Para levantarse hay que caer

En muchas ocasiones se oyen las típicas frases de superación personal que hacen relación al esfuerzo o las caídas alas que nos enfrentamos para poder obtener lo que queremos, "Siempre sale el Sol después de la tormenta" "Se aprende de los daños no de los años" o mi favorita "el éxito es un 99% de fracaso" y en esta ocasión voy a estar completamente de acuerdo, porque para una de las mejores experiencias de mi vida tuve que sufrir y luchar por ello.

¿A donde te irás de intercambio?

Yo soy el hijo menor de tres hermanos, y para mi fortuna mis padres siempre han buscado lo mejor para nosotros, y el estudiar en el extranjero fue uno de las opciones que podrían abrirnos los ojos y ampliar nuestro panorama, mi hermano mayor se fue de intercambio un verano a Suecia y vaya que le gustó, quedó tan enamorado del país que durante un tiempo buscó maestrias solamente en ese país, mi hermano mediano no se conformó con irse tan solo un verano o un semestre (que por situaciones económicas era lo que mis padres le podían ofrecer) y decidió buscar entre sus allegados, conocidos y en internet, la forma en que el viaje le costara menos y poder estar todo un año en el extranjero. Lo logró, después de andar investigando, preguntando y dando cartas, el gobierno del estado le otorgó una beca y el gobierno francés lo apoyó con los gastos de alojamiento. Fue así como mi hermano disfrutó de todo un año de una de las ciudades más estudiantil de Francia, Toulouse.

La experiencia de mi hermano y las fotos que subía de sus distintos viajes me entusiasmaron de irme un año tambíen, pero no sabía a donde, nunca lo había pensado a fondo ni sabía muy bien acerca de como funcionaba la cultura europea, pero los padres siempre tienen una mejor percepción de la vida y en muchas ocasiones saben que es lo mejor para sus hijos, y para los míos, Italia era la mejor opción como arquitecto, yo no estaba muy seguro del país, temía que estuviera tomando una decisión tan importante a la ligera y que me pudiera arrepentir en un futuro... por azares del destino escogí Italia, sin embargo, no era tan fácil como escoger el país y ya, había que seguir todo un proceso de selección y papeleo.

  1. Tenías que registrarte en el sistema de intercambios de la escuela pagando una cuota de aproximadamente dos mil pesos mexicanos.
  2. Tenías que llenar una especie de formulario con siete opciones de escuelas en el extranejero, tu primera opción tenía que ser tu plan A, la segunda opción tu plan B, y asi sucesivamente.
  3. Existían dos tipos de intercambio, pagando la colegiatura completa de la otra escuela o pagando la colegiatura de la escuela en México, en la primera no se te mantenía la beca y por obvias razones era más difícil entrar dentro del segundo programa.

  4. Tenías que tener un buen promedio para quedarte en tus primeras opciones, para el Politecnico de Milán, había tan solo 8 espacios a nivel sistema Tecnológico de Monterrey (mi escuela), y son como 32 campus, así que las oportunidades estaban reñidas.
  5. Yo puse el Politecnio Campus Leonardo como plan A, Politecnico Campus Bovisa como plan B, Politecnico Campus Como como plan C, no recuerdo si estaba la opción de campus Torino o algo similar y mis ultimas tres opciones fueron en escuelas españolas, pues no había más opciones en Italia con mi programa.

    Algo que recuerdo muy bien fue que mi madre en esa ocasión me dijo que si quedaba en alguna escuela española no me iban a dejar irme de intercambio, creo que lo que le espantaba era el libertinaje con el que se vive o al menos con lo que se podía ver en las noticias, son meras suposiciones mías.

  6. Finalmente una vez que te habían dado el resultado de una escuela tenías que entregar varios papeles para que te mandaran la carta de aceptación de la escuela y ahí empezó otro sufrimiento...

Fui aceptado, y ¿ahora qué?

Podríamos pensar que lo más difícil estaba hecho, ya había sido aceptado en mi opción B y había entregado mis papeles en tiempo, tenía opciones de alojamiento temporal en lo que buscaba departamento y había comprado el vuelo, nada podía salir mal, ja. esa frase es el preludio de un desastre apocaliptico en todas las películas de Hollywood.

Saqué mi cita para la visa y asistí muy cordialmente a la embajada Italiana, (en este preciso momento me ahorro toda mi furia y enojo y solamente les comento que no me la dieron), la señora que me atendió era lo más insensible y necia y simplemente me la rechazó por que me faltaron unas copias. Permitanme explicar más claramente esta situacion, acá en México se sacan copias certificadas del acta de nacimiento y en situaciones oficiales son las que se entregan, por lo que yo únicamente llevaba esa copia y me pidió otra copia del acta, -Pero se puede quedar con ésta- recuerdo que le argumentaba, pero aún así todo fue en vano. Me pidió que hiciera otra cita en Internet que para mi sorpresa fue un mes después.

En un inicio yo planeaba volar en Septiembre para llegar a un curso de italiano impartido por la escuela, con todo lo que pasó de la visa (sin mencionar el retraso de la carta de aceptación) tuve que posponer el vuelo y volar hasta el 8 de agosto.

Creo que tenemos que buscar una beca

A la par de todo el suceso de la visa y papeleos escolares, estuve buscando alguna beca para aliviar a mis padres con el gasto del intercambio, (la renta mínima de un cuarto compartido en Milán rondaba en los 300 euros) unos 5, 800 pesos mexicanos con el cambio de ese momento, por fortuna y apoyo de los padres de una amiga, recibí un estimulo económico que me ayudaron a sobrevivir un tiempo de mi intercambio, lamentablemente las únicas becas que ofrecía la escuela o el programa de Erasmus, habían cerrado convocatoria tiempo atrás.

Fue una mala noticia, pero tuve que contrarrestarlo comiendo pasta la mayoría del tiempo, el salmón o carne fueron muy contadas las veces que pasaron por mi tracto digestivo, la pizza, la pasta y las foccacias eran el pan de cada día.

Armemos la maleta

Se había acabado la mala racha, tenía algunos dias de un hotel pagados, el vuelo ida y vuelta de avión y todo listo para mi partida, así que lo único que faltaba era hacer la maleta.

Hacer maleta, vaya que es difícil, ¿cómo es que sabes que te tienes que llevar para un año? ¿llevo mi material escolar o lo compro allá? ¿llevo mucha ropa o solamente la necesaria y me compro allá? ¿Cuántas botellas de tequila llevo? y así no paraba el bombardeo de preguntas en mi cabeza, conclusión:

  • Llevar ropa suficiente pero que pueda ser desechada al momento de regresar, quizá un abrigo grande y un traje puedan servir y serán costoso comprarlos (yo jamás usé el traje pero depende de los eventos que pueda hacer la escuela) porcentaje de ropa para la maleta de 32kg = 53%
  • Sobres de atún, no estorbaban y ayudaban los primeros días que te ibas adaptando, chilorio (comida mexicana), cochinita pibil (también comida mexicana), salsa valentina (no puede faltar la salsa en una maleta mexicana), una botella de tequila (por si las dudas) y algunos otros productos mexicanos. porcentaje de comida para la maleta de 32 kg = 40%
  • Material para trabajo escolar, entiendase como material a la computadora portatil, cutter, algunos estilografos y algo de material que no sabría si me iban a costar demasiado y además eran faciles de llevar. porcentaje de material para la maleta de 32 kg = 5%
  • Basura inservible que solo estuve paseando y que pude haber adquirido en Milan o que en rara ocasión sirvió. porcentaje de basura para la maleta de 32 kg = 4%

Las cuentas salen pasadas porque la basura la llevaba hasta en las bolsas de la chamarra o cosas similares, pero es importante mencionar y recordar llevar una cangurera, riñonera o como se le conozca en otros paises con todos los documentos importantes y además copia de todos los documentos en la maleta y en la nube, más vale prevenir a lamentar.

Siamo arrivati

Ahora, a unos años de haber regresado de mi viaje, y recordar esos dolores de cabeza digo: Valió completamente la pena y lo volvería a hacer y es que viajar así te cambia la vida y comparto aquí algunas de mis primeras fotos de mis primeros dias en Milán:

Para levantarse hay que caer

Mi primer cuarto, mi maleta, mi kindle, mi mochila y una basura que generé despues, ven, no se necesita llevar ni transportar basura si de todos modos posteriormente vas a generar más.

Para levantarse hay que caer

Mi primer comida, una lasagna (algo quemada) con un valor aproximado de 5 euros y un sabor bastante regular (el lugar se encontraba cerca del metro cercano al hotel).

El hotel estaba afuera del limite de la tarifa regular, es decir que si quería llegar a la estación más cercana al hotel tenía que pagar como 50 centavos de euro más por cada transporte y ¿para que hacerlo? si te los podías ahorrar con diez minutos de caminata.

Para levantarse hay que caer

El típico desayuno del hotel/hostal, panes tostados con mermelada, un yogurth, jugo, té y esos como panecitos rellenos que eran una bendición en tiempos de hambre. Los italianos tienen una forma de desayunar bastante ligera para mi gusto personal, con un café y un pan estan más que satisfechos, sin embargo alrededor del medio día desayunan/comen y a las tres vuelven a comer y cenan a las seis/siete.

Para levantarse hay que caer

Finalmente, una imagen del metro de Milán, la roja, la amarilla y la verde, eran las lineas principales (tambien había una línea morada que era la más reciente y llegaba al estadio), el azul es la ruta del tram (una bonita forma de recorrer el centro) y las lineas color vino probablemente el autobús.

Así que en cada situación de la vida, trabajo, familiar, escolar, o sea cual sea el caso, hay que tener en mente una sola cosa: No hay mal que por bien no venga o que cien años se mantenga...


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