Un día en el cielo - Lungern

Mi amigo y yo planeamos un tour de 12 días por 5 países. Compramos el pase Interflix de Flixbus, es como pagar 100 euros por 5 billetes. Te mandan los códigos que puedes canjear por 5 viajes que tú elijas, la única condición es que tiene que haber un autobús directo. Lo recomiendo muchísimo.

Suiza, o Zúrich para ser más exactos, fue nuestro primer destino. Llegamos allí el 21 de octubre de 2017 a primera hora de la mañana, después de un viaje en autobús de 14 horas desde Budapest. Hicimos couchsurfing y dormimos en un sofá, pero de eso ya os hablaré en mi próximo blog sobre Zúrich. El sitio estaba bastante cerca de la Estación Central. Nos echamos una pequeña siesta y visitamos el lago Lungern ese mismo día en vez de pasear por Zúrich.

Me temo que mi vocabulario se queda corto para lo que voy a describir en este blog, pero aun así voy a hacerlo lo mejor que pueda y espero que las fotografías apoyen un poco mis palabras.

En primer lugar, prepárate para cualquier «susto financiero» en Suiza. Si crees que la gente exagera cuando habla de los precios tan altos de allí, te aseguro que no lo están haciendo.

Cogimos el tren a Lungern. El precio de un billete de ida normal cuesta unos 35 euros, así que como somos estudiantes en Europa los compramos a mitad de precio. Entonces nos sentamos y empezó el viaje. Vino un revisor, comprobó nuestros billetes, nos dio las gracias sonriente y se fue. Nos relajó comprobar que sí que habíamos comprado los billetes correctos. Una vez que dejamos Zúrich atrás, el paisaje se volvía cada vez más y más bonito. Estábamos disfrutando de uno de esos paisajes cuando se acercó otro revisor. Le enseñamos nuestros billetes y entonces nos pidió nuestros carnets de estudiantes. Cuando se las enseñamos nos soltó la bomba de que para permitirnos el descuento del transporte teníamos que ser estudiantes en Suiza, no era suficiente con serlo en Europa. De todas formas sabía que éramos turistas así que solo nos pidió el otro 50 % sin ningún cargo extra.

Calculamos nuestro presupuesto durante un rato pero decidimos no arruinar este maravilloso viaje con preocupaciones. Los paisajes de fuera eran impresionantes. Las verdes praderas, esos preciosos lagos con montañas cubiertas de nieve de fondo. ¡Aunque mi amigo estaba más emocionado por las vacas! Me decía a mí misma una y otra vez que era de verdad, creíamos que nada podía ser más bonito que esto. Pero nos equivocábamos.

Una vez que llegamos a la estación de Lungern y contemplamos la obra de Dios a nuestro alrededor, parecía que estábamos en el cielo. Nos reímos de nosotros mismos por habernos emocionado con los paisajes del viaje.

Era espléndido, magnífico, exquisito, mágico y añade todos los sinónimos de belleza que sepas, te aseguro que no serán suficientes. Tienes que venir y verlo por ti mismo.

Antes de bajar al lago queríamos visitar esta iglesia que se erguía alta y elegante frente a nosotros. Pfarrkirche era una de las pocas y quizá más grandes iglesias católicas en Lungern, construida hace unos 110 años. Queríamos ver el interior pero estaba cerrada.

Mientras estaba echando fotos allí, este hombre se unió a una. No pudimos hablar el uno con el otro por las barreras del idioma, pero las sonrisas y los gestos de amistad y paz que compartimos son símbolos de una comunicación exitosa.

Las vistas desde la terraza eran… no diré nada, míralo tu mismo.

Y sí, ¡mi amigo estaba ocupado con las vacas!

Esta es una de mis mejores capturas, espero que puedas apreciar la intensidad del puño; si le llega a golpear en la cabeza o el cuello, probablemente habría muerto o al menos se habría desmayado un rato.

Tomamos un montón de fotos y seguimos andando hacia el lago. Un primer plano de una vaca, por si algún lector es tan amante de las vacas como mi amigo.

Al final nos sentamos cerca del lago un rato, hablando de lo precioso que tiene que ser el cielo, porque nuestra imaginación no llegaba más allá. No puedo agradecerle lo suficiente a Dios por dejarme contemplar esta parte del mundo. Todo era tan sereno y tranquilo, no quería irme de allí, de verdad que gritar «¡por favor que alguien me adopte! ».

Mientras que volvíamos a la estación nos encontramos con un extra en el viaje. Había una banda que seguramente estaba ensayando para algún evento y disfrutamos gratis de la música en directo. Ahora era más que perfecto, el paisaje y la maravillosa música.

El viaje nos costó unos 70 € solo de transporte, y para los estudiantes puede que sea mucho, pero de verdad que nunca he estado tan satisfecha después de haberme gastado tanto dinero. Y en cuanto pueda lo visitaré de nuevo sin pensármelo dos veces.

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