiente muy calmado: es el sitio perfecto para trabajar o para sumergirse en la lectura. Si os sentáis dentro, mirad hacia la cristalera que hay en el techo e intentad ver alguno de los gatos de los vecinos, ¡que se echan la siesta ahí! Si el tiempo acompaña, aprovechad para sentaros al sol en la terraza. Le doy las gracias a mi novio por esta foto: su pedido de siempre es un café frappé y un moelleux au chocolat (pastel de chocolate).

Bradley’s Bookshop

Bradley's Bookshop es lo que su nombre indica: una tienda de libros tranquila y encantadora con una cafetería incorporada. Todos los libros están en inglés, así que es el rincón perfecto para desconectar la cabeza tras hablar francés todo el día. Pedid una galleta con pepitas de chocolate y ¡a leer!

Superconsejo: si sois angloparlantes y buscáis trabajo en la ciudad, este pequeño establecimiento dispone de folletos informativos con los nombres de todas las compañías de Burdeos que puedan necesitar de vuestras competencias lingüísticas.

Copas/Salir de fiesta

Le Bar à Vin

Si buscáis un lugar donde degustar algunos de los mejores vinos de Burdeos pero no disponéis de mucho presupuesto, ¡aseguraos de pasaros por Le Bar à Vin! Con bebidas a partir de los 2 € el vaso, se convierte en el bar perfecto para una noche de apéritif barata. Si os sentís especialmente indulgentes, ¿por qué no daros un capricho y pedir una tabla de quesos o algo de chocolate? Para aquellos que no beban alcohol pero quieran disfrutar del magnífico ambiente, el zumo de uvas de Burdeos también es exquisito.

Un consejo: las colas suelen ser bastante largas, en especial durante los meses de verano, pero merece mucho la pena esperar: nunca he tenido que esperar más de cinco minutos por una mesa. Pero tened en cuenta que, si os sientan en una de las mesas más grandes, puede que tengáis que compartir con otro grupo para que haya sitio para todos y la cola avance.

El Sitio

Puede que estéis de vacaciones en Francia, pero no hay nada de malo en disfrutar un poco de la cultura española mientras estés allí. El Sitio es mi bar de tapas favorito de la ciudad: acogedor, dinámico y competente. ¿Qué más podéis pedir? Compartí la tabla de tapas de la foto de abajo con otras dos personas y fue más que suficiente. Los pimientos verdes fueron todo un éxito; no me suelen gustar mucho, pero estos estaban recubiertos de sal... ¡muy apetitosos! También nos deleitamos con un vaso de vino tinto, el cual nos recomendó nuestro experto y gracioso camarero.

Un dato extra: hay mantas en las sillas de afuera, así que os podéis sentar en la terraza hasta tarde incluso si, como nosotras, ¡estáis allí en enero!

Café Brun

Café Braun es la opción perfecta si queréis ir a un pub con un ambiente animado. Intentad llegar temprano por la noche para coger mesa o, si no, podéis quedaros de pie cerca de la barra; de esta forma, ¡será más sencillo haceros paso entre la multitud para ir a por vuestras bebidas! Mi bebida habitual es el mojito: ¡uno de los mejores que he probado (y creedme, eso es mucho decir)!

Para que lo sepáis: el Café Brun tiene fijado un mínimo de pago con tarjeta (de unos diez o quince euros, no me acuerdo bien), así que aseguraos de llevar dinero en efectivo o comprar las copas en rondas.

Le Zytho

Le Zytho es una pequeña y tranquila cervecería artesanal junto a la Rue Notre Dame. Hay una amplia selección donde escoger y, si te decantas por alguna bebida de barril, podrás probarlas todas antes de decidirte. No soy demasiado fanática de la cerveza ale (que no os engañe la foto, ¡no era mía! ), pero sí que recomiendo su gin-tonic.

Advetencia: Le Zytho cierra los domingos y los lunes así que, si queréis probar cerveza artesana a buen precio antes de iros, tened esto en cuenta.

Mangez-Moi

Mi última recomendación es un poco de coña, pero si estáis buscando un buen kebab para después de salir de fiesta, Mangez-Moi es el sitio perfecto. No es la mejor comida que probaréis en vuestras vidas, pero cumple su función y no os dejará en bancarrota, ya que los menús (hamburguesa/kebab + patatas y bebida) suelen rondar los 6 €. Aseguraos de probar los tacos, ¡sería un delito estar en Burdeos y no hacerlo!

Puesto que no hay demasiados puestos de comida abiertos por la noche en el centro, también mencionaré Cours de la Marne. Está situado en la parte más cutre de la ciudad; esta calle está repleta de KFC de marca blanca (MFC y CFC, entre otros) y un par de panaderías abiertas 24 horas. No es el lugar más seguro en el que estar a las 4 pero, si estás con un grupo grande de amigos, se convierte en el mejor sitio para saciar el hambre tras una noche de fiesta.

¡Eso es todo, amigos!

Así que ahí tenéis: mi top 15 de lugares donde comer y beber en Burdeos. Si vais a pasaros pronto por allí, espero que os sintáis inspirados y listos para disfrutar de algunas de estas estupendas comidas e inmejorables ambientes para relajaros. De no ser así, espero que hayáis disfrutado este viaje virtual ¡y que un día podáis conocer este lugar tan maravilloso (junto con sus fantásticos restaurantes) vosotros mismos!

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