Snuffel Backpacker Hostel

Snuffel, no sé bien si podré definir objetivamente este lugar... porque me lo pasé TAAAN BIEN! El Snuffel Backpacker Hostel es más que un albergue, pero vayamos por partes. El alojamiento está ubicado prácticamente en el casco antiguo de Brujas, muy cerquita de la plaza central (que fue declarada Patrimonio Histórico por la Unesco en el 2000).

Como su nombre indica, es un alojamiento para mochileros (backpackers) y tiene todo el rollo. Recuerdo cuando llegué con mis dos amigas empapadas por la lluvia y entramos al albergue por la puerta del bar. Allí encontramos a muchísima gente sonriendo y hablando por encima de los vasos de cerveza. La música sonaba y el camarero nos dió la bienvenida cantando. Llegábamos cansadas y la sorpresa ante aquel lugar nos hizo titubear con nuestro mapa mojado entre las manos. Lo primero que hizo el dueño fue arrebatarnos el mapa de las manos para tirarlo a la basura. "That's is useless, this one rocks much more!", y así era, un mapa en el que se señalizaba qué visitar, dónde comer, dónde beber, para los amantes de las patatas, para los de la cerveza,...

Dejamos las mochilas para que nos enseñara el establecimiento: A los dormitorios se accede por esta puerta de la derecha, tenéis aseos en aquella parte pero las duchas están en el patio de detrás. Imaginad nuestras caras... ¿Cómo que en el patio de atrás? O sea, ¿que tenemos que atravesar el bar para ir y volver de ducharnos? Efectivamente. ¿Y sabéis qué? No pasaba absolutamente nada. La gente allí era alegre, hospitalaria y había una atmósfera familiar increíble. Pasamos allí dos noches, y qué pena que fuera tan corta nuestra estancia. Por la mañana servían el desayuno en el bar "All you can eat!" (sí, sí, ¡todo lo que puedas comer!). No era abundante en variedad, pero para llenar el estómago es más que suficiente.

Por las noches nos alojamos en una habitación sólo de chicas con seis literas. Eran camas de madera y paredes de colores. Los pasillos también eran coloridos. Tenías que subir a la habitación por una escalera de caracol (no veáis lo que mareaba después de unas cervezas...). Las sábanas están incluidas (también hay un edredón). Antes de dormir podías entretenerte leyendo todas las firmas que habían escrito la gente que ha hecho noche en aquel mismo lugar (también nosotras dejamos una dedicatoria ;)). Las taquillas no estaban en la habitación, si tuviera que sacarle algún fallo al Snuffel ése sería el único, pero en realidad es nimio, pues los lockers estaban en el pasillo de al lado, es decir, en la pared contigua.

Pese al cansancio, habernos levantado a las 7 el día anterior para salir de Ámsterdam, visitar Bruselas y pasar por Gante antes de llegar a las once de la noche a Brujas, la primera noche bajamos al bar. Nos contagiamos rápidamente del buenrrollismo que se respiraba en el ambiente. Cantamos, reímos y charlamos entre una cerveza y otra. Así se hicieron las tantas, cuando conocimos a unos italianos que se marchaban al día siguiente y nos enseñaron unos vídeos publicitarios de su propia cosecha. La noche siguiente ellos ya no estaban, pero nos topamos con una agradable sorpresa... HAPPY HOUR! Cervezas baratas durante una hora y más de veinticinco clases (el mismo lema que en el desayuno: Todas las que puedas beber). Esta vez escogimos uno de los muchos juegos de mesa que hay en el bar para entretenerte y pasar el rato. Nos volvieron a dar las tantas sentadas en aquel lugar de paredes verdes, billetes de todas partes colgados, libros y periódicos en inglés para leer, guías turísticas para consultar, juegos para jugar, cervezas para beber y gente a la que conocer. Por supuesto que todo el mundo habla inglés y no encontrarás ningún problema para comunicarte. El hostal incluye "free tours" de dos horas y a veces hacen conciertos en el bar (especialmente fin de semana).

Antes de despedirme, vuelvo a recalcar la amabilidad del dueño que nos devolvió la fianza antes de marcharnos ya que lo hacíamos muy temprano, contactó con el servicio de taxis y se animó con nosotras un buen rato. ¡Por cierto! Hay internet wifi en todo el albergue, y también un ordenador que puedes consultar (pero no estoy muy segura de si tienes que pagar algo por utilizarlo). Ya os digo de antemano, que yo no tuve tiempo ni de actualizar mi Facebook ;)