Holmenkollen

Cuando llegas no sabes de qué leches te están hablando pero cuando te vas sin duda lo nombras a todo el mundo. Os hablo de Holmenkollen, queridos erasmusitos, una visita completamente obligatoria si vais a Oslo.

El Holmenkollen es una zona de la ciudad de Oslo en la que se encuentra el famoso salto de esquí donde se celebra cada invierno la competición concordante. No se trata más que de una estructura con forma de rampa gigante rodeada de gradas. Puede parecer un lugar cutre y simple, pero cuando vas en invierno y las gradas están repletas de gente y el salto lleno de nieve... la cosa cambia.

Además, incluso aunque lo visites cuando no haya nieve, como lo muestro en mis fotos, el lugar vale la pena porque allí podrás disfrutar de unas vistas espectaculares de Oslo dado que esta zona de la ciudad está elevada (está en la montaña, vaya).

Lo bueno es que la zona está completamente abierta al público. Es una especie de estadio abierto que puedes visitar siempre que no haya competición de manera gratuita. Allí también se encuentra el museo, pero para eso sí que hay que pagar y no creo que valga demasiado la pena a no ser que seas un freak de los saltos de esquí y entiendas perfectamente el inglés que explican los carteles (porque el noruego lo dudo mucho).

Para llegar es bastante sencillo: deberás coger el T-bane, línea uno y parar en la parada del mismo nombre, Holmenkollen. Allí verás indicaciones que te guían. Pero vaya, que simplemente hay que subir la cuesta y cruzar un pequeño bosquecillo, y listo. Puedes ir por la parte de arriba y bajar luego por las gradas o hacerlo al revés. Yo te recomiendo subir arriba del todo primero y bajar (aunque si tienes vértigo quizás lo pases mal bajando los escalones de metal del salto).

En verano, las gradas del salto son usadas por la gente para prepararse físicamente. Es muy guay ver a la gente súper motivada subir y bajar escaleras a toda velocidad. En realidad, me chocó que entrenasen allí porque tienen todo el monte alrededor, pero bueno, cada cual, a lo que más le guste.

Los alrededores están repletos de bosque y pinos así como flores, es bastante bonito y como no, naturaleza al alcance de la mano, como viene a ser normal en Noruega :)

Si quieres disfrutar de los saltos, deberás ir en marzo. Los tickets son bastante asequibles: entre 8 y 13 euros, así que no hay excusa porque el ambiente es BRUTAL.

¿Qué opinas? ¡Venga venga venga, visítalo!