La vuelta al mundo en 59 días. Segunda parte: 14 cosas que hacer en Santiago de Compostela

La vuelta al mundo en 59 días. Segunda parte: 14 cosas que hacer en Santiago de Compostela

¡Hola a todas y a todos! ¿Recuerdan mi entrada anterior en la que les empecé a contar sobre mi viaje alrededor del mundo? Para refrescarles la memoria, les explico brevemente que se trató de un viaje que inició en América, continuó en Europa y tuvo como último destino Asia, para después volver al continente americano de donde había partido 59 días antes. Ya les hablé de mi primer trayecto y de los primeros días que pasé en España, más específicamente en Santiago de Compostela, en cuya universidad estuve haciendo una estancia de investigación por casi dos meses. Como esta ciudad tuvo un lugar tan importante en mi vuelta al mundo, me parece justo que le dedique toda una entrada. Lo que ahora quiero hacer es recomendarles 14 cosas que no pueden dejar de hacer si visitan Santiago de Compostela.

¡Santiago de Compostela es una ciudad tan pero tan especial! Estuve viviendo en ella por casi dos meses y tuve oportunidad de hacer cosas diferentes que hicieron mi estancia única. Dejando a un lado toda la nostalgia que me está llegando con los recuerdos de esta ciudad, les platicaré ahora sobre algunas actividades que hice y que seguramente no aparecen en cualquier guía o blog sobre Santiago de Compostela, pero que definitivamente deben realizar para pasar la mejor estancia y vivir la mejor experiencia en esta ciudad increíble. Además de hacer lo típico que les dirán los otros blogs y las otras guías, como visitar la Catedral y su imponente plaza o algunos museos y plazas de la ciudad, hay muchísimo más por vivir en Santiago de Compostela, y es precisamente esto, lo no tan típico, lo que yo les recomendaré en esta entrada.

Ahora sí, aquí están las 14 cosas que deben de hacer si visitan Santiago de Compostela:

1.- Hacer un picnic en la plaza del Obradoiro

La plaza del Obradoiro (praza do Obradoiro, en gallego) es la más importante de la ciudad, y yo diría también que la más bonita. Es en esta plaza donde se encuentra la catedral, una de las joyas más bellas de Galicia, y el destino de miles y miles de peregrinos y peregrinas que caminan cientos y cientos de kilómetros para encontrarse con ella. La plaza no solo es bonita, sino que tiene un ambiente realmente único, que se debe precisamente a los peregrinos y peregrinas y a su emoción al llegar después de vivir quién sabe cuántas cosas.

Los peregrinos y peregrinas llegan con tanto cansancio y al mismo tiempo tanta emoción a este lugar, que las reacciones son múltiples, pero una de ellas es llegar a sentarse o a acostarse en medio de la plaza. Muchas veces incluso se ponen a comer ahí para reponerse del largo camino que recorrieron hasta ahí. Fue así como a mi amiga Aze y a mí se nos ocurrió que era un buen lugar para hacer un picnic.

Lo que nosotras hicimos fue llevar sándwiches, fruta, jugo, tinto de verano y agua, (se pueden observar los restos en la foto anterior)  y sentarnos en el lugar de la plaza que más nos gustó. Lo hicimos en la tardecita, a eso de las cinco o seis, cuando ya el sol había bajado y había partes de la plaza con sombra. Desde donde nos sentamos teníamos una vista preciosa de la catedral. Fue una experiencia que disfruté mucho, por el lugar, por la compañía, por el ambiente y por la comida, y es por esto que ahora se lo recomiendo a ustedes.

Ahora les dejo una foto de la vista que teníamos de la catedral desde nuestro espacio de picnic. Miren qué belleza:

2.- Dar un paseo por los parques más importantes de la ciudad

Hay tantos pero tantos parques bonitos en Santiago, que les tomará un buen rato recorrerlos todos, pero por favor no dejen de hacerlo, que son lugares imperdibles de la ciudad. Si bien quedan fuera del centro histórico, merecen una visita tanto como ese.

Uno de los parques que más visité fue el Parque de Belvis, en donde los martes en la tarde se pone un mercadito orgánico. Una de sus características especiales es que tiene un laberinto.

Ahora les dejo una foto de uno de los parques más grandes, que combina naturaleza con construcciones más o menos en ruinas y le da cierto toque de misterio, pero es precioso: el Parque de Galeras:

Otro de los parques más importantes y más imperdibles es el Parque Alameda, que se encuentra justo a un lado del centro histórico. De este les contaré más detalles más adelante.

El Parque de Carlomagno, ubicado frente al centro comercial “Área Central” es también muy lindo, pero más que para pasear, se los recomiendo para hacer ejercicio. Es en este parque donde yo me iba a correr (hay unas escaleras muy altas y una pendiente muy pero muy inclinada, yo solía subir y bajar ambas lo más rápido que podía) y a hacer uso de los aparatos como de gimnasio que ahí había para ejercitarse gratuitamente.

En el Parque de Vista Alegre, además de pasear se puede visitar el Museo de Historia Natural. Yo nunca lo visité por falta de tiempo y de dinero, pero imagino que debe tener cosas interesantes. Muy cerca de este, se encuentra el Parque Xixon, que, aunque sencillo, también es muy bonito y agradable, y se encuentra conectado prácticamente a otros grandes parques que son el Parque Fermín Bouza Brey e Alexandre Bóveda (lo sé, tiene un nombre muy largo), el Parque Eduardo Blanco Amor y el Parque da Ponte Mantible. Estos últimos realmente no los visité, solo llegué a verlos a lo lejos, esperando, sin éxito, encontrar después el tiempo para recorrerlos bien.

Se preguntarán tal vez si tengo un favorito. Pues bien, es muy difícil elegir porque, como les digo, todos los parques son preciosos, pero si debiera elegir uno, elegiría el Parque de Bonaval. Es un lugar muy grande y tiene tanta tranquilidad y paz que algunas veces llegué a ir ahí a estudiar. Tiene incluso un arroyo ahí dentro, y el sonido de su agua que corre es uno de los pocos que se pueden escuchar ahí adentro. Ahora les dejo una foto de su entrada:

3.- Visitar la biblioteca general (palacio de Fonseca)

Como parte de mi estancia de investigación tuve que visitar diferentes bibliotecas de difererentes facultades de la universidad, y fue gracias a esto que conocí un edificio muy bonito que estaba en pleno centro, pero nunca le había prestado atención cuando pasaba junto a él. De no ser porque fui a la Biblioteca Xeral da Universidade de Santiago de Compostela, que se encuentra en la segunda planta del edificio, nunca habría dado con este, que fue uno de los que más me gustó del centro. Es un edificio al que se le nota que es muy antiguo. Tiene incluso ciertos aires de descuido, pero esa quizás es una de las cosas que lo hacen tan especial. Solo miren esta foto de su patio, ¿no les parece un lugar hermoso?:

El edificio en realidad no es nada más la biblioteca, sino que su nombre oficial es el de Palacio de Fonseca, y se encuentra justo frente a la plaza del mismo nombre (no dejen de visitarla, es muy linda también). Además de ser biblioteca, tiene las oficinas de la USC adonde deben dirigirse los y las estudiantes internacionales para el registro, así que si ustedes van como estudiantes tendrán que pasar por este bello edificio antes de iniciar sus clases. Aparte de todo esto, también aloja un museo que pueden visitar. Yo nunca lo visité y no sé bien ni de qué sea el museo ni si su entrada es gratis, pero si les interesa pueden investigar más por internet o ya estando ahí mismo.

4.- Realizar un tour de tapas

Nos vemos muy contentos y contentas, ¿verdad? Es porque estábamos pasando un gran rato "tapeando"...

Una de las costumbres españolas que más me gustaron fue la de tapear, y fue aquí, en Santiago de Compostela, donde la conocí. La cosa funciona así: uno o una va a un bar y se pide una bebida (vino, cerveza, refresco, lo que sea). Pero no te llevan solo la bebida que pediste, sino que para acompañarla te dan “tapas”. Si ustedes no saben lo que son las tapas, se los explico, es algo muy sencillo: son pedacitos de pan (bolillo) que pueden ir acompañados de jamón, queso, o algún guisado o salsa. Tapear es entonces ir a un bar a beber algo y comer tapas. Y resulta sumamente barato (para los estándares europeos, claro), porque solo debes pagar el precio de tu bebida, y las tapas vienen incluidas.

Pero ojo, que no cualquier lugar donde pidas una bebida te la van a dar con tapas. Los bares-pubs donde sí podrán ir a tapear en Santiago de Compostela son los siguientes: el "Mesón 42", la "Tita", "Ventoselas" y "O Filandón". Seguro que hay más, pero esos son los que conozco y recomiendo ampliamente. Créanme que con esos tendrán suficiente al menos para una noche de tapas. Pueden ir primero a uno, luego a otro, y así sucesivamente a probar diferentes tapas y beber diferentes cosas a lo largo de una noche. Nosotros (los de la foto) lo llegamos a hacer y con esos lugares que les recomendé nos fue suficiente para comer bien, beber bien y pasar un gran rato en el centro de la ciudad.

Les recomiendo otro pub que, aunque no da precisamente tapas, sí te ofrecen otras cosas; es muy bueno y muy bonito.  Se trata del Pub Momo, del que pueden encontrar más información si dan click a este link.

5.- Ver la sombra del peregrino

Ahora les hablaré de algo que no cualquiera que va a Santiago de Compostela es capaz de descubrí. Yo lo descubrí solo porque mi amiga Fer que llevaba ya casi un año viviendo en la ciudad me lo explicó.

Esto es algo que tienen que hacer de noche, o al menos cuando esté oscuro y estén prendidos los faroles (será a diferentes horas, dependiendo de la estación del año). Deberán de rodear la catedral por su lado izquierdo. Si ubican dónde está la fuente de los caballos, se trata de la plaza que está justo arriba de esta. En una esquina de la catedral, si miran con atención detrás del poste de piedra, verán una sombra que tiene la forma de un peregrino. Pueden verla en la siguiente foto: es muy clara, tiene su sombrero y su bastón.  

Si les parece difícil dar con esta esquina, no se preocupen, que realmente es muy fácil, generalmente hay personas apuntando hacia la sombra o tomándole fotos. Entonces si de noche se van por el lado izquierdo de la catedral y encuentran a alguien tomándole foto a una esquina, ahí encontrarán la sombra del peregrino.

6.- Tomarle una foto a la catedral de noche

Ya que estamos hablando de actividades nocturnas, les diré de otra cosa que deben hacer si llega la noche y ustedes están en el centro histórico de la ciudad. Vayan a ver la catedral de  noche. Yo estoy convencida de que no es lo mismo ver una ciudad con luz de día que con luz de noche, y esto aplica perfectamente para la catedral de esta preciosa ciudad.

De día esta catedral es hermosa, y eso ustedes seguramente ya lo sabrán en cuanto la vean por primera vez, pero de noche también lo es, y de una manera diferente. Como iluminan la catedral de maneras diferentes y especiales, la verán con diferentes luces y se darán cuenta de que, aunque sí cambia su aspecto por la luz, sigue siendo una verdadera belleza.

Solo tienen que ver esta foto para comprobarlo. 

A veces me tocó ver que  la iluminaran con luces de colores diferentes (como azul o rojo), pero la pongan del color que la pongan y con la luz que sea, deben admirar esta magnificencia arquitectónica bajo todas las luces que se pueda.

7.- Ir a bailar con los tunos

Los tunos son lo que aquí en México llamamos “Estudiantina”. Aquí en Santiago de Compostela se ponen a tocar prácticamente todos los días en el espacio que hay debajo del palacio de Raxoi, justo en frente de la Catedral. El ambiente es muy bonito, pues hay locales, extranjeros y extranjeras, turistas, peregrinos y peregrinas, gente de todos lados y con muy buen ánimo y  mucha alegría, todos y todas bailando al son de las canciones de diferentes países que tocan y cantan los tunos.

Cantan en su mayoría canciones españolas o incluso de la región, pero, como les digo, llegan a cantar canciones de diferentes países. De canciones mexicanas, a mí me tocó ver que cantaran "Cielito lindo" (típico) y una de José Alfredo Jiménez. Me pareció muy bonito verlos a ellos, a los tunos, y al público, gente de quién sabe dónde, disfrutar de estas canciones que eran un pedacito de mi país que podía tener desde el otro lado del mundo.

Lamentablemente no tengo fotos de esto, porque lo que hacía cuando iba era más bien tomar videos, pero espero que con que les asegure que el ambiente es genial y el espectáculo muy recomendable ustedes puedan creerme. Por lo que respecta al espacio donde se lleva a cabo, no les será difícil dar con él: realmente es en frentito de la catedral. El espectáculo es aproximadamente entre diez y once y media de la noche. Pueden ir a ver unas cuantas canciones o a ver todo el show, lo importante es que vayan, canten, bailen y se diviertan en este bonito espectáculo. No es obligatorio pagar, pero se les puede dejar una propina. También, si les gusta mucho su "performance", pueden comprarles discos que venden ahí mismo.

8.- Alimentar a los patitos del Auditorio de Galicia

Todos los días para ir a la Facultade de Filoloxía, donde solía trabajar, pasaba yo por afuera del Auditorio de Galicia. Fue así como supe de la existencia del lago que se encuentra justo junto al auditorio, donde hay patos (o quizás sean gansos u ocas, realmente no sé mucho sobre estas especies) nadando. No solo es agradable pasar a un lado o dar un paseo por esa zona de jardín y naturaleza, sino que es muy bonito acercarse al lago para ver a los patitos nadar Y más bonito todavía, al menos para mí, era ir a verlos comer. O al menos es algo que yo disfrutaba mucho. Casi todas las veces que me llegué a acercar había  otras personas (familias con niños y niñas, sobre todo) dándoles pan a los patos. Además de estos había palomas aprovechando la ocasión y agandallándose la comida de sus parientes aves.

 Si ustedes, como yo, son amantes de los animales, no pueden dejar de ir a conocer a  estos patitos, y si tienen la oportunidad de llevarles algo de comer, les aseguro  que ellos se pondrán muy contentos.

9.- Asistir a las fiestas del Apóstol

Las fiestas del Apóstol son las fiestas más grandes de la ciudad. Conciertos, espectáculos y fuegos pirótecnicos son solo unas cuantas de las actividades que tienen, y que nadie que esté en Santiago la segunda mitad del mes de julio se podría perder. Yo fui verdaderamente afortunada de poder estar en la ciudad para estas grandes fiestas, y sobre todo para el día más importante, el 24 de julio, día del apóstol Santiago, que es el patrono de la ciudad, evidentemente.

Lo que yo disfruté más de las fiestas, aunque todo estuvo fenomenal, fue el espectáculo de luces y sonido (mapping y fuegos artificiales) que hubo la noche del 23 de julio, en vísperas del gran día de la ciudad. Fue simplemente uno de los espectáculos de este tipo más bellos que he visto. No, no es cierto. En realidad fue el más bello que he podido ver en toda mi vida.

El espectáculo se llevó a cabo en la plaza del Obradoiro, con vista  hacia el palacio de Raxoi y no hacia la catedral. No recuerdo la hora exacta a la que empezó, creo que fue por ahi de las 11 de la noche, pero les recomiendo que lleguen desde mucho antes (antes de las 9 al menos), porque cierran el acceso a la plaza cuando esta se llena. Cuando yo fui había muchísima gente, y mi amiga Aze y yo apenas tuvimos la suerte de poder entrar. Tomen sus precauciones para cuando vayan, pero de ninguna manera se pierdan esta maravilla de espectáculo. Es lo más grande de todas las celebraciones al apóstol

Les dejo una foto en la que simplemente se puede ver una de las tantas maravillas que me toco ver esa noche en la Plaza del Obradoiro.

10.- Ver la catedral desde el Alameda

El Parque Alameda, del que les hablé un poco antes, es un lugar muy muy grande y muy agradable para pasear. Una de sus muchas bellezas es que tiene una especie de mirador que da hacia el centro de la ciudad, desde donde se ve, por supuesto, su construcción más alta: la catedral. Es preciosa la vista desde aquí. Bueno, la vista de la catedral es preciosa desde donde sea. Yo les recomiendo venir aquí a admirar esta belleza de ciudad y a tomarse unas cuantas fotos con la catedral. Yo llegué a ir tanto de día como de noche, y en las dos ocasiones se pudo ver y apreciar muy bien esta joya de la ciudad desde aquí.

Les comparto una foto  que tomé la primera vez que fui a este mirador:

11.- Tomarse una foto con las Marías

Ya que estamos hablando del parque Alameda, de una vez les recomiendo que se tomen una foto con una de sus esculturas, cuya historia es en realidad muy simpática. A mí me la contó mi amiga y roomie Ingrid, porque a ella se la habían contado unos locales cuando vieron que ella se estaba sacando una foto tomando de la mano, inocentemente, a la escultura.

La historia es la siguiente: había una vez un par de señoras, las Marías, quienes, tras quedar viudas a causa de la guerra civil, se fueron a este parque y se pusieron a tocar a todos los hombres que veían pasar. Y cuando digo tocar quiero decir que les agarraban el trasero. Hicieron una escultura en su honor con la que es muy divertido tomarse fotos. Qué tipo de fotos se tomen ya dependerá de su creatividad y de si quieren o no ajustarse a la leyenda. Pueden tomarse fotos tomándolas de la mano, como hizo Ingrid en un principio, o bien rindiendo homenaje a la leyenda.

Les comparto una de las que yo me tomé:

12.- Pasear por la ciudad en la madrugada

Santiago de Compostela es una ciudad de verdad pero de verdad muy segura. A mí, que vengo de México, un país al que definitivamente no se puede describir como seguro, sinceramente me sorprendía que tanta seguridad y tanta tranquilidad fueran posibles. Llegué a pasear con mis amigos y amigas en horas muy altas de la madrugada, y nunca corrimos ningún peligro ni riesgo. Las calles del centro suelen tener gente paseando a estas horas, o a las personas que salen de los bares cuando terminan de tapear, y fuera del centro, a pesar de que las calles están vacías, no se siente ningún peligro.

Siempre es bueno tener sus precauciones, claro, sobre todo cuando una está tan acostumbrada a eso, pero todo el mundo que conoce esta ciudad me ha asegurado que nunca pasa nada malo. Es por esto les recomiendo caminar con la ciudad por la madrugada, porque es seguro, es tranquilo y desde luego es muy bonito. Como ya les dije, yo creo que es muy bello conocer un lugar bajo todas las luces que se pueda, y Santiago es el lugar ideal para hacerlo. Así que después de que se hagan su tour de tapas, pueden irse a dar un paseo por las calles del centro o por el parque Alameda, y verán lo bonito que es.

13.- Caminar por el Franco

La Rúa do Franco (o calle del Franco en español) es una de las principales calles del centro histórico de Santiago de Compostela. Conduce desde la plaza del Obradoiro hasta el Parque Alameda. En ella abundan los negocios. Si están buscando una tienda de recuerditos, joyerías, dónde comer o dónde beber... en esta calle lo encontrarán todo. Si quieren probar la famosa Tarta de Santiago, basta con que caminen por esta calle para que les den pruebas gratis y descubran el sabor de este rico postre gallego. Es en esta calle donde se encuentran dos lugares de los que ya les hablé: el mesón 42 y la Biblioteca Xeral o Palacio de Fonseca. Así que no se pierdan de un paseo por esta calle céntrica y llena de vida.

14.- Probar la gastronomía gallega

Finalmente, aquí está el número 14 de esta lista sobre cosas que hacer en la bellísima ciudad de Santiago de Compostela: probar todo lo que puedan de gastronomía típica de la región. Les he dicho en otras entradas que de Galicia solo puedo decir cosas buenas, y su gastronomía no es la excepción. Tienen una oferta gastronómica más o menos variada y muy pero muy rica. Los platillos que probé y me encantaron fueron el pulpo a la freira y los pimientos de padrón (que unos pican y otros no). Como postre les recomiendo la tarta de Santiago y las galletas que se llaman caprichos, ambos están elaborados a base de almendras y ambos los pueden probar en los negocios especializados de la calle del Franco. Finalmente, para beber  les recomiendo los vinos de la región, aunque realmente no son nada muy particular, pero sobre todo les recomiendo que prueben la crema de orujo.

 Esta es una foto de una tarta de Santiago que compré en una panadería de la calle de San Pedro:

Si hacen estas cosas cuando visiten Santiago de Compostela, ya sea después de hacer el camino, ya sea porque estudiarán ahí, ya sea por mero turismo, les aseguro que disfrutarán mucho más su estancia que si solo hicieran lo básico, además de que se llevarán recuerdos muy bonitos y experiencias y vivencias prácticamente únicas. Espero que disfruten esta ciudad maravillosa tanto como la disfruté yo.

¡Gracias por su atención y hasta la próxima!

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