Sundhöll Reykjavikur

La capital islandesa cuenta con varias piscinas y centros de bienestar. Resulta que la más cercana a mi casa y al centro de la ciudad es la de Sundhöll Reykjavikur.

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La entrada cuesta 1000 coronas islandesas con el descuento de estudiante, o sea, unos 10 €. Pero tened cuidado porque si alquiláis una toalla, sube el precio.

Al entrar a los vestuarios, hay una estantería disponible para dejar los zapatos. Todo el mundo o casi todo el mundo los deja fuera de los vestuarios, así que yo seguí el ejemplo y os puedo asegurar que no hay ningún problema: seguirán ahí cuando salgáis. Para la etapa vestuario/ducha, creo que es importante destacar que, como en la mayoría de los países nórdicos, los islandeses no son muy púdicos... Que no os sorprenda si os echan alguna que otra mirada cuando os duchéis en bañador.

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En este centro acuático, podréis encontrar: una piscina lúdica, caliente, con poca profundidad, especialmente acondicionada para los más pequeños; una piscina de 25 m con 5 calles y a una temperatura más razonable para los nadadores; un baño caliente (38 ºC) en el que la gente concentra a las horas puntas, el cuerpo caliente y la cabeza fría. Hasta aquí la parte exterior en la que encontraréis también hamacas. Yo probé la divertida experiencia de tumbarme allí, al sol a 4 ºC. ¡Me puse morena! Después, si os dirigís hacia el final de la piscina de natación, a mano derecha, encontraréis un baño frío (a 18 ºC creo) al lado de una sauna a 85 ºC. Es una de mis actividades favoritas cuando voy a un spa y, aunque estoy algo acostumbrada, me hizo sudar la gota gorda. Por último, justo enfrente, detrás del baño caliente exterior, está la puerta de los vestuarios masculinos que lleva igualmente a una escalera. En lo alto de esta escalera, encontraréis una piscina de natación interior, una sauna (aunque estaba cerrada cuando yo fui) y 2 piscinas calientes, una a 38 ºC como la de abajo y otra a 40 ºC. Parece mentira, pero esos 2 ºC de diferencia son muchos y hacen que nos pongamos como un tomate enseguida. Por otro lado, estos baños están menos abarrotados de gente que los de abajo.

Pasé un rato muy agradable en la sauna y en los baños calientes y creo que se trata de un lugar ideal para poner fin a un día sin parar de andar, ya sea en la ciudad o en los alrededores.