VIaje a Turquía 4 - Denizli

La ciudad de Estambúl me había sorprendido y maravillado, pero no sabía que eso era tan solo el inicio, por la siguiente mañana nos tuvimos que despertar a muy tempranas horas para poder tomar el avión de Estambúl a Denizli, ibamos en dirección al sur oeste de Turquía para ver unas sorprendentes maravillas naturales. ¡Pamukkale!

Pamukkale

Nuestro viaje estuvo muy bien organizado, algo que no hubiera ocurrido por cuenta propia, por lo que le estoy completamente agradecido a la pequeña turca, en cuanto llegamos a Denizli, se encontraba un chofer esperandonos para llevarnos a Pamukkale, el viaje, fue de cerca de una hora.

En la foto: la primera impression de Pamukkale en cuanto llegamos.

La palabra Pamukkale significa algohódon de azucar, y el lugar es conocido por sus aguas termales, éstas, brindan una enorme cantidad de calcio, después de tantos años la mezcla de condcionantes del lugar  dan como resultado un hermoso monte blanco que reluce bajo la luz del sol,  That area is known with its hot springs. Those hot springs intent to leave high amount of calcium deposit. In the end, after many years, nature gives us the amazing beauty of white hill which is shining under the sun light, travertinos, agua pura y arcilla curativa con excelentes propiedades para la piel.

Caminamos hasta la entrada de la zona y ya estabamos enterados del ritual, había que quitarse los zapatos como regla para poder subir y caminar entre los travertinos. Era temprano aún, el agua estaba algo fría pero no lo suficiente como para no disfrutar de la frescura de la misma e irse calentando paulativamente con los ligeros rayos del sol que comenzaban a acompañarnos.

En la foto: nuestra caminata inicial por Pamukkale.

Es impresionante tartar de imaginar el tiempo que tuvo que pasar para que la precipitación del calcio diera el lugar de esta Hermosa montaña que parecía sacada de cuentos de hadas.

En la foto: la blanca elegancia del lugar.

Ana y yo no sabíamos lo que nos esperaba aún más adelante de aquel facinante formación natural, eramos demasiado suertudos de haber lelgado con anticipación porque tuvimos la oportunidad de pasear por el lugar sin la molesta multitude que arruinara tus fotos o no dejára disfrutar completamente de esa maravilla y poder disfrutar del aire fresco y puro de lugar.

En la foto: my gran obra de arte como uno de los divertidos recuerdos a precerbar. (soy todo un artista).

Hierapolis.

Llegar a la parte elvada de aquella montaña blanca, Pamukkale, nos trajo otra impresionante sorpresa, y eran las ruinas de una vieja ciduad que tenia el nombre de Hierapolis. Hierapolis es considerada como una “ciudad santa” por la numerosa cantidad de templos y estructuras religiosas que la conforman.

Esta histórica region esta rodeada, por su ubicación  geográfica, por una amplia variedad de regions, por lo que es muy dificil saber con exactitud que civilización fue la encargada de aquellas construcciones, hay una probabilidad muy elevada de que Hierapolis fuera una ciudad de la civilización Phyrgia, quienes fueron de las primeras sociedades que se asentaron en el lado asiático de Turquía, se menciona que se construyó dos siglos antes de cristo y que se conserve su estructura original hasta que un gran terremoto le causó grandes daños, a partir de ese momento el imperio romano lo renovó y se convirtió en un imporntante centro Cristiano.

En la foto: algunas vistas de la antigüa ciudad.

En lo personal, la parte que más me gusto de la ciudad fue el anfiteatro, el cual era como un anfiteatro griego, el cuál llevó un largo tiempo de construcción y reconstrucción a mano de diferentes gobiernos para apreciarla enteramente.

En la foto: el anfiteatro de Hierapolis.

Entre las columnas se encontraban las esculturas de diferentes deidades, entre ellas alcanzo a recorder que dos de ellas eran Afrodita y Hera.

Recorrimos un poco más de la ciduad, algunas zonas no eran más que enormes rocas monolíticas que en un pasado formaron parte de una muralla o una puerta, nos maravillamos una útlima vez con el contraste del verde de la naturaleza y el blanco de la montaña calcificada, nos recostamos unos momentos para recargar energía y poder continuar con nuestro viaje.

En la foto: Algunas de las pozas que se forman en la parte superior de la montaña.

Habíamos planeado viajar de noche, teníamos que tomar un autobus de la central de Anatolia para la siguiente parte de nuestro viaje, y era necesario llenar el estómago.

En la foto: Gözleme.

Si hasta el momento han seguido de cerca mi sección de recetas (si no lo han hecho, háganlo, no les tomará mucho tiempo) podrán observar que este platillo tiene una gra familiaridad con las famosas quesadillas, pero de un tamaño mucho mayor, yo les llamaría como una “quesadilla con esteroides”.

Antes de dirigirnos a la terminal y aprovechar un poco de los minutos que aún teníamos, nos fuimos a una parte del poblado donde había una especie de aguas termales brotando en borbotones, siempre he tenido la idea de que no importa si algún detalle de la ciudad no es tan popular o turístico, hay que aprovechar completamente del tiempo y exprimir tanto el lugar que visites que conozcas hasta lo más sencillo del mismo.  

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