¿A donde vamos?
Como irán viendo a lo largo del blog, voy intentando contar mi año de experiencia de intercambio por cronología y por conforme me voy acordando de los hechos, eso fue hace casi tres años así que tenganme algo de paciencia.
En los primeros dias de mi llegada a Milán, me iba a dar constantes vueltas por las oficinas de ESN (Erasmus Student Network) por varias razones:
- Recibir ayuda para encontrar un apartamento.
- Conocer las diferentes actividades que es estabn llevando a cabo.
- Conocer cada día gente nueva con la que pudíera convivir y pasar un buen rato.
Entre esas personas que conocí en un inicio se encuentra Omar, chileno conchasumadre (el idioma chileno debería ser considerado un lenguaje aparte, ya no español) con el que hasta la fecha seguímos en contacto, tenía bastante experiencia viajando por sudamerica y en cuanto nos pusimos a conversar hicimos mancuerna. Pasada probablemente una semana o un poco más poco menos, decidimos irnos a viajar por Génova, a no mucha distancia de Milán.
Apartamos nuestro lugar con una agencia italiana de carpooling que en ese enonces se llamaba trovaloggio o alguna cosa que se escribia parecido, que despúes fue comprada por la empresa blablacar; acordamos en una estación del metro en el sur y de ahí nos fuimos junto con el conductor y dos chicas más camino a Génova.
El conductor tenía buena vibra, tenía alrededor de 40 años y viajaba constantemente de Génova a Milán y viceversa, manejaba un poco como un maniático o quizá fue una suma de mi primer viaje con esa plataforma y su confianza en el volante lo que me mantuvo un poco alerta a lo largo del viaje, pero practivaba mi italiano, iba mejorando poco a poco y nos fuimos conociendo todos en el viaje. De las chicas ni me acuerdo que fue de ellas, del conductor... tampoco, así son esta clase de amistades, fugaces y muy repentinas.
Antes de llegar a Génova mandamos algunas solicitudes de Couchsurfing con la esperanza de ser hospedados por algún local pero no tuvimos muchas repuestas positivas y uno que nos iba a hospedar nos canceló de último momento, suele pasar, recorrimos una parte de la ciudad, pero habíamos llegado ya pasada la tarde y nos iba a empezar a oscurecer. Habíamos acordado en dormir en la estación o algún sitio público similar, hasta que la vimos, no se observaba como el lugar más seguro o tranquilo y pensamos en vagar por las calles buscando hostal.
Buscar hostal de noche es un volado, muchas veces para bien otras tantas para mal, puedes encontrar o regatear precios muy baratos argumentando que ya no van a vender esa habitación, pero también pueden ver la desesperación en tu rostro y sacarte un ojo de la cara con los precios, uno nunca sabe y hay que tener en cuenta de las habilidades de negociación con las que contamos o hasta la seguridad por el lugar que caminamos, para que exponerse cargando la maleta en una calle oscura con altas posibilidades de un asalto, una cosa es ser aventurero y otra muy diferente ser un necio.
Nosotros no eramos necios y la seguridad no era la mejor, las calles por las que cruzabamos olían a orina y se veían borrachos sospechosos en las esquinas, así que en cuanto encontramos un hostal con un precio razonable lo aceptamos y descansamos por un momento.
En la foto: Mi cama matrimonial (ganada limpiamente en el milenario concurso de piedra, papel o tijeras)
La noche apenas empieza
Somos latinos y con pocos dias de visita en una ciudad extranjera, no podíamos quedarnos a dormir a las 8-9 de la noche. Una chica de los contactos de Couchsurfing nos invito a cenar a su departamento, no nos podía hospedar por que sus otros romies no estaban muy acuerdo con esa decisión pero la cena fue un muy agradable gesto.
Valeria, chica mexicana que empezaba a soltar raíces en la ciudad pero que no dejaba a la patria de un lado, creo que para los dos fue muy agradable platicar con otro mexicano, Chile, Italia y México, comenzaba a acostumbrarme a lo cosmopolita de cada reunion. Conversamos, comímos y bebimos buena parte de la noche, pero tuvo que llegar el momento de la despedida y de emprender el camino regreso al hotel.
¿Cómo es Génova?
La ciudad se me hiso con mucha historia, edificios arquitectónicamente muy agradables y con cultura de sobra, pero tristemente yo vi a la ciudad muy descuidada, y en otro viaje un italiano me contó que muchas veces lo que pasa en distintos paises es que el gobierno destina una parte del presupuesto al mantenimiento de los monumentos, sitios arqueológicos, o edificios importantes culturalmente y que en el caso de Italia pasa lo siguiente: hay tantos edificios históricos que el pueblo come o se les da mantenimiento a los edificios, y si se ve de esa forma las cosas comienzan a tomar sentido, Italia es de los paises con más edificios protegidos o considerados Patrimonio Mundial, fue cuna de la Ilustración, movimientos artisticos y de uno de los imperios más grandes del mundo.
Tienen bastante historia que mantener.
En la foto: "un baile sin control"
Dejé de ser tan crítico con Génova, tiene una belleza particular y muchos lugares que conocer y visitar, es un lugar muy típico:
En la foto: La forma de secar la ropa
Y el principal punto de conexión para el sur del país o el puerto del mismo, además es parada obligada si quieres visitar uno de los hermosos destinos de la bella italia: Cinqueterre (más información posteriormente).
En la foto: Plaza Ferrari
De momento hasta aquí llega esta publicación, a continuación la parte 2...
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