La guía definitiva de Turín

Desde hace unos años, la misión que tenemos mi amiga del colegio y yo cada verano es visitar juntas una ciudad italiana. El pasado junio viajamos a Trieste (lee acerca de nuestro viaje aquí y aquí), pero el año pasado nuestro destino de vacaciones fue el centro cultural y de negocios del norte, Turín. En verdad no sabíamos qué esperar de esta ciudad, pero al llegar nos fascinó su extraordinaria belleza y todos los sitios tan increíbles que tenía para ver. Sigue leyendo para descubrir qué hicimos en este viaje y lo que deberías hacer tú, si en algún momento tienes la oportunidad de ir.

Cuándo ir

Anna y yo fuimos a Turín a mitad de julio (cosa que no es normal porque solemos viajar juntas en junio) y nos sorprendió que, aunque fuera temporada alta de turismo, no había grandes multitudes. Si quieres evitar las colas, de todas formas, te recomiendo ir justo antes o después de las fechas de vacaciones escolares en Italia: a finales de mayo o principios de septiembre.

Dónde alojarse

Como siempre, recomiendo alojarse tan cerca del centro como sea posible. De esta forma estarás cerca de los puntos que hay que visitar y de los principales supermercados y restaurantes. De todas formas, Turín es una ciudad por la que se puede pasear bien, así que no tendrás que ir muy lejos si quieres ahorrar un poco y alojarte algo más a las afueras, como hicimos nosotras. Simplemente asegúrate de mirar las opiniones y críticas al reservar el alojamiento, ya que se dice que algunas zonas son algo peligrosas.

Qué hacer

Ve el sudario de Turín

Como introducción he de decir que el actual sudario de Turín actualmente nos se exhibe, pues se tiene que conservar en unas condiciones muy específicas, pero aun así merece la pena pagar una visita a la la catedral de San Juan Bautista para ver la réplica. Para aquellos que hasta ahora no conocierais la existencia de esta tela de lino tan famosa, algunos creen que está impresa con una imagen de Jesucristo y, por tanto, es un objeto de gran santidad. Creas en esto o no, yo te recomiendo verla y entrar al Museo de la Sábana Santa (Museo della Sindone) por la puerta de al lado para descubrir más acerca de su historia.

Contempla la ciudad desde lo alto

Si has leído algunas de mis otras publicaciones, sabrás que me encanta ver las ciudades desde arriba y Turín tiene, sin duda, varios lugares para hacerlo. El primero es la Mole Antonelliana. En origen era una sinagoga pero ahora alberga el Museo Nacional del Cine de Turín. ¡Sube a la cima de la torre en el ascensor de cristal y disfruta de las vistas de la ciudad tan fantásticas!

Si quieres más experiencias únicas, por qué no ir también (o en vez de) al Turin Eye. Es un globo aerostático que está conectado a tierra en todo momento pero aun así sube bastante alto. ¡Compra las entradas con antelación por Internet para asegurarte una plaza!

Museo Nacional del Cine

Como acabo de decir, la Mole Antonelliana alberga el Museo Nacional del Cine y sería una pena entrar a este edificio y no ver las exposiciones tan fascinantes que ofrece.

Camina por las abundantes galerías (recomiendo reservar dos horas por lo menos para hacer esto) y descubre todo lo que necesitas saber sobre la historia de la producción cinematográfica. ¡Las numerosas exhibiciones y exposiciones interactivas te tendrán ocupado toda la tarde!

Visita el Museo Egipcio

Otro museo que tienes que visitar en Turín es el Museo Egipcio, un conjunto de galerías distribuidas en varios pisos y cada una de ellas llena de artefactos antiguos. Este sitio también te va a llevar por lo menos un par de horas (es el segundo museo de este tipo más grande del mundo) pero, si no tienes tanto tiempo, las exposiciones que hay que ver son la del Libro de los Muertos mejor conservado y la de la Esfinge en la sala de las estatuas. ¡Asegúrate de buscar algunas momias y algunos sarcófagos!

Pasea por el Museo de Arte Contemporáneo del Castello di Rivoli

Anna y yo estamos de acuerdo en que la mejor parte de nuestro viaje fue la visita al increíble Castello di Rivoli, una antigua residencia de la Casa Real de Saboya que ahora es un museo de arte contemporáneo. Se encuentra justo fuera de Turín (se puede ir sin mucho problema en metro y luego en bus) y alberga muchas exposiciones permanentes que son fascinantes (entre otras, un caballo disecado colgado del techo) y muchas que son temporales.

Una vez llegues al último piso del museo, sal hasta la plataforma de cristal desde la que hay unas vistas excelentes y saca algunas fotos increíbles para Instagram!

Visita el Museo del Carcere Le Nuove

El último museo en Turín que recomiendo visitar es el Museo del Carcere Le Nuove, una antigua cárcel destinada sobre todo a los partisanos de la Segunda Guerra Mundial que ahora se puede ver con una visita guiada (¡no es necesario reservar: simplemente preséntate allí en el día! ). Siempre me han fascinado las cárceles, así que estaba hipnotizada al pasar por las diversas estancias del lugar: celdas, cámaras de tortura, e incluso una pequeña capilla. De todas formas, me sorprendieron los terroríficos tratamientos a los que los presos tuvieron que someterse.

Solo para que lo sepas: por el momento, las visitas solo se ofrecen en italiano, así que, si no lo entiendes, te vas a perder gran parte de las explicaciones. De todas formas, te darán un folleto con algunas descripciones breves de las estancias principales. Yo diría que este lugar merece la pena visitarlo, con o sin comentarios detallados.

Pasea por las plazas de Turín

Hay muchas plazas («piazzas») por todo Turín y algunas son magníficas. La más grande y famosa es la Piazza Castello, en la que están dos palacios preciosos (ambos abiertos a visitantes), así como cafeterías, teatros, y fuentes. También merece la pena ver la Piazza San Carlo. En ella encontrarás un gran número de tiendas de marca (Gucci y Prada, entre otras), así como dos iglesias muy bonitas.

Visita el Allianz Stadium

Si te gusta el fútbol, no querrás perderte el Allianz Stadium, la casa del Juventus Football Club. Visita su museo para descubrir más acerca de la historia de la entidad o reserva una visita por el propio estadio. ¿Quién sabe? ¡Igual te encuentras con Cristiano Ronaldo!

Visita algunas ruinas romanas

Como muchas de las metrópolis de Italia, Turín fue en su día una ciudad romana y algunas de las ruinas antiguas aun siguen ahí. La que más impresiona es la Puerta Palatina, una antigua puerta construida en la muralla de la ciudad. Miles de años más tarde, todavía parece buena como en su día y no te la querrás perder, sin duda, cuando llegues a la Piazza Cesare Augusto. Cerca de ahí están los restos de un anfiteatro del siglo I y también merece la pena verlas.

Ve de compras

Si te apetece hacer un poco de terapia de compras, tienes que ir a Via Roma. Situada en el centro de Turín, esta calle es el paraíso de los compradores. Tiene multitud de tiendas de lujo, así como maravillas arquitectónicas como sus preciosos soportales. Si quieres tener el menor riesgo posible de vaciar tu cuenta bancaria, entonces vete a Via Garibaldi, (en la imagen siguiente) que está cerca, y allí encontrarás tus marcas de moda favoritas.

¿Con ganas de regatear un poco? Da una vuelta por los puestos de Porta Palazzo, el mercado al aire libre más grande de la ciudad. Allí encontrarás de todo: desde fruta deliciosa hasta zapatos de imitación. Te sentirás como un lugareño más. ¡Pero asegúrate de no comprar tanto que no te quepa en la maleta!

Explora la parte de Turín más comercial

Turín es uno de los centros de negocios de Italia, así que si vas hasta la estación de tren Porta Susa en cualquier momento, asegúrate de mirar por dónde vas y admira los rascacielos que hay por la zona. El Grattacielo Intesa Sanpaolo (en la siguiente imagen) es una estructura particularmente especial y supone un gran contraste con los edificios antiguos del centro.

Haz un viaje de un día

Seguramente tengas cosas suficientes que hacer en Turín pero, si tienes un día libre, ¿por qué no ir a explorar otro pueblo o ciudad? Milán y Génova son las ciudades grandes más cercanas. Si buscas atracciones turísticas en el Piamonte, la mejor opción es la Sacra di San Michele, una abadía en lo alto de una montaña.

Dónde comer

Anna y yo hicimos una compra grande de comida al llegar, así que solíamos comer en nuestro apartamento Airbnb. De todas formas, hay un par de lugares para comer que sí que visitamos y que también te recomendamos.

Sfashion Cafè

El primero es Sfashion Cafè, un restaurante italiano típico en el que nos comimos cada una una gran pizza. Una de las mejores cosas de este sitio es que, al contrario que otros restaurantes de la zona, no tienes que reservar mesa. Entramos, cansadas y hambrientas, y en tan solo un minuto nos sentaron. También recomiendo el el extravagante diseño interior del restaurante: tiene símbolos en neón, móviles colgando y pósteres antiguos.

Caffè Al Bicerin

Otro sitio que visitamos y que nos encantó es el Caffè Al Bicerin. «Bicerin» es el nombre de una bebida típica turinesa y nos dijeron que este era el mejor sitio para probarla. Se parece al chocolate caliente, pero mucho más espesa y con un toque de expreso. No nos decepcionó, para nada. De todas formas, aunque sí que volvería, pediría una bebida sin nata montada. ¡La mía estaba demasiado buena como para terminármela!

Moverse por la ciudad

En lo relativo al transporte público, Turín tiene buenos servicios de bus, tren y metro. Si utilizas el metro, asegúrate de sentarte en la parte delantera del tren, así verás como si estuvieras conduciendo mientras vas por los túneles. Si planeas viajar fuera de la ciudad, Turín también tiene muchas estaciones de tren y de autobús.

¡Y eso es todo, amigos!

Pues aquí está: ¡mi guía definitiva de Turín! Esta ciudad me sorprendió mucho para bien y de verdad que espero poder volver pronto, y no solo porque me muero por volver al Castello di Rivoli. Vete reservando los billetes y... ¡A disfrutar de Turín!

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