Viaje de fin de diciembre 4
Ya habíamos recorrido Torino, San Remo, Niza, Mónaco, Marsella, Montpellier y Toulouse hasta el momento, y solo quedaba el último destino de nuestro viaje, Barcelona.
La importancia de hacer amigos.
La principal ventaja de nuestro viaje por Barcelona fue que ya teníamos amigas en la zona, las catalanas más divertidas y simpáticas del erasmus, eran todas unas celebridades y tenían cada historia y experiencia “para partirse en dos”. Regresaré un poco la cinta para explicar al cómo nos conocimos, en los primeros días, Omar iba con toda la actitud de conocer personas, y abordó a las tres chicas que estaban sentadas en unas bancas cerca de la oficina de Esn, en el campus Leonardo, posteriormente siguió en contacto con ellas y acordó el vernos en una de las fiestas de Erasmus. Old Fashion estaba caracterizado por tener los famosos aperitivos (una especie de buffet) previo a la fiesta, al inicio no tenía ningún costo si contabas con tu tarjeta de ESN y posteriormente comenzaron a cobrar 1 euro, supongo que empezaban a ver que los estudiantes extranjeros solo llegaban comían y se iban sin ningún consumo, creo que eso era una receta infalible.
Llegamos a Old Fashion y las encontramos, fue ahí donde yo las empecé a tratar y donde me recibí la más divertida sorpresa, una de ellas, Lynn, es de ascendencia asiática y claramente podrías decir que no es una española, por lo que cuando nos paramos para tomar un poco de postre le comencé a hablar en inglés. -Pero porque me habláis en inglés tío.- me dijo con un acento español fuertemente marcado, jamás me lo hubiera esperado.
Regresando a la historia inicial, el grupo de catalanas se encargaron de hacer que nuestra estadía en Barcelona fuera de lo más increíble, bien he dicho que la impresión de los lugares depende demasiado en con quien los visitas, si viajas a un lugar increíble pero tu compañera/o de viaje es nefasta/o no lo disfrutas completamente y quizá hasta te amarga el viaje. La que abrió las puertas de su casa y nos ofreció un techo donde dormir fue Edra, la Miss Erasmus, pero esa es historia para otra publicación, ella, sus papas y su hermano nos enseñaron el significado de hospitalidad y calidez española, no vivían específicamente en Barcelona sino en una ciudad a unos 30 minutos aproximadamente en tren, me parece que era pasando Monserrat porque recuerdo que nos contaron del monasterio en la montaña.
Primer recorrido por la ciudad.
Recuerdo que llegamos en la madrugada, porque tomamos un autobús con rumbo a la Sagrada Familia, si quieres tomarle una foto sin cualquier turista estorbando, puedes ir de las 2 a las 6 de la mañana, te aseguro que cuando todos duermen, no hay quien te arruine una foto, nos tomamos varias fotos y posteriormente fuimos a desayunar lo primero que encontramos abierto, un café y unos panes en una panadería, el viaje fue cansado y de cerca de seis horas, así que este rápido desayuno nos cayó como gloria.
En la foto: La Sagrada Familia con iluminación nocturna (créditos de foto a Omar Seguel)
Nos encaminamos a encontrarnos con Edra, Lyn y Martha para el respectivo tour por la ciudad, la ciudad es tan grande y tiene tantos destinos turísticos que es necesario invertirle cuando menos una semana diría yo, caminamos para observar el arco triunfal, rodeamos el zoológico por donde muchos años estuvo el único gorila albino del mundo, Copito de Nieve, seguimos caminando para llegar a la bahía y de ahí cruzamos la rambla del mar que es el camino que te lleva al acuario y a un centro comercial bastante amplio.
Regresamos para observar al descubridor de américa, una inmensa columna de mucha altura coronada por un mundo y Cristóbal Colón apuntando hacia el nuevo continente, siempre se pelearán el verdadero origen de este personaje, pero yo no dejo de preguntarme como seríamos los mexicanos si no hubiera existido ese mestizaje.
Del monumento a Colón puedes seguir caminando por la bahía para llegar a los jardines de Mossen Costa i Llobera o al Castillo Montjuïc, puedes tomar la Av.del Parallel en transporte público para llegar a la Plaza españa y ya de ahí moverte a cualquier punto, ya que en lo personal me di cuenta que es como de los puntos más conectados de la ciudad, puedes tomar la rambla que es un emblemático corredor peatonal (hay que tener cuidado que tiene mucha fama de ser el lugar favorito de los carteristas), o regresarse un poco y adentrarse al barrio gótico; esta última fue la decisión que tomamos.
El barrio gótico es de los puntos más forzosos para visitar en Barcelona, ¿Por qué? Es nada más y nada menos que el lugar más antiguo de la ciudad y prácticamente el centro de la misma, su traza urbana (para los no arquitectos significa como están trazadas las calles) no responde a la simetría y ordenamiento de los últimos años de los romanos, sino al inicio de desarrollo de esta cultura, cuando el crecimiento era más orgánico y los caminos eran estrechos y serpenteantes. Por claras razones el estilo arquitectónico que predomina en las edificaciones del barrio es el gótico, y se pueden encontrar diversas construcciones imponentes, como lo es la Catedral de la Santa Cruz, La Plaza Real (buen lugar para venir de noche por la variedad de bares y lugares de fiesta), la Iglesia de Santa Ana, el Palacio Episcopal, ¿han escuchado de la novela del escritor Ildefonso la catedral del mar? Pues también te puedes encontrar el famoso templo mariano, Santa María de la Mar, que se menciona en la novela.
En la foto: El museo de historia de Barcelona ubicado en el Barrio Gótico.
Cruzamos la Rambla para ir al famoso mercado de La Boquería, es un mercado bastante amplio donde puedes encontrar una amplia variedad de productos locales y algunos exóticos, es el mercado más emblemático de Barcelona y probablemente de Cataluña, por este mismo motivo recomiendo que este sea un destino más para ver pero que no se pretenda comprar algo, ya que a diferencia de la creencia de que los mercados son los lugares más baratos para comer, este entra en las excepciones.
A continuación una serie de fotos de cosas que me llamaron la atención del mercado:
-variedad de especies y hierbas finas.
-No se si me da hambre o asco al verlos.
-Jamás había visto esa clase de huevos.
Creo que para ese momento el hambre comenzaba a apoderarse de nosotros y recorrimos la Rambla en dirección a la plaza de Cataluña, que también está demasiado bien conectada, se podría decir que es uno de los puntos donde se fusiona el Barcelona moderno con el antiguo, a sus alrededores te encuentras con bares, restaurantes, centros comerciales, tiendas departamentales, hoteles, el corte inglés, y es donde generalmente te citan para dar inicio a los free walking tours.
Fuimos al restaurante de los 100 montaditos a satisfacer al estómago y con tan solo recordar en este momento con aquellas tapas, comienzo a salivar a chorros, un montadito es lo que en México se conocería como una torta, pero de tamaño mini, su pan tiene un sabor tan peculiar que se acompaña con una amplia variedad de carnes y otros ingredientes, son crujientes, sabrosos y a buen precio, no por nada esta franquicia ya opera en diversos países, y agradezco de todo corazón su presencia en México.
Cerrando la noche
Ya de noche fuimos a Montjuic, donde a determinadas horas puedes apreciar un espectáculo de luces, agua y sonido, puedes visitar el Museo Nacional de Arte, el Castillo, tener una impresionante vista de la ciudad y otras tantas cosas. Ya acabado el espectáculo nos fuimos a la casa de Edra para finalmente dormir y descansar de tan ajetreado viaje y de haber caminado todo el día conociendo la ciudad.
En la foto: la impresionante iluminación y arquitectura de la antigüa fortaleza militar, hoy el museo nacional de arte de catalyña.
Qué maravilla fue el saber que nos esperaba una cena y una acogedora familia, este largo viaje estaba cerrándose con broche de oro.
Galería de fotos
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