plaza san esteban

¿De qué se trata en esta ocasión?

Ahora y siguiendo la estela marcada por la ciudad de Ávila, llega el momento de hablar de esas plazas con encanto que te dejan huella. Hablo de la Plaza de San Esteban.

¿Dónde podemos encontrar este lugar?

La Plaza de San Esteban, se encuentra en una zona apartada de Ávila, en la Calle Vallespín, la cual tendré que nombrar varias veces a lo largo de este artículo, tocando por uno de sus lados a la Travesía de San Esteban, y por la zona opuesta la Calle Conde Don Ramón. La Avenida de Madrid quedaría a menos de diez minutos andando y tan solo me queda poneros el enlace por si alguno se encuentra a aestas alturas aún perdido: https://www.google.es/maps/place/Plaza+San+Esteban,+05001+%C3%81vila/@40.657257,-4.7055285,17z/data=!3m1!4b1!4m2!3m1!1s0xd40f31f17538f17:0xb8cf0333c66d7cc2

¿Cómo llegar de manera simple hasta lo que me estás explicando?

Andando desde sitios más conocidos como la Calle los Telares a menos de diez minutos de distancia, o el Museo del Prado, que a pesar de sonar como el de Madrid, no es que se parezcan en demasía. En definitiva, lo mejor será ir andando, si bien debido a que en muchas ocasiones vivirás fuera o lejos de toda aquella zona, la moto te daría un plus de comodidad y seguridad que no tendría el coche, debido a los múltiples robos que se dan por la zona.

¿Algo de historia me puedes comentar con respecto a ello?

Siempre fue de origen humilde, desde que se construyó en la segunda mitad del siglo XII. Hablo de la mítica ermita que alumbra la plaza y que le da color y tradición, siendo la fachada una muestra clara del estilo de la época, con una portada sencilla con un arco de medio punto decorado con las consabidas rosetas abulenses y un campanario que no parece tener nada que ver con el resto del edificio, reconstruido en gran parte en el siglo XVII.

¿De qué horarios dispone y qué días podemos encontrarlo abierto?

Si bien la ermita está abierta todos los días, sí que es cierto que el horario reducido de por la tarde rige a rajatabla y es mejor no saltarse para que no les pase como a mí que ahora en el siguiente apartado os contaré. Yo era siempre de los que pensaba que un sitio como este no tiene que tener mucho misterio y que por contra, siempre estaría abierto a la hora que fuera por si los fieles querían hacer sus plegarias o confesarse de alguna manera (torpe yo, está claro).

¿Me podrías describir físicamente el sitio?

Descendiendo por la antigua Rúa de Zapateros (actual calle Vallespín) hacia la puerta del Puente que da al río, el caserío cambia drásticamente. No se ven ya grandes casas nobiliarias con la única excepción del palacio Polentinos, tanto más llamativo por encontrarse junto a casas algunas con indicios de ruinas, descuido y, en general, pobreza de materiales. Eso sí, tarde o temprano das con ese edificio que todos querían ver, la ermita.

Debo reconocer que, pese a mi interés, carecí de suerte con esta ermita. En mis dos primeras visitas en días anteriores, la encontré cerrada pero ya en la tercera, sabido que abrían al público por la tarde con un horario reducido, decidí atenerme a él (lo cual recomiendo sin duda alguna), Solamente al ver las fotos puedo apreciar cómo era el interior. Muestra un solo ábside que, por dentro, está dividido en tres tramos por dos semicolumnas con los capiteles deteriorados. Delante un arco triunfal. En el retablo una bonita imagen de la Virgen del Consuelo y arriba la de San Esteban. A esta ermita no han llegado grandes acontecimientos sino la vida de los artesanos, los tintoreros que trabajaban a las orillas del río, talabarteros, zapateros, pescaderos que instalaban sus poyetes en las afueras de sus casas para vender sus mercancías a los que por allí se acercaban. Esa es la vida que se observa actualmente en cualquier pueblo, cuando ves pasar a un hombre montado en un carro tirado por una mula, la paja sobre el carro o zanahorias o cualquier otro producto del campo, cuando te preguntas quién escribirá su historia, a quién interesará su vida fuera de su círculo más cercano, qué podrá cambiar ese hombre de lo que le rodea, si querrá siquiera cambiar algo o se contentará con repetir los modelos tradicionales heredados. Todos los que así vivieron en Ávila tuvieron y aún tienen en San Esteban su ermita.

¿De qué ambiente dispone el lugar en sentido número de personas y qué tipo?

A decir verdad, no es que haya demasiadas personas que transiten la zona y es que las desigualdades de tiempos medievales se siguen manteniendo. Aquí no hay comercio ni calles concurridas con turistas que fotografían y miran escaparates. Las duras cuestas que algunos suben con dificultad, sobre todo las personas más mayores, están poco frecuentadas y sólo algunos coches pasan de vez en cuando. Por esta calle, parece decirse, no se llega a ninguna parte dado que en coche es más práctico bordear la ciudad si se desea llegar al puente sobre el Adaja.

Ni siquiera las iglesias de la zona son tales, sino ermitas. En la puerta de una unos chavales juegan con una pelota mientras otros oyen una radio sentados en un banco. Apenas hago fotos la primera vez que paso por allí. Me miran con extrañeza, examinan con descaro mi cámara fotográfica y luego se desentienden con indiferencia. Luego se van y queda una pareja sobre el banco, me atrevo entonces a hacer alguna foto de la ermita de San Esteban, incluso de la portada al lado de la cual se sienta alguien que parece vivir en la calle.

Pese al ambiente que la rodea, las casas medio desmanteladas que, sin embargo, lucen la consabida antena de televisión, me gusta el lugar y la ermita. Hablando del perfil típico de las personas que pasan por allí que ya he dicho que son pocas, sí que los que se pueden llegar a ver serían normalmente personas mayores de edad avanzada, más cercanos a luchar por seguir vivos que a vivir sin pensar en la muerte.

¿Qué nos ofrece de manera general y sobre todo, qué mejor en particular?

De manera general la Plaza San Esteban no daría mucho más que la tranquilidad que alumbra la zona gracias al poco tránsito y a una posición estratégica comarcal, que hará que los viandantes sean fácilmente enumerados debido a su escasa presencia.

Pero de manera particular es justo la Ermita que comentaba antes lo que marca la diferencia con otras plazas del entorno de la ciudad y con otras tantas de las principales ciudades de Castilla y León, la cual no es que sea raro que cuente con alguna ermita entre sus filas. Grande, con armonía, bonita y con cosas que ver, la hacen algo especial.

¿Lo recomendarías para otra ocasión?

No demasiado, pues muchos me la habían recomendado y yo me quedé tal cual igual, al ver que el edificio será bonito y todo lo que quieras, y por ello por consecuencia, te replantees mentalmente el hecho de volver allí o recomendarlo, como proceso que no te gustaría que pasara mucha gente.

¿Para quiénes está pensado este lugar de la ciudad?

Diría que para nadie, si no, se reformaría y montarían algo que atrayera más al público, y no que parece la mítica plaza de violadores que esperan a su víctima detrás de las murallas para que caiga en sus redes.

Y tras haberlo visitado.... ¿ahora qué me recomiendas?

Pues que sigas andando por la zona y sobre todo tirando hacia el centro que es verdaderamente lo que te ofrecerá más de una historias allí.

¿Valoración en punto del uno al diez y razones?

Le pongo un 2.5 por el hecho de que la tranquilidad me gusta y que transmita un lugar de estos sobre todo esta última, pues es feo para trabajar.

¿Conclusión?

Para echar un rato, escuchar alguna que otra historia del sitio y contemplar unas vistas que no son para nada fuera de lo común. Y es que la Plaza de San Esteban tiene un déficit importante en cuanto cosas que poder hacer allí, por lo que solo con la Ermita no remontas todo lo negativo que ya he ido comentando y por tanto, solo queda que reciba una crítica constructiva para que remonten el panorama y no haya solo personas que están hartas de todo y que aparecen como protagonistas solo porque pasaban por allí.