Osaka Tenjin Matsuri: Festival de los dioses 天神祭 [parte 2]
[Día 25, parte 2. El gran final]
Aquí llega el final del Festival de los dioses, Tenjin Matsuri 天神祭, en la ciudad de Osaka, en julio de 2015. He dedicado este post al final del festival que tuvo lugar la tarde y la noche del 25 de julio; y he intentado, no solo reunir las fotografías (sobre todo mías) sino también los vídeos. Creo que sin los vídeos, en este caso, no sería lo mismo que simplemente mirar las fotos, puesto que los vídeos muestran la gran atmósfera y algo que me gustó particularmente, la interacción de las palmadas. Ahora permitidme guiaros por esta maravillosa tarde y explicaros qué podéis esperar allí. Yo tuve la oportunidad y el honor (al igual que mis amigos del campamento) de montar en el ferry y recorrer la ciudad por el río Okawa, además de disfrutar de una cena y unos fuegos artificiales fantásticos. Gracias, otra vez, al Club Lions por hacerlo posible.
¡Muy bien! Si os habéis perdido la parte 1, llegamos esa mañana desde el hotel Inunakiyama, de vuelta a Osaka y nos dirigimos a la ciudad antes de que atardeciera para ver un ritual con bailarines y varios tipos de presentaciones en algún lugar de la ciudad. Después volvimos para comer en el hotel y nos preparamos para la ceremonia del té. A cada uno de nosotros nos dieron un kimono y un yukata con geta (calzado), no solo para ese día, ya que los ciudadanos tienen libertad para llevar kimonos por la calle, sino también como regalo para que nos lo llevásemos a casa (el mío está colgado en la pared, listo para la siguiente oportunidad; solo lo he usado en el Festival de cultura japonesa en Zagreb, pero esa es otra historia). Después de una introducción sobre la ceremonia del té nos dividimos en dos grupos y llevamos a cabo la ceremonia vestidos con nuestros kimonos. Una vez terminada esta experiencia solo nos quedaba volver a la ciudad y unirnos al espectáculo.
Desde el hotel a los ferries
Debimos salir del hotel sobre las 4 p. m. con nuestros kimonos. Aunque la mayoría no llevaba nada debajo de los yukatas (excepto la ropa interior), cuatro de nosotros hicimos un poco de trampa y nos pusimos unos pantalones también. No había manera de que saliera del hotel sin mi cámara analógica, mi cámara digital y mi smartphone porque todo eso debía ser documentado. También cogí mi sombrero de paja amarillo, que significaba para mí lo que para Indiana Jones significaba el suyo, no pensaba ir a ningún lugar sin él.
Empezamos a caminar por una calle en alguna dirección, pero, por desgracia, no recuerdo exactamente dónde estaba; aún así, tardamos 10 minutos en llegar al puente del río. De camino allí nos dieron unos abanicos japoneses que nos resultaron muy útiles. Son un poco más grandes y de una sola pieza, y al usarlos producen un "viento muy fuerte". En realidad, durante el festival puedes encontrar en un montón de esquinas de las calles de Osaka a gente repartiéndolos a los peatones gratis.
Cogí uno y lo puse en mi yukata para caminar, ahora, completamente equipado con todo. Aunque algunos de mis amigos iban caminando con los geta de madera, yo decidí que sería mejor dejarlos en el hotel porque no quería que les pasara nada y quería que llegaran a Croacia en perfecto estado. Después de sentirme un poco raro caminando con pantalones cortos y zapatos junto con el yukata y el sombrero de paja (¡menuda combinación! ), esa sensación acabó por desaparecer en poco tiempo.
Las calles se llenaban de gente conforme nos acercábamos al río. El río aquí era bastante grande y dejaba un enorme espacio entre los dos lados de la ciudad. Como yo vengo de un lugar donde no hay un paisaje como ese, todo me resultaba fascinante. Tuvimos que ir al otro lado y yo no hacía más que girarme para observar los rascacielos y todo lo que iba por el agua.
Mientras escribía esto he encontrado la localización (la calle se llama Matsuya-machi-suji) y el folleto del festival así que echadle un vistazo en el mapa de abajo. Nuestro hotel estaba más o menos donde está el punto rojo y fuimos caminando por el puente hasta los ferries. Debajo del mapa de Google podéis ver el folleto que nos dieron allí, aun que está solo en japonés. Por cierto, ¡en aquel momento no sabía que el castillo de Osaka estaba bastante cerca de nosotros! Es esa zona grande, verde y azul a la derecha del punto del hotel. La próxima vez veremos eso también.
Una vez en el puente, apenas había apenas coches porque la zona estaba cortada casi por completo aquel día. Había cientos de personas cruzando por el puente, tanto con kimonos como sin ellos. Me paré un par de veces a sacar fotos y tuve que estar atento para no perder a mi grupo. Recuerdo mejor el paisaje a mi derecha (en dirección noroeste), donde se pueden ver claramente los parques a ambos lados del río y la ribera que se llenaría desde bien temprano con miles de personas siguiendo los trayectos de los ferries.
Lo siguiente en lo que me fijé fueron los puentes. Ya sabía que Osaka tiene muchos puentes porque es muy grande y acompaña al río, ¡pero aquí había un puente cada medio kilómetro o menos! Intentad imaginar cuántos debe haber. Detrás de los puentes está el paisaje urbano. Creo que si vais allí, la mayoría recordaréis bien el rascacielos azul. Otra cosa que quiero comentar es el río o el color del agua. En Croacia, recuerdo ver solo ríos verde-azulados o llenos de barro y lodo, sin embargo, aquí todo era muy azul durante el día. Puede que tuviera algo que ver con que esté cerca del lugar en el que el río desemboca al mar, si no, seguro que pensaríais que lo que veis en la imagen es el mar y no un río.
Mis disculpas por estas imágenes, sé que os dolerán los ojos (a mí me duele más porque yo cometí ese estúpido error) pero eso era al principio del puente, aún al comienzo del festival. Bajamos por el lado izquierdo.
Algunos ferries más pequeños y la última parte de la isla verde. Se puede observar una vegetación muy densa en los parques y los "bosques" a lo largo del río.
Conforme nos acercábamos al otro lado me giré a la izquierda (hacia el oeste) y esto es lo que vimos. Había varios ferries con espacio para unas cien personas más o menos. Había también una isla en medio del río (en la esquina izquierda de la foto) y estaba llena de vegetación. Los ferries aún estaban vacíos porque el primer trayecto estaba programado para las 5 p. m. También se puede ver el gran paseo en el lado norte del río, que en poco tiempo se llenó de miles de personas.
Encontramos las escaleras no muy lejos y bajamos. Aún faltaban 15 minutos antes de poder subir al ferry. No tardó mucho en llenarse puesto que el primer ferry estaba empezando a cargar. Al parecer el segundo al lado de ese era el nuestro. Entonces nos dijeron que íbamos a subir al barco y que tuviésemos cuidado de no caernos al Okawa. Si llevas geta en vez de zapatos normales o sandalias deberías tener mucho cuidado porque no es complicado caerse o tropezar en algún lado con ellos.
Cruzamos el primer ferry y encontramos nuestro sitio en el segundo. Mientras embarcábamos, dos ferries del otro lado (de la isla verde) salían de la zona y esos estaban llenos de artistas tocando música y bailando.
Nos colocamos al final del ferry (todo el campamento Lions) donde teníamos varias mesas reservadas. Como podéis ver, yo estaba en la parte derecha del ferry, con mis amigos. Los jefes de campamento pasaron por cada mesa a darnos la cena preparada y empaquetada en cajas. Hay una foto del contenido también. ¡Y no solo eso! Trajeron más cajas con varios tipos de bebidas en latas y helado para todos. Yo me esperé un poco para cenar porque había comido más de lo normal en hotel, hasta que no pude resistirme más. Aún faltaban unos minutos para que el ferry comenzara el viaje... y entonces comenzamos el viaje y lo mejor de nuestra estancia en Japón.
En cada ferry había un orador en la zona de proa, que se dedicaba a comentar y vocear en japonés durante toda la tarde. Cada uno de estos también dirigía la parte de las palmadas. Nos mencionaron entre los invitados e incluso invitaron a unos campistas a decir unas palabras delante de los demás. También se podía ver una muñeca por detrás.
Como el resto de ferries, también tenía un montón de columnas con líneas rojas y blancas y unos faroles o lámparas con forma de globos ovalados con signos rojos o negros.
La vista desde otra mesa. Se puede ver el ferry lleno de gente subiendo para el viaje. Todos nos saludamos y pronto llegó nuestra hora de brillar.
El paseo en ferry por Osaka
La mañana se transformó lentamente en tarde, era fácil reconocer esto por el cambio de colores en los edificios. Cuando estábamos listos para salir el sol estaba ya bastante bajo; y en cuestión de una hora se había hecho ya de noche. El cielo y el paisaje a lo largo de la siguiente hora eran realmente hermosos gracias a la transición entre azules y rosas, y luego lilas y azul oscuro (casi negro) hacia el finial. Y no nos olvidemos de los fuegos artificiales.
Algunos faroles empezaron a alumbrar y se podía ver a la gente que había ido a ver el festival desde el puente. Esto era así prácticamente en cada puente, y lo mejor es que las personas se saludaban unas a otras; así que cuando nosotros nos acercábamos a la ribera o a un puente nos poníamos en pie y les saludábamos también. Me lo pasé especialmente bien cuando pasamos por debajo de un puente lleno de gente, allí la interacción fue mucho mayor y, junto con uno de mis mejores amigos allí, solíamos bromear mucho, apuntando a alguien de la multitud, dando saltos para captar su atención y saludando o mandando besos (aunque a veces acababan llegando a algunos hombres o a abuelas).
De esto es de lo que hablaba. A lo largo de todo el paseo en ferry se podía ver a miles de personas esperando a cada lado del río. La mayoría de los visitantes llegaban justo para el comienzo del paseo en ferry, aunque algunos llegaban antes para encontrar el sitio perfecto para disfrutar después de los fuegos artificiales. Me fijé en que varios grupos estaban tumbados sobre mantas, así que parecía prácticamente un picnic. La mejor parte es cuando te devuelven el saludo y aplaudimos juntos. Solo falta un poco para llegar a eso.
Las escenas de todas esas personas sobre los puentes es algo difícil de olvidar. Muestra lo popular e importante que es este festival para los habitantes, dado que apenas pude encontrar un sitio vacío en cualquiera de los puentes o las zonas peatonales.
Otra cosa digna de mención son los ferries que cargaban las hogueras. Había varios por nuestra ruta en ambas direcciones y tenían un aspecto espectacular. A veces nos cruzábamos con botes o ferries que, aparte de las hogueras, tenían también un gran número de artistas y músicos tocando los tambores taiko, lo que, en conjunto, creó un auténtico espectáculo. Había hogueras aún más grandes que la que podéis ver aquí. El cielo empezaba a coger un color rosado y poco después de la hoguera comenzó el espectáculo de fuegos artificiales.
¿De verdad pensabais que no iba a mencionar el Señor de los Anillos? En cuanto las hogueras empezaron a arder no pude evitarlo y grité desde nuestro ferry "¡Las almenaras! ¡Las almenaras arden! ¡Gondor pide auxilio! ".
Esta imagen aparece en mi mente cada vez que pienso en aquella tarde en Osaka. Nunca he vivido algo así en Croacia así que puede que añada unos cuantos pensamientos y opiniones subjetivos aquí, pero creo que todos estaréis de acuerdo conmigo respecto al paisaje.
Los fuegos artificiales
Después del ferry con la hoguera pasamos por debajo del siguiente puente. Como era un puente bastante bajo no pude evitar estirarme para tocarlo, y había otros dos puentes que se podían tocar yendo en el ferry (y eso que no íbamos rápido, sino más bien bastante despacio). Entonces comenzó la magia de los fuegos artificiales a lo largo de todo el río, por ambos lados.
Como no tengo muchas fotos de los fuegos artificiales de aquella tarde (y algunas están bastante borrosas) decidí que sería mejor hacer un vídeo. Si estáis interesados en verlo podéis ver mi vídeo de recopilación del Tenjin Matsuri (el final de la tarde) aquí. Los fuegos artificiales empiezan en el 0:30 y la música que se escucha durante los primeros 30 segundos es de la parte 1 (la zona llana antes de la comida). ¡Espero que os parezca interesante!
También podéis ver ese ferry con un montón de faroles en el vídeo. La experiencia al completó fue alucinante. Creo que también debería hablar de eso.
Las palmadas
Creo que las palmadas fueron uno de los puntos clave del festival, y desde luego, algo que no olvidaréis. Debo admitir que me encantó esta parte y fui de los primeros en empezar a dar saltos. El orador del ferry empezaba a gritar algo y nosotros seguíamos sus frases con palmadas. Yo no fui capaz de entender lo que decía pero mi amigo me habló de unas expresiones que ahora os comentaré aquí. También me dijo que esas expresiones provienen de la danza Kabuki así que todo está conectado al final.
Es todo bastante simple, cada vez que nuestro ferry se acercaba a otro o a la ribera con el resto de visitantes parábamos durante medio minuto, nos girábamos hacia ellos y empezábamos con este "ritual".
Entonces nuestro orador (o el hombre al comienzo del ferry) o el suyo dirigía el proceso. Si era entre nosotros y la gente de la orilla, nuestro orador llevaba siempre el mando. Este es el aspecto que tiene:
- Dos ferries aproximándose se detienen uno junto al otro. Todo el mundo en los dos ferries se levanta y se prepara para dar palmadas.
- Uno de los oradores deja al otro dirigir la diversión y ambos dirigen a los pasajeros.
- Hay tres expresiones seguidas de palmadas en ambos ferries al mismo tiempo, sincronizadas. Estas son:
¡Uchimasho! > 2x palmadas
¡Mohitotsuse! > 2x palmadas
¡Ioutesando! 2x palmadas, un pequeño descanso y 1x palmada
Esas palabras se podrían traducir como "Palmadas, una vez más, tres veces para festejar" según lo que oí.
- Después todo el mundo aplaude todo lo que se quiera y los oradores de ambos lados le dan las gracias a todos, y se puede oír una o dos veces "Arigatou gozaimaaaaasu".
Mi parte preferida de aquella tarde en el ferry. Intenta imaginar toda la costa y los puentes alrededor haciendo lo mismo, ¡miles de personas haciendo lo mismo en sincronía! Esto demuestra lo importante que es la interacción en el festival y que las grandes ciudades no tienen por qué ser frías. Aquí puedes ver otra vez el vídeo que grabé al completo, sin cortes, puedes verlo en los últimos 20 segundos del vídeo.
Todo el trayecto duró unas 3-4 horas, y al llegar a un punto, dimos la vuelta. No había más luz y ya estábamos algo lejos del centro de la acción. La última media hora del trayecto ya no había tanta gente en los puentes.
Aún así nosotros seguimos disfrutando de la compañía de la gente en la orilla del río y les saludamos. Hablando de las palmadas, creo que debimos repetir ese ritual unas 20-30 veces por lo menos, nos parábamos cada 5 minutos o menos, cuando pasaba algún otro ferry. Lo más divertido era hacerlo 2 o 3 veces seguidas, girándonos de izquierda a derecha y repitiendo los pasos.
Toda la ciudad seguía teniendo un aspecto maravilloso por la noche, con miles de luces y los fuegos artificiales aún en marcha. Intentamos aprovechar la oportunidad para comer y beber de todo allí, además de hacer muchas fotos, claro.
Invitaron a dos o tres de nuestros campistas a dar un discurso junto al orador, delante de todos los pasajeros del ferry.
La última hora empezamos a pasear por las mesas para hablar con el resto de los campistas y disfrutar de la noche. Como era de esperar, algunos lloraron, pero aún nos quedaba la mitad del día siguiente para estar juntos. Junto con mi amigo turco, nosotros nos manteníamos tenaces y persistentes y seguíamos saludando a la gente de los puentes y de la orilla, saltando y señalando a gente para llamar su atención.
Al final acabé algo cansado. Había olvidado mencionar que el CL nos dio una gran mochila al subir al ferry, no solo con la cena sino también con unos regalos, como bufandas coloridas, algunos libros y cosas por el estilo. No quise abrir nada hasta llegar al hotel.
Sobre las 9 p. m. nuestro ferry volvió al punto en el que nuestras aventuras habían empezado 4 horas antes. Bajamos a la orilla esperando no olvidarnos nada en el ferry.
Tardamos unos 10-15 minutos en llegar a nuestro hotel. El puente estaba ahora mucho más abarrotado que antes porque también cruzaba por allí la gente que se bajaba de otros ferries y teníamos que llevar cuidado de no separarnos y perdernos.
De vuelta al hotel y los planes para el día siguiente
Una vez en el vestíbulo del hotel, una amiga local tuvo que dejarnos porque tenía exámenes al día siguiente así que tuvimos un momento rápido de "abrazo en grupo". La mayoría de nosotros nos fuimos a nuestras habitaciones. Yo estaba hablando con los demás y aproveché para hacer algunas fotos desde la ventana de mi habitación y desde las habitaciones de mis amigos con mi cámara analógica, intentando recordar los ajustes para las fotos nocturnas.
Las dos últimas son de las vistas desde mi ventana. En realidad, debajo de mi ventana había una especie de plataforma pequeña o terraza con plantas así que puse allí mi cámara en modo automático. Aún así no conseguí lo que buscaba pero al menos podéis haceros una idea del paisaje nocturno.
También aproveché la oportunidad para repartir unos cuantos corazones Licitar más (el símbolo de Zagreb y del norte de Croacia) que me quedaban en la mochila. Uno de los asistentes del campamento pasó por cada habitación para darnos un regalo especial del Club Lions: un libro muy interesante y de muy buena calidad del Hiroshima Peace Memorial Center y dos mapas de la zona. Yo me sentí muy agradecido y casi toda mi familia acabó leyendo el libro ese verano.
Me puse a preparar mis cosas para el día siguiente, aunque más bien pareció una tortura con todas las cosas que tenía. Como el día siguiente era el último día, íbamos a tener una fiesta de despedida para comer y, algo antes, una actividad de agricultura.
En conclusión
El festival Tenjin resultó, sin duda, una de las mejores experiencias de mi vida y me alegro mucho de haber podido formar parte de ello. Este festival se merece de verdad estar en el top 3, de los más grandes y más visitados de Japón. Miles de personas interactúan entre ellas, haciendo palmas, los fuegos artificiales, la gran cantidad de desfiles y actuaciones tanto en las calles como en el río, con las hogueras y los fuegos artificiales; todo eso realmente transforma esa tarde en algo mágico. Si estás planeando visitar Japón a finales de julio asegúrate de no perderte este gran festival en Osaka.
Espero que os haya resultado interesante y, ¡gracias por leer!
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