VIaje a Turquía 3 - Estambul 3
...Para el resto del día cruzamos de la parte europea de la ciudad a Anatolian a través del segundo puente de Estambúl, puente Fatih Sultan Mehmed.
Los amantes del Bósforo.
Aquí viene la parte romántica de la publicación, construidos en siglos diferentes, dos castillos emergen de lados opuestos del río Bósforo, como dos amantes maldecidos para verse eternamente de frente, pero sin tener la posibilidad de unirse, tan cerca y tan lejos a la vez.
En la primera foto: El puente Fatih Sultan Mehmet y el castillo Rumeli (castillo en turco es Hisarı-Hisar).
Y en la segunda foto: El amante, el castillo Anatolian.
La historia que envuelve a estos dos castillos es en realidad diferente a la que comúnmente se cuenta, estábamos caminando justo a un costado del castillo, entre casas demasiado viejas y un camino antiguo de adoquín mientras escuchábamos la historia de los castillos.
En la foto: La fachada de una casa vieja hecha por placas de acero en 1931 o eso nos hizo pensar el letrero en la misma, también se puede leer la palabra “caferusta” que por lo que me dieron a entender Doğa y su padre era el nombre del autor de la fachada o el dueño, cualquier cosa similar.
El castillo de Anatolia se construyó en el siglo catorce po el imperio otomano, el pueblo genovés tenía una buena relación con el imperio romano y realizaban toda clase de intercambios a través de una ruta comercial que proveía el Bósforo, a el imperio otomano le interesaba dominar la zona por la misma razón y se construyó el castillo para controlar el tráfico del estrecho. Posteriormente la construcción del segundo castillo se realizó por los años 1450 a cargo del sultán Fatih Mehmed, toda esta historia no las iba contando el padre de Doğa con la ayuda de un gran libro que cuenta toda la historia de Constantinopla, yo estaba completamente sorprendido con la cantidad de información que sabía y el interés que la ponía a la misma. Justo la parte interesante de la historia comienza en este punto, ya que Estambúl fue quitada de las manos del imperio Romano en el año 1453, lo que significa que a causa del castillo y el “poderío” del imperio otomano lograron vencer y hacerse con la ciudad, me comentaban que hay toda una leyenda entorno a este evento y que se cuenta como si fuera una gran victoria, sin embargo, la realidad es un poco diferente.
La “gran conquista” no lo fue tanto, el imperio romano se encontraba ya en sus últimos momentos, debilitados por tratar de mantener su expansión y luchar contra diversas culturas en sus diferentes fronteras, esto lo llevo a tener un ejército de poco tamaño, debilitado y atorados en una pequeña región de la ciudad conocida como la “península histórica” (es lo que se consideraría como el casco de la ciudad, donde nació la ciudad y comenzó su expansión, se caracteriza por ser un área amurallada), por ende, de acuerdo al conocimiento y comentarios del papá Doğa, era prácticamente regalado hacerse de Constantinopla una vez establecidos en la costa del Bósforo, por lo que no es la gran victoria como se cree y pregona.
Torre de la doncella o torre de Leandro.
Después de tan interesante historia, una caminata y uno de los famosos cafés turcos, regresamos al automóvil y nos encaminamos con rumbo a Üsküdar.
Haré una pequeña pausa para tomar un poco el tema de café turco, el cual es inclusive considerado como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, debo admitir que yo con anterioridad no lo había escuchado con mucha frecuencia, gracias a la madre de un amigo había probado el café árabe que era lo más parecido que conocía del café turco. El arte comienza desde el modo en que se prepara y se sirve, la bebida es muy consistente, a simple vista podría parecer un chocolate caliente o algo parecido, para su preparación se utiliza un pote para hervir llamado cezve, que es generalmente de cobre y no de gran tamaño. Para acompañarse se sirve un vaso de agua y una “delicia turca” que son pequeños dulcecitos cuadrados como de gelatina cubiertos con de azúcar glas, y el motivo del agua es porque el café es muy concentrado.
Retomando el momento la historia, nos encontrábamos Ana, Doğa, su padre, y yo, en un día soleado, el Bósforo acompañándonos en un costado, y la canción de “la cucaracha” en el reproductor de cds (parece que son algo amantes de la música latina), una mezcla demasiado curiosa, justo en ese instante me sorprendió como el contexto, la música y el momento me dio un aire demasiado familiar con México, justamente en un video grabé como todo hubiera señalado a que me encontraba en México hasta que Doğa y su padre comenzaron a hablar en turco, me di cuenta que hay más parecido entre estas alejadas culturas de lo que jamás me hubiera podido imaginar.
Teníamos que visitar la torre de la doncella, la belleza y símbolo de la ciudad, se cuentan diversas historias y legendas del lugar, se dice que los orígenes de la pequeña isla se remontan al periodo ates de cristo, lo que sí se sabe es que la torre fue construida en el periodo del imperio romano y renovada en varias ocasiones por el imperio otomano.
En la foto: la torre resguardando solitariamente el mar.
¡Recuerdan la historia que conté sobre Hezarfen Ahmed Çelebi, el loco científico que quiso volar? Pues fue justo de torre de la siguiente imagen hasta el punto donde estábamos que logró planear.
En la foto: la torre Galata.
Nuevamente una historia de amor protagoniza la historia de la ciudad, en esta ocasión entre la torre Galata y la torre de la doncella que se dice fueron separados por el Bósforo y su amor permanecerá imposible hasta el final de las eras, una historia trágica de amor casi comparable con la famosa historia de Romeo y Julieta comenzaba a ver al Bósforo como el personaje malo de la ciudad.
Montaña Pierre Loti – Eyüp
Uno de los lugares del lado histórico de la ciudad con la mejor vista del famoso “cuerno de oro”, un estuario que ha servido de resguardo a todas las civilizaciones que han dominado la ciudad, ¿de dónde proviene el nombre de Pierre Loti? Y ¿por qué un nombre francés para tan importante lugar?
En la foto: mirador desde la montaña Pierre Loti.
Pierre Loti trabajó como un oficial naval en los tiempos del imperio otomano, posteriormente escribió una novela que cuenta una historia de amor con una ejemplar descripción romántica de la ciudad, se cuenta que usó sus diarios para escribir la novela y que en realidad escribía de un amor platónico. Sea o no cierta la historia, la gente le agarró aprecio y quiso mantener su recuerdo llamando a este hermoso lugar con su nombre.
Museo de historia panorama 1453.
Antes de finalizar el viaje y comer un exquisito manjar de bolas de carne en un pequeño y tradicional restaurante, nuestra última parada fue el museo, al recordarme de la comida del restaurante y la convivencia, debo remarcar una vez más el cobijo y gran amabilidad por parte de los turcos, recuerdo que al final de la tarde cuando acabamos de comer y nos dispusimos a pagar el papá de Doğa nos hace un gesto para que nos detengamos y nos dice, “no se preocupen, ustedes son los invitados”.
El museo de historia panorama fue el primero en su tipo en el que tuve la posibilidad de entrar, está cerca del barrio de Topkapi y cuenta uno de los años más importantes para el imperio otomano, 1453.
La estructura es a base de una gran cúpula que en su interior está pintado un maravilloso fresco de 360 grados con el más alto grado de detalles, acompañado de esto, un sonido envolvente hace que el visitante se sienta envuelto en la contienda, 1453 fue el año como había mencionado anteriormente, en el que el imperio otomano tomó Constantinopla derrotando al imperio romano, sonidos de cañones, gritos, explosiones, caballos galopando, etcétera, se fusionan para explicar este suceso de una manera vivencial sorprendente.
En la foto: una parte de la pintura del museo histórico 1453.
Sin duda faltó mencionar las veces que salimos por una cerveza de noche, algunos de los antojos del momento, como una papa al horno que le echabas una variedad de cosas; pero si realmente me enfocara en describir esta bella ciudad, tendría que escribir un libro no tres publicaciones, mejor los invito a que se llenen de las maravillas de esta ciudad por su propia cuenta.
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