Turín: La ciudad que me acogió

Hoy les contaré acerca de las experiencias que he tenido hasta el momento en Turín, los lugares a los que he ido y la comida que he probado.

Como ya deben de saber, yo soy colombiano y estoy acostumbrado a tener un mismo clima durante todo el año y a comer frutas exóticas y tropicales que se dan en mi país. Semanas antes de mi viaje me di cuenta de que la mitad de las frutas que consumo serían muy difíciles de encontrar en Turín, esto debido a que las condiciones climáticas no son aptas para que estos frutos tropicales se den en esta ciudad europea. Eso me dio nostalgia porque soy muy fanático de las frutas y de consumir jugos en todo momento, sin embargo yo estaba consciente de que iban a haber cambios drásticos en mi alimentación, por eso tome un respiro y decidí esperar a ver que sucedería. Otra cosa que sabía era que me iba a enfrentar al cambio de estaciones. Yo nunca había vivido eso, por eso, antes del viaje me preparé un poco para el frío que iba a encontrar en Europa.

Mi llegada a Europa

La primera ciudad europea que pisé fue Madrid, pues mi vuelo hacia Turín tenía una escala en ese lugar, lo que alcancé a ver me gustó mucho. Vi orden, personas que no eran latinas y escuché más de tres idiomas en el aeropuerto. Luego de dos horas, estuve en Turín, mi destino. Apenas salí del avión, sentí algo indescriptible en mi corazón; era una sensación de alegría por una nueva vida que iba a empezar en esta ciudad. Claro que siempre tengo en mis recuerdos a mi familia y obviamente la extraño, pero sabía que esta experiencia iba a ser magnífica, había soñado con esto durante mucho tiempo. Lo que hice después fue conectarme al wifi del aeropuerto para comunicarme con un amigo que me iba a esperar para irnos en un tren hacia la casa de otra amiga que nos iba a hospedar mientras encontráramos un apartamento para quedarnos. Yo nunca me había subido a un tren, y lo que vi por la ventana fueron casas grandes de las afueras de la ciudad. Ese día cocinamos junto con mis dos compañeros y mi amiga que nos recibió.

Al día siguiente mis dos compañeros y yo salimos a conocer Via Roma, Via Garibaldi y algunas iglesias de Turín. Aproveché ese momento para comprar un plan de datos para mi celular y poder comunicarme con mi familia en Cali y decirles que había llegado bien. En esas vías de la ciudad encontré tiendas de ropa como Zara, Gucci, H&M, entre otras marcas reconocidas. Sabía que iba a encontrar ropa a la moda porque mi mamá me decía que Italia era pionera en confección de ropa y que muchos otros países del mundo se basaban en sus colecciones para seguir esta tendencia. Así fue como fui conociendo la ciudad; también pude ver que muchos edificios son muy antiguos y no eran muy altos. Yo estaba acostumbrado a ver edificios altos por todos lados y remodelados o nuevos, de colores y no de un solo tono. Pero bueno, esa es la arquitectura y el estilo en Turín.

Cabe resaltar que para transportarme en la ciudad tuve que comprar un boleto que podía usar 10 veces, ya sea para bus, tranvía o metro; de no ser así podía recibir una multa. Yo nunca me había transportado en metro, en Cali solo hay opción de bus o de taxis, no existe otro medio de transporte público. Es una experiencia chévere porque se logra ver las diferencias y el potencial que tiene Cali para progresar, porque el sistema de transporte de mi ciudad no es muy eficiente, mientras que aquí en Turín es casi perfecto, no hay trancón y las opciones para transportarse son muchas y eficientes. Después de unos días, compre una tarjeta para transportarme cuantas veces quisiera por un año, así, no debía comprar los pasajes diarios y me ahorraría un dinero.

Una semana después conseguimos un apartamento para mis dos compañeros y para mí. Queda cerca a la estación Bernini del metro, lo cual me gustó por su facilidad de transportarme. El apartamento está en el quinto piso, pero aquí dicen que está en el cuarto porque cuentan desde el piso cero. Por suerte tiene ascensor, porque está en un piso muy alto. El costo del arriendo es de 700 euros, pero lo dividimos entre los tres que vivimos aquí. Los servicios de gas y energía son como 80 euros, pero también lo pagamos entre los tres. El día que nos entregaron el apartamento estábamos listos para hacer aseo, porque algo que caracteriza a los colombianos es que nos preocupamos por que todo esté limpio y en orden. Las tres habitaciones son parecidas, yo tengo un balcón pequeño pero el cuarto es muy amplio. Algo que me sorprendió mucho es que no hay cuarto de aseo, es decir, un lugar donde esté la lavadora, la secadora, un lavadero de ropa a mano, etc. Aquí la lavadora está en el baño y no hay secadora ni cuarto de aseo. Es muy extraño porque no tengo idea que voy a hacer en invierno para que mi ropa se seque. Algo también muy curioso es que en el baño hay algo parecido a un inodoro pero tiene una llave de agua, luego me di cuenta que se llamaba bidet; yo nunca había visto uno y tampoco pienso utilizarlo jajaja, prefiero bañarme.

Durante esos días y toda la semana siguiente estuve recorriendo diferentes lugares antes de que empezaran mis clases y no tuviera mucho tiempo (En otro blog les cuento mi experiencia en el Politécnico de Turín). Así que pasé por Porta Doranea y me tomé unas fotos en la calle para resaltar la arquitectura que estaba viendo. También fui a cenar, era la primera comida que iba a pedir en un restaurante en Turín. Pedí un arroz con mariscos que me supo delicioso. Yo ya había notado de que en todos los lugares de Turín se acostumbraba a pedir vino o agua para pasar las comidas, por eso, esta vez quise tomar vino.

El Sudario y la Sábana Santa

Visité el Palacio Madama, en el cual ingresé a la iglesia San Lorenzo. Algo que noté fue que existen muchas iglesias y todas tienen un diseño muy impactante. Me gustaron bastante y les tomé fotos. Desde niño en películas que pasaban en televisión y en clases de religión me enseñaron sobre la existencia de El Sudario, que es una manta con la que Jesús se secó la cara y su rostro quedó grabado en ella. Nunca imaginé que existía en la actualidad y mucho menos que se encontraba aquí en Turín, obviamente le tomé foto y se la mandé a mi abuela que le gustan esas cosas. También, en una de las iglesias se encuentra la Sábana Santa, que fue con la que envolvieron a Jesús luego de que lo bajaran de la cruz, por eso, en la manta se logra ver casi todo su cuerpo por la sangre que manchó dicha tela. Hay que aclarar que no pude ver la original, vi una réplica porque la de verdad está bajo tierra, a temperatura constante y sin viento y luz con el fin de que se conserve tal y como está. Eso nos lo explicó un padre de una de las iglesias a las que fuimos.

La Mole

También visité la insignia de Turín, es una iglesia llamada La Mole, existe el mito que no puedes subir al último piso de ella porque o si no, no te gradúas. Me pareció muy gracioso, entonces le seguí la idea al mito y no subí. Sin embargo, también me contaron de que está prohibido construir un edificio que sea más alto que esta iglesia, no sé muy bien las razones, pero me imagino que es por cuestiones religiosas. Sinceramente es una iglesia muy bonita y más cuando te das cuenta de su sentido de ser y su pasado histórico.

Monte dei Capuccini y el Río Po

El fin de semana siguiente, es decir, tres semanas después de mi llegada, fuimos al Monte dei Capuccini, tiene una vista increíble de todo Turín, en la foto se destaca un globo aerostático y evidentemente La Mole. Para llegar a ese lugar tuvimos que atravesar el Río Po y subir una montaña. Lo que pude ver es que es un río con un caudal muy grande y además está bien cuidado. En el rio se podían ver personas en cayacs y practicando deportes acuáticos.

Esto es lo que hasta ahora conozco de Turín, espero les haya gustado y se animen visitar esta ciudad. No olviden visitar mis otros blogs sobre Cali, Cartagena y Milán.

https://erasmusu.com/es/erasmus-santiago-de-cali/blog-erasmus/santiago-de-cali-556208

https://erasmusu.com/es/erasmus-cartagena-amazonas/blog-erasmus/cartagena-mar-y-brisa-556278

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