Como engordar estando de Erasmus en España, demasiado fácil!
¿Mi gran gordo Erasmus
¿La suerte de mi Erasmus?
Haber podido partir el año entre España y Francia.
¿La mala suerte?
Haber vivido en dos países en los que la comida es deliciosa. Además, soy siciliana y a mí comer me encanta. Ya podéis entender que el Erasmus fue una prueba dura conmigo misma. Nunca he dejado el deporte (aun sin exagerar) para tratar de mantener el mismo peso durante todo el año Erasmus. Si no hubiese hecho ningún tipo de exercicio, el peligro habría estado tras la esquina. El Erasmus se conoce por ser un periodo de cambio, de diversión, de nuevas emociones, de nuevas costumbres, de tentaciones, de aprendizaje, de crecimiento... Para mí también ha sido una subida desde el punto de vista de la grasa corporal... Los primeros seis meses en Francia fueron los peores. Strasburgo es una ciudad bastante fría, por lo tanto hace falta comer más. Además, estudiaba en la universidad, llevaba una vida sedentaria y la comida era excelente. Yo de hecho prefiero la comida salada, pero fue justamente en Francia donde me arruiné... Empecé a comer incluso el postre, ¡pero una y otra vez! Íbamos a por un café y desde luego nos venía bien pedir un pastelito para acompañar también. Sin hablar de las ferias del pueblo con los mercadillos y las crepes francesas que no pueden faltar... Eso es, este fue el ritmo que tuve durantes los primeros seis meses en Francia.
Ahora llega lo mejor, España. Puede que sea un poco parcial como al parecerse España mucho a mis tierras de origen, pero por encima de esto, la calidad del sur de España es innegable. Solecito, mar, comida, fiestas, siestas, repetir. Ya lo sé, os estaráis reconociendo mucho en esta descripción. La verdad es que mi Erasmus no fue sólo fiesta y siesta, ¡sino también estuve visitando y catando mucho! Vamos, España ofrece comida riquísima y yo, de comillón, no le pude resistir.
Excepto las peculiaridades del lugar donde me encuentro, es decir Murcia (para leer sobre la gastronomía de Murcia haced clic aquí Gastronomia de la región de Murcia), la comida española en general ofrece platos agradables para el paladar, frescos, excelentes, sabrosos y apropiados para cualquier situación.
Por tanto, ¡me apunté al gimnasio para evitar ir al mar y ser confundida con una boya este verano! Me gusta tener una rutina saludable, así que procuro comer bien entresemana y entrenarme. Sin embargo, este "procuro" es el problema... Empezamos por el hecho de que frente a Italia aquí en España se consigue de verdad todo lo que se pueda querer. Desde ingredientes de comida india, china, a los de Italia, España, etc. Esto significa que me volví loca cocinando de todo. Seguid el enlace para unos platos riquísimos (Viajes gastronómicos). España sí tiene el servicio Just de Eat, que te trae la cena a domicilio y cuenta con una amplia variedad de comida, restaurantes japoneses, vietnamitas, dee tapas, etc. Así que cualquier buena intención que tengas, en España déjala de lado. Lo único que puede ayudar para mantenerse es el hecho de que los platos son todos muy frescos y la dieta es de estilo mediterráneo, por lo cual no se engorda por culpa de la comida poco saludable, sino por la cantidad que se come. Y encima hay cerveza.
El alcohol puede convertirse en un problema para ti y tu barriga. Incluso cuando te encuentras en España, la cerveza es un must. Por el día sigo teniendo mis costumbres (café), pero por la noche una caña fresca es verdaderamente agradable, sobre todo estando afuera y en compañía, cuando hace calor hay que tomar cosas frescas. La sangría es por supuesto tradición española, muy rica y refrescante, pero con demasiado azúcar. Por tanto, como no me vuelvo loca por el alcohol, prefiero no tomar nada pero comerme 10 montaditos. Los montaditos son pequeños bocadillos rellenos de cualquier cosa a elección, deliciosos y pueden crear dependencia.
Lo peor para mí fue descubrir las tapas. En realidad funciona un poco como el nuestro aperitivo, se puede ir de tapas tanto antes de la comida como antes de la cena. La diferencia del aperitivo antes de comer aquí en España es que debería bastarte como si fuese una comida. Platos y platos de comida abundante, sabrosa, adecuadamente salada con un toque de limón. Hay los que toman una caña, yo paso directo al vermut Martini. ¡Así es como engordé dentro de dos semanas sin ningún esfuerzo! Luego, a la hora de comer nos preparamos una buena paella de carne y pescado ligera, pero nos rellenamos el plato a tope.
Por no hablar de una buena tortilla de patatas o un plato (muy poco saludable) de chorizo, que yo me comería por entero a solas. Jejeje, pasamos ahora al postre. Se toma un café y el postre no es una obligación como en Francia, pero de vez en cuanto sí se pide una crema catalana. Como también unos churros con chocolate, mejor si Nutella o sin nada. Ya se me está haciendo agua la boca.
En realidad el postre es lo que como menos, a pesar de las opciones que hay. Aparte del helado (teniendo en cuenta el calor es lo más), hay todo tipo de postre y pastelitos de pastelería. Yo suelo optar por los donuts. Sé que no son tradicionales en España, hay una pequeña tienda debajo de mi piso que prepara unos donuts riquísimos, de todo color, todo gusto, una maravilla para el paladar. Por el resto, suelo cocinarme los postres solo. De hecho, al entrar en una panadería, los miro, son bonitos sí, pero no puedo, y entonces opto por pan o los pasteles. El de carne es típico de Murcia.
Por la noche se sale, hace calor, vamos a algún bar donde nos podamos sentar afuera en terraza o donde se coma bien pagando poco. Los bares de tapas. Se come mucho, se gasta poco. El precio, por tanto, no es un problema, pero el peso sí. Entre pane, zarangollos, pistos, montaditos, calamares a la romana, marinera, aceitunas, jamón y cerveza.. maldita cerveza!
Se termina la noche con un helado de yogur. Ligero, verdad? No para nada... Se puede poner por encima todo lo que se quiera, brownies, smarties, caramelo, chocolate blanco, negros, pralinas y también hay fruta, pero esa ni siquiera la miro. Jeje ya la como a la hora de merendar, si quiero comida basura, la como muy calórica y ya, si no evito comerla. ¿Parece lógico, verdad? Opino que uno de los problemas principales es el amor por la vida. Aquí se vive bien, se sonríe, la gente es alegre y el tiempo influye seguramente sore el estado de ánimo y el humor en general, así como el hecho de salir a menudo para tomar algo o comer. Los precios sí hacen la diferencia, porque no sólo se come bien, sino más que nada te cobran muy poco, y por consiguiente es más agradable comer afuera y gozar de la comida, de la companía, del solecito y de una caña fresca.
Ahora ya entendéis mis problemas de kilos de más durante mi estancia en Erasmus. La gente suele tener problemas de amor, exámenes, en cambio yo estos problemas no tengo, la vida es demasiado preciosa para llevarla mal. ¡Tratad de tomarla de manera positiva y comed! Por supuesto siguiendo una dieta equilibrada, pero comed, disfrutar es un derecho de todo el mundo.
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Comentarios (1 comentarios)
Patricia González hace 6 años
¡Viva Sicilia!