Brujas

¡Hola gente guapa!

Hoy os veo a escribir sobre, probablemente, una de las ciudades más hermosas de Bélgica (no puedo decir que sea la más expectacular ya que soy 0 objetiva y para mi Leuven es mi lugar favorito del mundo). Pero sí, la gente que va Brujas, o Brugge en holandés, se enamora de esta pequeña ciudad, así que no dudéis en hacer una visita y de llevar a los amigos y familia que os vengan a ver. Para aquellos que leéis mis publicaciones y estaréis en Leuven, podéis llegar en tren en hora y media, y siempre, siempre, hacerlo con Go Pass, aunque vayáis en fin de semana, porque los tickets son bastante caros (13 euros si no me equivoco). Os dejo aquí el link donde os expliqué y por si queréis saber qué es eso del Go Pass: http://erasmusu.com/es/erasmus-lovaina/experiencias-erasmus/moverte-dentro-de-belgica-368092.

Bueno, los que estéis haciendo el erasmus en Bélgica, seguro que la visitáis, como mínimo, 3 veces, así que os acabaréis aprendiendo el camino como hice yo. Igualmente, aquí os dejo qué es lo que hacíamos nosotros cada vez que íbamos cuando recibíamos una visita de los nuestros. El recorrido está pensado para hacerlo en medio día. Primero Gante (dentro de un par de publicaciones os hablaré de esta ciudad) y por la tarde Brujas. Os lo recomiendo que lo hagáis así porque podréis aprovechar y turistear por Brujas de día y también recorrer sus calles cuando anochece, que tiene aún más encanto. 

¡Comenzamos con la visita a esta maravillosa ciudad! Nada más salir de la estación encontraréis una plaza enorme. Os recomiendo que al cruzar el semáforo os dirijáis para la derecha, hacia el puente. Ahí empezaréis a sentiros como si estuvieseis en un cuento de hadas, y comenzaréis a hacer una y mil fotos. Os espera un recorrido de unos 10 minutos caminando donde quedaréis con la boca abierta con cada rincón de la ciudad. A continuación encontraréis una plaza donde podréis enomoraros aún más con el canal, los caballos y sus carros, y las tiendas de gofres, chocolates deshechos y souvenirs. Yo creo que, después de una buena caminata por Gante (si es que al final lo habéis organizado así), os merecéis un buen chocolate caliente o un gofre con nata y frutas por encima... ¡hmmmmmmm!

La ruta es bastante fácil ya que es una calle principal y la gente siempre sigue el mismo camino. Hacerlo con calma y disfrutad mucho. Llegaréis por fin al Begijnhof, una plaza enorme llena de tulipanes amarillos y casas blancas. La palabra "precioso" se queda muy corta.

Os reocmiendo que antes de llegar a Grote Markt, os desviés de los turistas y con la ayuda de un mapa vayáis a ver los molinos. Están a unos 20-25 minutos del centro turístico y depende de si sabéis guiaros bien o no con el mapa, pero vale la pena. Están bastante separados entre sí, no esperéis ver una cantidad enorme de molinos, eso sí. Podréis subir a la montañita donde reside cada molino e incluso a las escaleras que llevan a la "caseta" de este. Además, esta caminata servirá para que cuando lleguéis por el centro comience a anochecer y enciendan el alumbrado de la ciudad, y entonces, os enamoréis un poquito más de Brujas. 

En Grote Markt, una plaza bellísima, encontraréis el ayuntamiento, muchísimas casas de colores, lo que da un toque especial a la plaza mayor, y un montón de bares donde podéis parar a descansar y tomar una cerveza. Además, si vais con vuestra pareja, una cosa divertida de hacer es que busquéis una estatua donde en el mármol de soporte hay "escondida" una rana. Darle un beso y os traerá suerte en vuestro amor.

Si aún es temprano (alrededor de las seis de la tarde) y os véis con ánimo, podréis disfrutar de una calle llena de tiendas de ropa, si no, podréis dirigiros ya hasta la estación de trenes, que alcanzaréis en unos 15 minutos.

Y poco más. Aunque no sean muchos los edificios que tengáis que ver, es una ciudad para pasear, pasear y pasear. Y perderse por sus calles y por sus canales. Simplemente, tomároslo con calma y disfrutar de su perfección. Y mientras tanto, ¡disfrutad de las diez fotos que os dejo!

¡Os escribo pronto, prontísimo!

La tercera ciudad, la última pero no menos importante, que vi en Bélgica fue Brujas. También llamada "la Venecia del noroeste", Brujas es la capital de la provincia de West Flanders y es, sin lugar a dudas, el lugar más bonito de todo el país. Los lugareños dicen que el origen del nombre viene de una antigua palabra holandesa que significa puente.

¿Cómo llegué? Bien, cogí el tren desde Lieja a Brujas, fue una hora y media de viaje. Después de "tocar tierra" en la estación de tren, mis amigos y yo buscamos un mapa y fuimos "navegando" :). Tengo mucha suerte de que mis amigos son muy buenos en lo que respecta a la orientación geográfica, parece que yo me salté ese curso :). Después de salir de la estación de tren es muy fácil llegar al centro de Brujas. Si caminas en línea recta, verás dos cruces, no vayas por el primero, es el largo, ve por el segundo, llegarás más rápido a tu destino. Después de cruzar la calle solo tienes que caminar recto, verás muchas casas y aceras muy estrechas por las que tienes que andar. A lo lejos, verás seguro una enorme torre, dirígete a ella y llegarás al centro.

¿Qué pensaba de Brujas antes de ver sus maravillas? No mucho, parecía un lugar pequeño, tranquilo y bonito donde las personas viven sus vidas en armonía y sin ser molestados por el tiempo y la tecnología cambiante. Las casas por las que pasé estaban bien proporcionadas, ni grandes, ni grandiosas. Los tejados de los edificios tenían el mismo color, una especie de borgoña y la arquitectura era hermosa, pero similar. Lo que quiero decir es que, cada edificio tenía diferentes esculturas en sus paredes exteriores, hechas en cemento, la forma en la que estaban puestas era parecida. Además, todas las casas estaban situadas una al lado de la otra, sin espacio entre ellas. Era como si caminara por un bloque de hormigón sin fin. Algunas de las casas tenían la bandera nacional izada en la parte frontal del edificio. También vi lugares que tenían más de una bandera, la nacional, por supuesto, y banderas con diferentes símbolos, uno era un dragón.

Mirábamos fijamente todos los edificios, nos gustaba tanto mirarlos que no nos dimos cuenta de que había personas dentro :). Como yo estaba mirando a una ventana, de repente me di cuenta del escándalo de dentro, una mujer que estaba preparando algo para comer en su cocina. Curiosa por naturaleza, tuve que mirar. Estaba haciendo una especie de sopa, creo. Dentro, la cocina era pequeña, había una mesa, si vi y recuerdo correctamente, cuatro sillas, una estufa y un fregadero. Era como si formara parte de Gran Hermano, viendo cómo se lleva a cabo la vida sin que la persona en cuestión sepa que lo sabes. No duró mucho, ya que la mujer fue a la ventana y vio mi cara roja y avergonzada. Me di la vuelta muy rápido y corrí para alcanzar a mis amigos que estaban un poco más allá. ¡Aprendí la lección!

Como estaba pensando en la posibilidad de ser visto de la misma forma que yo vi a esa mujer, por el gobierno, comenzamos a oír una extraña canción viniendo de alguna parte. Procedía de uno de los edificios del centro, así que nos guiamos por el sonido de la música. La canción se parecía mucho a un canto celta. Incluso podía imaginarme en mi cabeza los gigantes y poderosos Celtas corriendo por el centro de la ciudad, pero obviamente, las cosas no resultaron como yo imaginaba.

Llegamos al centro, y encontramos grandes edificios, gigantes, esta vez palacios e iglesias.

Un lugar que todo turista que visita Brujas debería ver es “Onze-Lieve-Vrouwekerk” (gracias a Dios que existe Google, si no no podría recordar el nombre :)). Aquí puedes encontrar la única escultura hecha en mármol, titulada "Madonna", que no es patrimonio de Italia. ¿No os suena de nada? Sí, pertenece al famoso Michelangelo. La escultura representa a la Virgen María y su hijo, el niño Jesús, y por lo que la gente de la iglesia dijo y las inscripciones en la pared, parece que esta pieza es muy importante y valiosa porque es diferente de las obras que el artista hizo antes. El significado metafórico es la idea de que, María sabe el destino que le espera a su querido hijo, pero no obliga a las leyes de la naturaleza a cambiar el horrible destino, puesto que es Dios quien decidió eso, para que así sea.

Otro lugar conectado con la espiritualidad y la religión es la iglesia "Basiliek van het Heilig Bloed" o "Basilica du Saint-Sang" (espero haberlo escrito bien). Esta iglesia es incluso más mística que la anterior. Cuenta la leyenda que, aquí, los hombres de tela tienen el secreto más profundo de la vida, por lo que los hombres podían matar y por lo que la gente había luchado sin descanso desde hace siglos, el mágico líquido rojo que hizo Dan Brown, el autor de renombre internacional escribió más de un libro sobre el tema. Ahora está claro, ¿no? La leyenda dice que la iglesia tiene un vial con Holy Blood - The Holy Graal. Este vial se pone en conocimiento del público todos los años durante el día de la "Ascensión de Dios" en una especie de procesión de carácter medieval desde, como dicen, el año 1291. Cómo llegó la sangre hasta aquí, que es otra historia, debes descubrirlo tú mismo.

Una forma de visitar todos los caminos turísticos para ver toda la belleza y los misterios que esta ciudad esconde es alquilar un carruaje, el conductor hará el resto, te explicará todo el histórico alrededor de los edificios y te llevará a ver todos los principales lugares.

El centro de la ciudad de Brujas es parte del patrimonio de la UNESCO y aquí puedes ver solamente maravillosos castillos.

Algo que debes ver es es "Campanario de Brujas". Es una torre medieval considerada uno de los símbolos más importantes de la ciudad, siendo utilizada en tiempos pasados como lugar de alojamiento de tesoros y documentos históricos municipales, y también como una torre de observación, desde aquí podían ver fácilmente si los enemigos se aproximaban. La torre campanario tiene un significado más profundo, al menos para mí, porque es la casa del indescriptible Salvador Dalí. Creo que todo el mundo ha oído hablar de Dalí, el pintor español, que revolucionó el arte introduciendo más elementos y más vida en la corriente surrealista. Modificó la percepción que los pintores tenían sobre el tiempo y la existencia física, diluyendo y flexionando la realidad a sus propios sueños y vistas. La tradición de mostrar las pinturas de Dalí en Brujas comenzó en el año 1997 cuando se presentó una pequeña exposición des artista. Después del éxito de esta idea cultural, las autoridades locales decidieron abrir un museo dedicado a él y a su arte. El interior del museo es genial, no solo debido a las pinturas de Dalí, sino debido al hecho de que puedes ver salas donde los arquitectos juegan con oro, rosa brillante o blanco impactante.

Después de todo esto miranto y descubriendo la historia, hay que relajarse y qué mejor manera de hacerlo que hacer un viaje en barco. Es barato y puedes navegar por el "Canal Dijver". Brujas es la única ciudad de Bélgica que tiene casas "flotando" en el agua. Me refiero a que la base de la casa (la planta baja o como lo llames) está bajo el agua. Una vista interesante es cuando ves gente sentada en los balcones de su casa y cenando allí, mientras que el agua está acariciando suavemente la pared exterior de la casa.

Si no estás contento con el propietario de dicha casa, no te preocupes, solo tienes que cruzar el puente y llegarás a un buen restaurante situado perfectamente en el centro del "Canal Dijver". Como todos los turistas, no puedes dejar Brujas sin comprar algo para tus seres queridos. La oferta en esta sección es generosa, puedes comprar camisetas, bolsos, pins, collares, pulseras, imanes de nevera y postales con el nombre/marca "Brujas" en ellas. Pero lo que más me gustaba eran las impresionantes muñecas, que se podían comprar en esta pequeña tienda justo en el centro de la ciudad. Todas las muñecas fueron hechas a mano y, además de parecer muy reales, también tenían nombres. Cada muñeca tenía un nombre diferente. ¡Una idea asombrosa!

Mi historia termina aquí, pero la tuya está por escribir. ¡Disfruta!

(Fotos hechas por mi querida amiga, Giorgiana Astefanei)