Mi viaje inolvidable por la mágica Perú

Mi viaje por Perú

En verano de 2015 hice un viaje por Perú con mi hermana gemela. Fue un viaje inolvidable. A continuación os describiré mi viaje super intenso de 12 días por Perú.

17 de julio:

Llegamos a las 6 de la mañana a Lima, volábamos desde Roma (porque pasamos unos días allí visitando a nuestra familia) a Madrid y de Madrid a Lima. Nos hospedó una mujer que estaba viviendo en Lima, con 5 hijos. Era la amiga de nuestra amiga de México, con la que nos íbamos a encontrar durante nuestro viaje por Perú. La casa de la mujer era muy fría y pequeña. Se nos ofreció dormir en las camas de las dos niñas, y ellas tenían que dormir con sus hermanos. No tenían mucho dinero, pero estaban muy contentos de acogernos. La huésped nos dijo que había pedido un día libre en el trabajo para enseñarnos la ciudad de Lima (era la única que tenía un trabajo en la familia, su pareja no tenía). Nos sentimos muy mal porque se sacrificase así, pero ella estaba más que encantada de aprovechar ese día libre con nosotras. Aunque estábamos muy cansadas, visitamos el centro de la ciudad de Lima con ella y su familia. Fue un buen día. Nos hospedamos solo una noche con esta familia, porque al día siguiente temprano comenzábamos nuestro viaje a Cuzco.

Sabíamos que de Roma a Lima no tendríamos ningún problema con el avión en términos de altitud (pensando en evitar padecer el mal de montaña), pero viajar directamente de Lima (1550 metros) a Cuzco (3300 metros) podía ocasionar algunos problemas. El mal de montaña ocurre cuando tu cuerpo no es capaz de obtener el oxígeno suficiente del aire en ambientes de alta altitud. Habíamos escuchado que no importaba la edad o la condición física. A algunas personas les pasa y a otras no. Para evitarlo: beber té con hojas de coca! Muchos hostales ofrecen gratis ese té.

18 de julio:

Para minimizar al máximo el riesgo del mal de montaña, hicimos una parada en Arequipa (a 2380 metros de altitud). De Lima hasta allí cogimos un autobús muy cómodo en Cruz del Sur: teníamos nuestra propia televisión para ver películas o jugar, nuestros asientos eran muy cómodos y se nos sirvieron varias comidas. La primera noche la pasamos en el autobús (el viaje duraba unas 15 horas) y al día siguiente llegamos bastante tarde a Arequipa, así que nos fuimos a dormir directamente. Habíamos reservado un hostal muy barato y adorable, que se llamaba Arequipay. Cuando nos despertamos, fuimos al centro de la ciudad de Arequipa. Lo primero que me llamó la atención cuando salimos al exterior fue un ligero cambio en la forma en la que respirábamos, teníamos la sensación de que respirábamos más rápido de lo normal. Así que caminar rápido o correr era casi imposible porque nos quedábamos sin aliento muy pronto. Esto es una consecuencia normal en los cambios de altitud. Siempre y cuando no te marees o tengas náuseas, no pasa nada. No tuvimos mucho tiempo para descubrir Arequipa. Fuimos directamente al centro de la ciudad, descansamos en una terraza con encanto y bebimos un zumo fresco delicioso.

Arriba podéis ver la plaza principal de Arequipa.

21 de julio:

Proseguimos con nuestro viaje a Cuzco, que nos costó 10 horas en autobús desde Arequipa. Allí nos encontramos con nuestra amiga de México y con algunos amigos suyos. Nos quedamos allí 2 noches en el hostal "Kokopelli", un hostal muy agradable lleno de mochileros y empleados amigables. Hicimos un tour por la ciudad y vimos alpacas y llamas y las ruinas de los Incas.

Hostal Kokopelli.

Ruinas Inca.

22 de julio:

El día siguiente fuimos de Cuzco a Aguas Calientes. El día anterior habíamos reservado el viaje en autobús, siendo totalmente ajenos a lo que íbamos a experimentar el día siguiente. Ese viaje en autobús fue el más aterrador que he experimentado en mi vida. Las carreteras estaban en lo alto de las montañas y eran, probablemente, las más estrechas del mundo. Confiad en mí, no podía ser peor. Tenía que ser la carretera de la muerte peruana. Y lo peor era que aquella era la única ruta para subir, así que imaginad que también teníamos que volver a Cuzco con ese autobús horrible. Ya habíamos pagado nuestro billete de vuelta, pero ni por todo el oro del mundo iba a volver a hacer ese viaje. Tenía muchas náuseas porque el conductor conducía muy rápido, ¡fue un viaje de 7 horas con baches! (! ). Además, casi todo el viaje estábamos encarados a un barranco. Yo rezaba, solo rezaba. Durante la pausa le pedí personalmente al conductor que fuese más despacio, pero se empezó a reír y me respondió: "¡Oh, chica, hago esto todos los días! Ida y vuelta, ida y vuelta". Lo que básicamente significa que este hombre se juega la vida todos los días...

Después de 7 horas sudando, llegamos por fin a Aguas Calientes. Lo habíamos conseguido, ¡no podía creérmelo! De Aguas Calientes teníamos que ir a Machu Picchu. Pero Aguas Calientes estaba, básicamente, en el medio de la nada, y no había ningún autobús por los alrededores que nos llevara hasta Machu Picchu. Teníamos que recorrer el Camino Inca a Machu Picchu, lo que nos llevó 4 horas. Era agotador y parecía que no se acababa nunca. Cuando finalmente llegamos, nos llevaron al hotel y nos fuimos a dormir muy pronto, porque al día siguiente íbamos a visitar la ciudad y las montañas. ¡Estábamos super emocionadas!

Nosotras después de caminar 4 horas.

23 de julio:

Era muy temprano (6 AM), y había una cola larguísima en la calle para coger el bus a Machu Picchu (2400 metros de altitud). En Machu Picchu escalamos la montaña Machu Picchu que medía 3061'20 metros y también escalamos el Intipunku (2720 metros). El senderismo más largo y peligroso que he hecho en mi vida. Cuando descendíamos de nuestra última montaña, mis piernas amenazaban con rendirse. Temblaban muchísimo y tuve que tener mucho cuidado de no caerme. Escalar tantos metros fue una gran victoria, ¡un sentimiento increíble! También vimos el pueblo de Machu Picchu (la ciudad de los Incas). Lo único que puedo decir es que la vistas cortan la respiración.

Mis vistas del pueblo Machu Picchu.

24 de julio:

Como coger el autobús de vuelta a Cuzco nos daba miedo decidimos coger el tren (la forma más segura, pero muy cara). Nuestros amigos no querían gastarse tanto dinero así que ellos cogieron el bus (y yo, literalmente, recé por ellos). El viaje en tren incluia un espectáculo de baile tradicional y un desfile de moda. Estábamos muy emocionadas. El espectáculo de baile acabó siendo un número solitario de uno de los trabajadores del tren, que llevaba un traje gracioso y una máscara, y saltaba por el tren (mientras se movía, muy estúpido). Pedía a algunos pasajeros que bailasen con él. Por supuesto, y aunque intenté evitar el contacto visual, me eligió. Así que me levanté y empecé a saltar alrededor de este hombre y la gente empezó a filmarnos sin poder parar de reír.

Después de pasar tal vergüenza, dio comienzo el desfile de moda. Nuevamente fueron los trabajadores del tren los que realizaban el espectáculo, llevando ropas preciosas hechas a base de pelaje de Alpaca. Podías comprar la ropa allí mismo en el tren. Era tonto, pero una experiencia muy bonita. Nos dijeron que ese mismo día, uno de los autobuses turísticos había volcado desde lo alto de la montaña y todos los ocupantes habían muerto... una historia increíblemente triste. Podrían haber sido nuestros amigos, o nosotras.

25 de julio:

En Cuzco nos quedamos otras 2 noches. Teníamos reservado un hostal por 10 soles (3 euros) la noche. Pero resultó ser un hostal muy asqueroso, dirigido por dos hermanos, donde todo el mundo (incluyendo a los hermanos) estaba siempre fumado. Los dos hermanos estaban muy contentos con nuestra llegada y se suponía que íbamos a hospedarnos allí una noche. No podía creer lo que veían mis ojos cuando entré en la habitación. Tenía 4 literas y 2 estaban ocupadas (eran las 14:00) por dos chicos que nos miraban sin ninguna expresión en la cara. Poco después siguieron durmiendo. La habitación olía muy mal y "nuestras" camas no estaban limpias, estaban llenas de pelos de otras personas. La ducha estaba en el exterior cubierta por unas paredes que se caían a pedazos, llena de basura. Una cosa estaba clara: daríamos cualquier cosa con tal de no tener que dormir allí. Pero como ya habíamos hecho la reserva, era demasiado tarde para echarse atrás.

Llegamos por la tarde, así que decidimos ir a la ciudad y buscar otro hostal donde pasar la noche. Encontramos uno bastante bueno, Wild Rovers, y nos quedamos allí en vez de en el otro asqueroso. Al día siguiente regresamos al hostal asqueroso muy temprano (pretendimos haber dormido allí) y pedimos hacer el check-out. Pagamos 10 soles y nos fuimos tan rápido como pudimos, después de que los hermanos se hiciesen una foto con nosotras porque éramos las primeras gemelas que visitaban su "increíble" hostal.

26 de julio:

De vuelta a Lima. Hicimos una parada en Ica para ver la preciosa Laguna Huacachina: un oasis en el medio del desierto. También hicimos un tour en Buggy y sand boarding. Durante el tour en buggy nuestra amiga estaba sentada entre el conductor y yo, mi hermana y Angela (otra amiga) estaban sentadas detrás. Xhavier (nuestro amigo, que iba sentado al frente) filmó el movidito viaje con su iPhone y un palo de selfie. Reímos durante todo el recorrido y tuvimos que agarrarnos muy fuerte para no caernos (llevábamos cinturones, por supuesto). En algún punto del recorrido, miramos el palo selfie y el Iphone ya no estaba. Xhavi seguía creyendo que filmaba, así que intentamos avisarle a través del ruido del buggy y el viento de que su Iphone se había caído, pero no nos entendía y creía que gritábamos de miedo. Después, tras un buen rato, se dio cuenta de lo que le decíamos y avisó al conductor, que paró, y Xhavi tuvo que caminar por el desierto para buscar su Iphone recién comprado. ¡Siguió las marcas del buggy y al final lo encontró! ¡Pobre, estaba agotado completamente después de correr por el desierto!

Después decidimos hacer la ruta del Pisco para relajarnos un poco después del buggy. El Pisco es un brandy hecho a base de vino. El guía del tour nos llevó al lugar donde se produce este Pisco. Al acabar, pudimos probar tres variedades de Pisco, cada una para una ocasión distinta. Por ejemplo, uno era para una noche de enamorados. Así que dependiendo de tu estado de ánimo, puedes escoger diferentes sabores de Pisco. Después de escuchar la historia de Pisco y de aprender cómo se hace, fuimos a la ciudade das brujas, un poco mareados y con el puntito de haber bebido varios Piscos.

Huacachina.

Buggy tour.

Sandboarding.

Mi hermana y yo en la ruta del Pisco.

27 de julio:

Una vez de vuelta en Lima nos quedamos hasta el 29 de julio y nos hospedamos en la casa de una amiga de mi hermana con la que hizo un voluntariado en Brasil. Al día siguiente (28 de julio) hicimos un tour en autobús con el que subimos un poco para conseguir una buena vista de Lima. Era precioso. Por la noche salimos por Lima, ¡fue muy divertido!

Y eso fue todo, nuestro mágico viaje llegaba a su fin. El 29 de julio volvimos a casa con recuerdos increíbles que jamás olvidaremos.

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