III Draakon

Como siempre digo en las entradas de comida, cuando viajo procuro buscar en internet lugares baratos y tradicionales de cada ciudad a la que voy a ir, para que no me pille por sorpresa el llegar a un sitio típico en el centro de la ciudad, ver la cuenta y morirme de un infarto al ver el dineral que me he gastado.

En este caso, llegamos a Tallinn con únicamente dos sitios apuntados en la libreta de viaje. íbamos un poco a ciegas, porque nos habían comentado que comer en el casco antiguo de la ciudad era muy caro y algo que nadie recomendaba, pero los únicos lugares que habíamos encontrado en nuestra búsqueda estaban en pleno centro de la ciudad, aunque todavía no sabíamos dónde.

Y la gente no se equivocaba con eso de que comer en sitios típicos del centro es caro. Porque cuando pasamos por el famosísimo pub-restaurante de Tallinn llamado Olde Hansa Medieval Restaurant, un restaturante que recomiendan en absolutamente todas las páginas, y vimos los precios, salimos corriendo. Y es que este restaurante es conocido por ser el que tiene mejor ambientación medieval mostrada en su gastronomía y en la decoración del lugar. El caso es que sin entrar supimos que el sitio no era más turístico porque no podía, porque pagar 18€ por un plato de salchichas, a no ser que estuviesen hechas de caviar...Así que no, no os recomiendo que vayáis a este restaurante a no ser que os sobre el dinero y os dé igual sentiros estafados con la calidad-precio.

Entonces, si no llegué a comer en este restaurante, os preguntaréis dónde fui a cenar durante mi primera noche en Tallinn. Pues cuando llegamos a la Plaza del Ayutamiento de Tallinn a eso de las ocho de la tarde, decidimos que como no conocíamos los horarios de la ciudad, sería mejor empezar a buscar un sitio para cenar, así que saqué mi libreta y nos dispusimos a buscar en google maps.

Google maps nos decía que el sitio que estábamos buscando estaba en la plaza, pero allí no encontrábamos ningún lugar que se llamase como lo que teníamos apuntado, así que decidimos preguntarle a un chico estonio que pasó a nuestro lado en ese momento. Él conoció el lugar al instante (eso siempre es una buena señal, porque fiarse de la gente de la ciudad que estás visitando a la hora de lugares para comer siempre es una buena opción). Señaló hacia el edificio del Ayuntamiento y seguidamente dijo "Es justo ahí debajo".

Y efectivamente, allí estaba, no solo en medio de la plaza, sino debajo del propio edificio del Ayuntamiento de Tallinn. El llamado III Draakon. Es un lugar bastante pequeño, es normal que a primera vista nadie lo localice a no ser que sepa con antelación que está ahí. Aun así, si miráis hacia el Ayuntamiento y veis a un montón de gente haciendo cola fuera de algún establecimiento, seguro que es ese.

Y es que hace un par de años en todos los blogs que leí hablaban sobre un sitio desconocido y distinto donde se podía comer bien y barato en Tallinn. La verdad es que mis impresiones cuando llegué este verano es que de desconocido ya le quedaba poco, porque las colas para pedir eran largas, y las pocas mesas que había estaban casi todas ocupadas. Y si a las ocho estaba así, os podéis hacer una idea de cómo de lleno estaba en lugar un poco más tarde.

El sitio, como casi todos sobre los que escribo, es una taberna muy curiosa y peculiar. Dentro apenas hay luz para ver lo que estás comiendo, solo en la barra. Lo único que alumbra las mesas son pequeñas velas colocadas en recipientes de cerámica, por eso mucha gente prefiere comer en alguna de las pocas mesas que hay fuera de la taberna, pero para eso tienes que tener mucha suerte y encontrar sitio en cuanto llegues o ir a comer o cenar más pronto de lo habitual.

La decoración es enteramente medieval y bastante lúgubre, en ese sentido no tiene nada que envidiarle al restaurante típico que mencioné al principio de esta entrada. Los muros son de piedra y las mesas viejas son de madera.  Además sobre la paredes hay colgados algunos carteles escritos en tablas también de madera, como si fuesen escudos, en los que se habla sobre las normas del establecimiento. Una de ellas dice que no se pueden sacar fotografías con flash, por eso las fotos que os enseño tampoco tienen demasiada calidad.

¿La comida? Muy barata y sabrosa, con una relación calidad-precio muy buena. Es cierto que tienen muy poca variedad de productos, pero al menos lo que tienen está bastante rico. Cuando fui yo tenían un plato de dos salchichas tipo Bratwurst de origen alemán que costaba tres euros, empanadas individuales de carne salvaje o doméstica, zanahoria o manzana por 1,50€, sopas de alce que no probé que cuestan 2,50€ o costillares completos de más de medio kilo por 10€.

(Fotografía sacada de TripAdvisor)

Además, hay barra libre de pepinillos que se encuentran en un barril enorme y que puedes coger gratuitamente, siempre y cuando puedas "pescarlos" del fondo con una lanza. 

(Fotografía sacada de TripAdvisor)

De beber puedes tomar zumo por 2€, una jarra de cerámica de 33 cl de cerveza por 2,50€ y una jarra de medio litro por 5€. No estoy segura de si se puede beber otra cosa o no, porque ya que estábamos decidimos probar la cerveza, que estaba rica.

En algunas opiniones de TripAdvisor he leído que el servicio fue bastante desgradable con ellos, aunque dicen que la amabilidad del servicio ha mejorado con el tiempo. La verdad es que, al contrario que en otros pubs y restaurantes, aquí no les gusta nada la gente escandalosa y se ponen muy nerviosos si hay demasiado jaleo. Tengo que reconocer que cuando nosotros pedimos fue algo caótico, porque antes de entrar ya tienes que tener idea de prácticamente todo lo que vas a pedir, pero no hay carta fuera donde puedas verlo. La mujer que nos atendió parecía algo molesta con las personas que pidieron delante de mí por este motivo, así que yo fui muy clara al pedir. Debe ser que se dio cuenta de esto, porque conmigo fue muy amable.

(Fotografía sacada de TripAdvisor)

También he leído que la gente se queja de que la bebida y las costillas son muy caras. Estás comiendo y bebiendo en medio de una de las plazas más importantes del casco histórico de Tallinn, la capital más turística del Báltico, creo que es bastante entendible y no tan descabellado que te cobran cinco euros por medio litro de cerveza.

Tampoco podéis esperar que sea un restaurante de calidad ni nada por el estilo, porque es más bien una taberna de paso donder comer rápido y decentemente por un precio mucho más bajo del que lo vas a encontrar en cualquier otro sitio por allí. Como he dicho, es oscuro y tienen poca variedad de comida, pero es un sitio muy original y con comida bastante sabrosa.

Por ello sin duda es un sitio al que yo volvería si tengo la oportunidad de volver a esta maravillosa ciudad. Y es que aquí te aseguras de no gastarte demasiado dinero (a no ser que comas muchísimo y no consigas saciarte nunca, claro) y no salir del centro de la ciudad.