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Universal Studios Japón


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Universal Studios Japón [parte 3]

Traducido por flag-es Marta Toledo — hace 5 años

Texto original de flag-hr Grgo Petrov

[Parte 3]

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Bien chicos, ¡aquí está la última parte del largo y apasionante día en Universal Studios Japón en Osaka! ¿Qué podéis esperar aquí? La Space Fantasy, el paseo en barca de Tiburón, una vez más, el Hollywood Dream, el espectáculo de clausura con las mascotas gigantes de Universal Studios y terminar en USJ haciendo una visita al restaurante y decir adiós a uno de nuestros amigos del campamento.

Comenzamos ahora la segunda mitad del día y la tarde. ¿Qué ha estado pasando estas últimas horas? Bueno, primero fuimos a la montaña rusa Hollywood Dream, luego vivimos una experiencia increíble en 4K3D en el Amazing Spiderman (donde también compré la foto del recorrido y mi único souvenir de USJ), después nos fuimos a comer al Mel's Drive-in y fuimos a disfrutar de las vistas y de la atracción principal de USJ, el Wizarding World de Harry Potter, donde pudimos divertirnos paseando por Hogsmeade y Hogwarts. Nos pasamos al menos 2 horas esperando para probar la atracción 4K3D Harry Potter and the Forbidden Journey, la tienda de souvenires y después The Flight on the Hippogriff. Llegó el momento de visitar más cosas antes de que se nos acabara el tiempo. Nos quedaba algo más de 3 horas antes de reencontrarnos en la entrada fuera del parque.

El Space Fantasy

Universal Studios Japón [parte 3]

No sabíamos qué hacer ahora. Fue difícil dejar Hogwarts y seguir adelante; pero había tantas cosas por ver... así que simplemente nos fuimos felices con lo que habíamos vivido. Deberíamos sentirnos muy afortunados. Pensamos en la atracción de Tiburón pero Chiho y Kengo dijeron que podíamos ir a otro sitio.

Habíamos oído que el Space Fantasy era una de las atracciones más interesantes y que sería muy divertida así que pusimos rumbo a la parte noroeste del parque.

Era fácil advertir que llegaba el final de la mañana y que la tarde estaba llegando. El sol estaba más bajo y más cerca del horizonte pero aún nos quedaban dos horas de sol antes de que se hiciera de noche.

Tardamos 5-6 minutos en llegar al Space Fantasy. No sabíamos de qué iba ni cómo de salvaje, loca o sencilla era. Por el camino paramos en los aseos y en la sala con un grifo para beber agua y refrescarnos. Hacía bastante calor. Nos cruzamos con otro grupo que había ido a Hogwarts y a otros sitios, intercambiamos rápidamente opiniones y seguimos adelante. Fue aquí donde descubrí cuántas cosas podías comprar en el Filch's Emporium gracias a un amigo que había comprado dos Giratiempos.

Estábamos de vuelta en el barrio de Hollywood y junto a nuestro esperado destino y la experiencia Shrek 4D. Mientras nos acercábamos al edificio del Space Fantasy vimos la cola que no teníamos más remedio que hacer, así que nos colocamos al final y nos desplazamos lentamente hacia adelante. Tardamos 35 minutos en llegar a la atracción pero lo pasamos bien esperando. Lo malo es que la mitad de la cola en zig-zag estaba expuesta al sol y, sobre todo en ese momento, nos destrozaba la vista. Pero fue divertido.

Cuando entramos a la primera parte del pasillo pudimos ver algo mejor de qué iba esta atracción. Y tengo que admitir también que usamos los armarios o taquillas antes de entrar en la cola así que dejé mis cosas allí para no sentir nada pesado en mi espalda. Nos dieron la llave como una pulsera y ya estábamos listos para seguir.

Algo que me preocupó un poco fueron las notas en las paredes que avisaban a los visitantes de que no era adecuado para los que se me marean o los que tengan algún problema con la velocidad y la rotación. Aquí me preocupé un poco porque no estaba seguro de a qué se referían ni cómo se suponía que iba a saber yo en qué condiciones de salud me encontraba cuando nunca me había subido a una atracción como esa. Pero en fin, después de sobrevivir al Hollywood Ride no creo que hubiera un lugar peor que ese. Y Chiho dijo que no era para tanto.

La zona parecía algo futurista, con un montón de colores y modelos de estrellas y elementos del espacio. Tengo que admitir que, visualmente, la atracción era muy bonita y el trayecto fue más bien algo educacional, científico y futurista en el que solo había que disfrutar de las vistas y del viaje por el espacio y sus misterios.

Una vez que entramos al edificio tuvimos que andar un poco por los pasillos, tardamos unos 5-10 minutos hasta llegar a nuestra capsula (asientos) y ya estábamos listos para partir. Las paredes y los pasillos eran muy impresionantes. Recuerdo que era como caminar por una especie de estación espacial (lo que tenía sentido) con montones de pantallas que daban instrucciones y mostraban el paisaje espacial, pero como estaba en japonés no pude entenderlo. Toda la zona parecía muy futurista y moderna, y cada pasillo o habitación por la que pasábamos a esperar era de un color distinto. Sobre todo tonos verdes, azules y morados; todos los colores que uno podría asociar con el misterio del espacio y las cosas del futuro. Algunas paredes y las esquinas de las habitaciones estaban pintadas con muchos puntitos que representaban las estrellas. En cualquier caso, habría sido una clase de astronomía o geografía genial.

Caminábamos por algo que parecía el suelo de una nave espacial y una vez sobre él, nos llevaba hasta nuestras cápsulas (los vehículos).

El precioso paseo por el espacio

Las cápsulas tienen dos pares de asientos mirando en diferentes direcciones (un par estaba detrás de nosotros y no podíamos verlos a no ser que nos giráramos durante el paseo) y también parecían bastante futuristas. No estoy seguro de si había dos tipos de vehículos, uno (en el que yo estaba) tenía dos pares de asientos que no se miraban el uno al otro, y otro con cuatro asientos en un círculo para que cada persona pudiera ver directamente al resto de pasajeros.

El caso es que nuestro vehículo estuvo dando vueltas sobre sí mismo durante casi todo el viaje por el universo. Además, era también una montaña rusa y había muchas vías. Tengo que admitir que lo pasé realmente bien, y fue algo totalmente distinto a los cines y las experiencias anteriores. Tanto Spiderman como Harry Potter fueron aventuras que incluían personajes conocidos. Aquí, por el contrario, no había personajes o gente que te hablara, no sabías que estaba pasando, simplemente te deslizabas por el sistema solar, pasando junto a asteroides y el resto del universo.

La atracción comienza cuando entramos lentamente por un túnel mientras unos personajes animados narran la introducción, y entonces, ¡comienza el viaje! Entramos a un universo oscuro y la montaña rusa empieza a moverse hacia abajo muy rápido, y a girar. Todo esto hace que suba la adrenalina y que no sepas ni veas dónde termina. No tenía ni idea de cuán profunda era la caída ni qué esperar después. Simplemente me dediqué a disfrutar de las vueltas (mientras esperaba no acabar vomitando) y del paisaje a mi alrededor. Yo diría que la experiencia en conjunto resultó algo épico.

Miles de luces suaves que representaban las estrellas estallaban por todas partes y, algo importante que quiero mencionar (y totalmente diferente a otras experiencias) es que podías ver tanto el vehículo anterior como el posterior dando vueltas delante y detrás de ti.

Había muchísimas cosas geniales. ¡Ojala tuviéramos algo así en Croacia! Por ejemplo, entramos en otro pasillo enorme con algo que parecía una nebulosa justo en medio y nuestra montaña rusa pasó rápidamente alrededor haciéndote sentir como si estuvieras en una lanzadera espacial a gran velocidad, pasando junto a los elementos del universo. Había más cosas que no fui capaz de reconocer, probablemente un resumen preparado, incluyendo el famoso anillo de Saturno (¡sin Saturno! ). Lo mejor era que el recorrido era muy creativo y reducía la velocidad y luego aceleraba junto con los gráficos y las vistas a tu alrededor, y parecía que estábamos a punto de pasar a hiper-velocidad. Nuestros vehículos también cambiaban de color durante el viaje. Se trataba de un espectáculo visual basado en la belleza y la imaginación del universo.

La segunda mitad del trayecto pasamos por un campo de asteroides y escuchamos la voz de una mujer que apareció varias veces. Luego llegó probablemente la parte más extravagante (haciendo notar que el viaje llegaba a su fin) en la que de repente empezó a ir muy rápido y entre los planetas, y llegamos a otra caída. Estábamos volando hacia abajo rápidamente, por una sala en la que las luces parpadeaban constantemente y yo me sentía como "wow, esto es lo mejor para sufrir un ataque de epilepsia", aún así fue realmente un espectáculo visual. Mucha gente se puso a gritar aquí. Estábamos llegando al final del trayecto y nos rodeaban pantallas con fuegos artificiales, y todo empezó a ir más despacio.

Esta atracción resultó ser muy divertida, a pesar de que, en un principio pensamos "oh, probablemente sea más para niños, pero vamos a probar", al final lo pasamos genial dentro y yo, definitivamente, repetiría. Excepto por el hecho de que es una montaña rusa metida en un espacio cerrado, tiene un espectáculo visual que seguro que os encantará. ¡No perdáis la oportunidad de pasaros!

El paseo en barca de Tiburón. Diversión para los que no han visto la película, pero un poco aburrido si tus expectativas son demasiado altas

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Después de explorar el universo aún nos quedaba algo de tiempo y no pensábamos perder ni un solo minuto. Lo siguiente en nuestro plan era el parque temático de Tiburón. Los jefes de campamento nos habían comentado que ya habían ido un par de veces y que el paseo no nos iba a dar un subidón de adrenalina pero podría resultar interesante para los nuevos "fans" de la serie y que, al menos, disfrutaríamos del paseo en barca.

Para llegar al pueblo Amity tuvimos que volver en dirección a Hogwarts y luego ir un poco hacia el norte. El pueblo Amity y la atracción del gran blanco estaban justo detrás de los muros y el bosque del lago Negro. Pasamos junto al gran blanco, atrapado y colgado boca abajo, donde la gente podía hacerse fotos, pero había muchos niños que querían hacerse una foto delante del Tiburón y no quise molestarles ni hacer perder tiempo a los demás. Además, empezaba a anochecer.

Bajamos por las escaleras de piedra y terminamos en la casa en la que estaba el restaurante y la cola. Junto a la entrada había, también, un bote en el patio.

Una vez dentro del edificio (con el nombre Tiburón en mayúsculas sobre las puertas) te encuentras rápidamente al final de la cola en zig-zag que era, también, bastante larga. Creo que nos pasamos allí otros 30 minutos esperando a subir al bote. El interior era bastante abierto, con una salida y con vistas al lago ("el mar") y el resto del pueblo, formado por varias casas y el muelle al otro lado, y las puertas a la izquierda. Todo el sitio estaba repleto de cosas relacionadas con pescadores y con el mar. Se podían ver los botes, los artículos de navegación, compases, imágenes sobre pesca enmarcadas y, conforme nos acercábamos al final podíamos ver más posters y datos (sin fotografías) de un "misterioso y sospechoso monstruo en el mar". Sin embargo, hasta que no veías al tiburón en el agua por primera vez, no sabías qué iba a pasar. En otras palabras, los que nunca habían visto la película no sabían qué les esperaba.

Una vez que subimos al bote había espacio para unas 25 personas, diría yo. Al frente del bote había una mujer sujetando un micrófono y nos dijo que nos sentáramos. Yo estaba en la segunda fila y el segundo más cerca del borde izquierdo del bote. Había un par de amigos a mi alrededor que no tenían ni idea de lo que iba a pasar, yo estaba bastante preparado así que iba a ser difícil asustarme. Chiho, que ya había estado allí bastantes veces, se quedó medio dormido durante el recorrido.

Debo decir que esta atracción fue también especial para mí, a pesar de que puede que esperara al más (y, definitivamente, se coloca en el último puesto de todas las atracciones de aquel día, al menos en cuanto a adrenalina y emoción). Vi, o intenté ver, la primera película de pequeño y, simplemente, fue demasiado para mí; estuve escondido detrás de los cojines y acabé teniendo pesadillas. Sin mencionar lo difícil que se puso nadar en el mar en verano cuando no podía olvidar las escenas de la película. Por eso estaba emocionado a la hora de visitar esa atracción; porque, al igual que Spiderman y Harry Potter, esto era otra cosa más de mi infancia que cobraba vida frente a mis ojos. Solo espero poder visitar Jurassic Park la próxima vez. ¡Lo mejor de esta atracción es que podías llegar a ver lo realmente grande que era el tiburón de la película! Eso fue lo más aterrador, pues te hacía pensar en qué pasaría si te cruzaras con uno de verdad mientras estás en el mar.

El "capitán" del bote gritaba todo el tiempo

Después del gran blanco, la segunda mejor cosa que recuerdo al mencionar esta atracción es la mujer japonesa (en nuestro caso) que era una especie de capitán o, simplemente, la persona que "pilotaba" el barco durante el viaje. Simplemente, no paró de hablar en todo el trayecto. ¡Era gracioso porque hablaba muy rápido y lo gritaba todo en japonés! No se le entendía casi nada, excepto la parte en la que apareció el tiburón y dijo algo como "ay Dios, ¡un tiburón! ".

La mejor parte fue cuando vimos al tiburón salir del agua a un metro de nuestro bote y asustó a todos los pasajeros que no sabían lo que iba a pasar. En ese momento la mujer, que no se había tomado ni un respiro, sacó una pistola de repente y empezó a disparar al tiburón. Fue una escena graciosísima ya que cundía el caos por todas partes pero todos lo pasábamos genial.

El paseo por las zonas (escenas) de la película

Había olvidado comentar que todo el trayecto dura unos 5-5. 30 minutos, lo que está bastante bien.

Durante dos minutos no pasó nada, mientras pasamos por la zona de las casas, bastante limpia y agradable, y la playa. No entendí nada de lo que la guía nos decía, pero, ¿qué más da? Mientras dejábamos el muelle saludamos al resto de los visitantes que estaban allí, algo que me resultó muy agradable. Todo muy educado, todo muy japonés. Y justo al principio de la atracción se nos prohibió hacer fotografías. Me decepcioné un poco pero no estuvo mal.

El primer minuto del viaje era bastante tranquilo mientras te acercas al pasadizo de madera (una especie de puente) que tiene una señal que dice "slow" justo al lado. Mientras pasábamos por debajo se podía escuchar algunas personas y a un hombre pidiendo ayuda a gritos y justo después, todo silencio. Por lo que se escucha, se entiende que algo malo ha pasado... y que alguien acaba de ser devorado. En ese momento todo empezó a ser más intenso y la emoción iba en aumento. Como he dicho antes, creo que la experiencia es mucho más intensa para los más jóvenes y, desde luego, para los que no saben nada de la película, del argumento y que, por lo general, tienen miedo a los tiburones. Si conoces a alguien que encaje con esa descripción... llévalo allí.

Después de pasar el puente, a nuestra derecha teníamos la playa y a nuestra izquierda podíamos ver un bote que había sufrido un ataque y estaba prácticamente destruido y se hundía lentamente. Fue genial poder ver los detalles del daño que ha provocado el tiburón con sus mordiscos y, cuando lo tienes delante, es completamente distinto a lo que se ve en las películas. Y mucho más escalofriante.

Finalmente apareció el gran blanco, después de que el bote se hundiera. Solo pudimos ver sus aletas pero en todo el barco empezó a cundir el pánico cuando el tiburón se giró en nuestra dirección y se metió debajo de nuestro bote. Yo estaba esperando el efecto del tiburón golpeando el bote, pero no pasó. El tiburón emergió de nuevo a nuestro lado durante unos segundos, esta vez, como la anterior, solo pudimos ver sus aletas y volvió a sumergirse. Nuestra capitana sacó una pistola y disparó dos o tres veces al agua, lo que provocó el efecto de una explosión en la superficie. Estuvo bastante bien, para los que estaban al otro lado del bote.

Ya nos acercábamos a un muro que parecía formar parte de una zona industrial. Las puertas de madera se abrieron y entramos a un interior oscuro y espeluznante. ¿Qué iba a pasar ahora? Había un montón de barriles de aceite a cada lado de las plataformas; mientras pasábamos nuestra guía (y protectora) cogió una linterna. Esperaba algún momento alucinante que nos asustara a todos. ¡Y eso fue lo que paso! Cuando estábamos acercándonos al final del muro y a la salida (que estaba cerrada), de pronto todos los barriles y los cables eléctricos empezaron a temblar y a caer al agua; los cables eléctricos se partieron rompieron en dos con una pequeña explosión (como en la película) y a nuestra derecha apareció sobre la superficie la enorme cabeza del gran blanco, que pasó junto al bote con la boca abierta y sus enormes dientes. Esa fue la primera vez que vimos la cabeza del tiburón, la parte más terrorífica.

Lo siguiente era salir de ese edificio y adentrarnos en una zona industrial, en la que, curiosamente, había un cartel que decía "prohibido el baño". Para ser honesto, a pesar de que era un muñeco dentro del agua, un estúpido juguete por debajo de nosotros, ni muerto me habría metido en el agua. Había algunos barriles negros con gas, que, probablemente, habrían explotado si les hubiera alcanzado una bala. Justo como en la película.

Después llegó otro momento genial que había estado esperando. Fue una suerte que estuviera sentado cerca del borde izquierdo del bote, ¡porque la enorme cabeza del gran blanco salió del agua justo a mi lado! Asustó muchísimo a la mayoría de mis amigos y a otros pasajeros pero a mi me hizo reír. La cabeza del tiburón estaba llena de sangre y heridas que simulaban los daños que le habían causado los disparos, pero que no le habían herido demasiado. En ese momento, al mismo tiempo que salía el tiburón a la superficie, un montón de agua acabó salpicando a todo el mundo así que acabamos un poco mojados. En cuanto el tiburón se sumergió, ¡todo lo que había en los muelles de madera empezó a explotar! El agua estallaba por todas partes y, en cuanto explotaron los barriles, pudimos ver un efecto bastante chulo, la superficie del agua ardía en llamas. Nos dirigimos a la superficie en llamas, las cuales desaparecieron rápidamente (yo solo podía pensar "no vamos a acabar ardiendo, ¿verdad? ").

Una vez más, entramos a un muelle (y la última zona del recorrido) y vimos al tiburón nadando bajo el agua. En cuanto pasamos por una especie de grúa o una plataforma en el centro de la zona, todo empezó a llenarse de niebla. Estaba muy emocionado y esto es lo que pasó. La mujer cogió de repente su pistola y, a nuestra izquierda, apareció sobre la superficie la enorme cabeza del tiburón, que asustó a todo el mundo, y que llevaba el enorme cable negro en la boca. ¡De repente nos vimos rodeados por explosiones y electricidad! El tiburón intentaba cortar el cable en dos, y la mitad del bote estaba gritando aterrorizados.

El final fue algo así. Unos metros más allá, el tiburón emergió otra vez, pero medio muerto. Todo negro y chamuscado por las explosiones y la electricidad, y se desvaneció bajo la superficie dejando a todo el mundo muy contento. Aún así, en cuanto se sumergió intentó, una última vez, alcanzarnos, quedándose a medio metro del bote con sus dientes y su enorme boca abierta.

Mientras se hundía en el agua, esta vez de manera definitiva, nos acercamos al primer muelle, en el que comenzó nuestra aventura, aplaudiendo con entusiasmo. Yo no podía parar de reír, y escuchamos un par de veces a nuestra guía decir "arigatou gozaimasu".

En conclusión, la atracción fue divertida y tenía unos buenos efectos especiales pero puede que le faltara algo. Si tenéis tiempo de ir, aseguraos de sentaros junto a alguien que tema a los tiburones, será mucho más divertido ver sus reacciones que el espectáculo en sí. Ah, y Chiho se despertó para el final del viaje.

La tienda de recuerdos

Por supuesto, cuando volvimos al muelle la salida estaba en la tienda de recuerdos. Nos pasamos allí unos minutos para ver lo que había pero no encontramos nada interesante; o las cosas que había eran algo caras así que no compré nada. Había muchos imanes, chapas, cojines o gorras con diseños de Tiburón, pero al compararlas con el Emporio de Filch no era tan diverso, más bien un poco aburrido.

El Hollywood Dream otra vez

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Bien, habíamos terminado con Tiburón y ahora solo nos quedaba decidir qué hacer con el tiempo que nos quedaba. Estoy seguro de que ya eran las 6 p. m. o más tarde así que teníamos 2 horas más antes de dejar el parque. O incluso menos ya que Chiho nos dijo que solo teníamos tiempo para una atracción más porque, al acabar el día habría un gran evento en el parque y las calles iban a llenarse de gente y algo iba a pasar. Las atracciones iban a cerrar, sin olvidarnos de que teníamos que encontrarnos con los demás en la entrada; así que teníamos que darnos prisa y tomar una decisión.

Al final, las opciones disponibles eran visitar Regreso al Futuro, Terminator 3D o... montarnos otra vez en la montaña rusa Hollywood Dream. Después de unos minutos discutiendo decidimos volver a experimentar la emoción y la adrenalina de esa atracción. Yo también voté por esta opción porque el resto de atracciones en el parque no eran tan interesantes y ya habíamos visto las grandes atracciones. Además, quería confirmar que era capaz de enfrentarme al miedo y recordé lo mucho que disfruté la vez anterior, me sentí como Superman (o, si lo prefieres, como Son Goku volando) en cuanto desapareció el miedo y me relajé y disfruté del resto del viaje.

Antes de volver al Hollywood Dream (si os lo habéis perdido, podéis saber más sobre esto en la parte 1) pasamos por los aseos y la zona de las fuentes para refrescarnos. Ya era por la tarde y, por suerte, no hacía mucho sol, el atardecer estaba en el horizonte y la noche llegaría en una media hora.

Después de terminar con el agua nos cruzamos con otros chicos del campamento que habían ido a comprar o algo; ellos casi habían terminado también y se dirigían al Space Fantasy. Pasamos por Mel's Drive-in y les pregunté a los demás si querían una foto en grupo (sin mí) y la hicimos.

Llegamos a la calle en la que estaba la entrada al Hollywood Dream y otros restaurantes y tiendas. Estaba empezando a llenarse de gente y vi a cientos de personas sentadas en el camino, descansando, comiendo o bebiendo para recuperar energía, pero también esperaban al gran show final. Ya lo descubriréis pronto, solo tendréis que esperar un poco más.

Llegamos a la cola y el 60% de ella estaba vacía así que nos ahorramos 5-6 filas y 2 o 3 minutos dando vueltas hasta llegar al final. Estuvimos esperando bajo la plataforma de los trenes y detrás de nosotros había un grupo de 20 personas, y eso era todo. Después nos enteramos de que habíamos subido los últimos y que después de nosotros, la atracción cerró. Eso nos hizo sentir un poco mejor a todos. Mientras esperábamos nos saltamos una fila más mientras bromeábamos sobre todo lo que habíamos experimentado ese día. Ya no me sentía tan nervioso (un poco, pero solo un poquito) por la atracción puesto que ya había sobrevivido a ella hacía medio día. Cuando llegamos a las escaleras para subir empezamos a discutir la opción de ir de espaldas, que era básicamente el mismo viaje solo que los asientos miraban en la dirección opuesta. Había visto a otras personas hacerlo pero no me llamaba mucho la atención. A Lukas y a los demás tampoco. En realidad, a los chicos del grupo no nos apetecía, mientras que las chicas lo veían interesante. Lo siento ¡la próxima vez será! Optamos por el recorrido normal una vez más. Cuando pienso en ello, caer de espaldas desde 43 metros habría sido demasiado para mí.

Llegamos allí listos para volar. Ya estaba oscuro, el sol se había escondido del todo, lo que significaba que el Hollywood Dream encendía las luces alrededor de la montaña rusa y fue algo visualmente increíble. Desde las escaleras observaba el trayecto normal y de espaldas, y parecía una locura por la noche.

Puse mi mochila y mis gafas en la taquilla al otro lado del coche y volvimos a nuestros asientos. Esta vez me había sentado en el borde izquierdo, con Lukas a mi lado, seguido de Anita y no recuerdo quién era el cuarto, si había alguien. Recuerdo que pensé "Oh, ya veo, me toca la esquina... " pero al final no fue para tanto. Simplemente te sientes más seguro en el centro.

El recorrido nocturno perfecto y nos dio hambre por el subidón de adrenalina

Esta vez no quería equivocarme con la música y no había lugar para el miedo. Me sentía bastante tranquilo y estaba deseando que empezara. Después de que comprobaran los cinturones de seguridad escuchamos el sonido que marcaba el inicio del viaje y empezamos a movernos.

Decidí escuchar música rock aun que no recuerdo qué canción, pero eso no era lo más importante, al final. Giramos un poco a la izquierda y comenzamos a ascender por la plataforma de 43 metros a través de un túnel. Como no llevaba mis gafas no pude ver los detalles pero pude imaginarme la vista sobre Universal Studios Japón y la vista nocturna de Osaka (los rascacielos, los puertos, el mar... ), era algo maravilloso, ¡con luces de colores y efectos por todas partes! Es algo que no se experimenta todos los días y realmente vale la pena vivirlo.

Después de 40 segundos llegamos a la cima y al final del túnel. Sabía lo que me esperaba y sobreviví a ese incómodo momento cuando empiezas a caer a gran velocidad. Una vez más, esos 4 o 5 segundos que nos dejaban allí antes de deslizarnos hacia abajo me parecieron una eternidad e intenté disfrutar de las vistas de Osaka que tenía frente a mí (aun que estaban algo borrosas, claro, ya que soy miope). Recuerdo los dos rascacielos y después... deslizarme hacia abajo me pareció una eternidad, ¡pero esta vez no estaba asustado y fue genial! Pensé que se me iba a salir el estómago por la boca y que la cara se me iba a deformar por la velocidad... pero sobreviví a todo eso, una vez más. Cuando llegas a la primera bajada te sientes genial, nada puede arruinar esa sensación. La música resonaba en mi cabeza, todo el mundo gritaba de alegría, yo incluido. Incluso me atreví a levantar las manos un par de veces, cuando no había construcciones de metal cerca. Simplemente quería disfrutar al máximo del viaje y deshacerme completamente del miedo que había tenido desde pequeño a subir en las grandes montañas rusas. Todo esto me ayudó mucho.

El recorrido duraba unos 2 minutos y medio y era realmente rápido. Simplemente disfruté del viento que soplaba sobre mi cabeza y del calor agradable. Las vistas nocturnas de Universal Studios incluían montones de luces, música por todas partes, deslizarse arriba y abajo... Volví a sentirme como si volara, como Superman o cualquier otro personaje se siente, como un avión en el cielo. El momento triste llegó cuando la atracción empezó a frenar y bajamos de los vehículos. Cogí mis cosas y bajé con los demás por las escaleras.

Me sentía un poco mareado pero, aún así, era una sensación increíble y todos estuvimos de acuerdo en montar una vez más. Teníamos hambre de adrenalina.

Como he dicho antes, fuimos los últimos en subir a esta atracción y el motivo era que faltaban 15 minutos para que empezara un espectáculo y todas las atracciones iban a cerrar. En cuanto dejamos el edificio del Hollywood Dream y volvimos a las calles me sorprendí al ver cuánta gente había allí reunida. No teníamos ni idea de lo que iba a pasar y tampoco prestábamos mucha atención pero, al parecer, todo el mundo estaba esperando algo.

El Magical Starlight Parade

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El espectáculo que todo el mundo estaba esperando se llamaba el Magical Starlight Parade y es algo que no te puedes perder. Dicen que es uno de los desfiles de luces y cuentos de hadas más grandes del mundo; y, en cuanto a mí, es el más grande al que he asistido nunca.

Antes de revelar más detalles, esto es lo que pasó primero. Chiho y Kengo nos advirtieron de que nos quedaban 20-25 minutos para vernos con los demás en la gran esfera junto a la entrada y marcharnos de USJ. Nos apresuramos para salir de los primeros ya que algunos chicos de otros grupos estaban allí. A mitad de camino atajamos por la gran tienda de juguetes y otras cosas de Universal World. Me detuve durante unos segundos para observar los estantes y los armarios llenos de cosas, una vez más tuve ganas de llorar ya que algunos eran o muy caros o muy grandes para poder llevármelos.

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Al otro lado de la tienda, al comienzo de la primera calle, nos reunimos con otros amigos y decidimos acercarnos a ver el desfile.

En cuanto nos pusimos a buscar un hueco entre la multitud (nos rodeaban cientos de personas y era bastante difícil moverse) nos dimos cuenta de que se había formado un pequeño hueco en medio de la carretera y empecé a sentir curiosidad por lo que estaba a punto de pasar.

¡En ese momento empezó el espectáculo! Como estaba oscuro no sabría decir con seguridad la distancia pero yo diría que a unos 200 metros frente a nosotros vimos los enormes vehículos y las figuras que, aunque no podría decir qué eran, se acercaban a nosotros. Podía escuchar a la gente gritando de felicidad, especialmente a los niños, que estaban encantados. Pronto empezaron a aparecer las mascotas y los personajes de Universal Studios, entre los que se incluían grandes figuras con miles de bombillas de colores, de Snoopy, Hello Kitty, Elmo y muchos más. No conocía el nombre de todos los personajes que vi, algunos me resultaron completamente desconocidos y otros me resultaban familiares. Junto con las enormes figuras había montones de vehículos con forma de tartas y gente disfrazada de personajes de dibujos y películas. Creo que todo esto tuvo un gran impacto, especialmente, en los más pequeños de la audiencia, en ese momento en el que nuestra imaginación y percepción de lo que vemos lo hace todo mucho más grande. Estoy seguro de que, si yo hubiera sido un niño, todos esos personajes me habrían parecido mucho más que vivos y aquella habría sido una de las mejores noches de mi vida.

Intenté hacer un montón de fotos y grabar algunos vídeos del desfile y, poco después, los jefes de campamento empezaron a avisarnos de que teníamos que ir dirigiéndonos a la salida. Se nos había acabado el tiempo en Universal Studios y era hora de decir adiós a esas calles falsas y todos esos espectáculos.

Nos reunimos en la esfera, en el Universal Globe

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El momento en que cruzamos las puertas del parque fue doloroso y tan difícil que tuvimos que cerrar los ojos y hacer uso de toda la fuerza que nos quedaba para dejar atrás aquel mundo mágico. Entonces nos reunimos junto a la esfera de Universal y encontramos a casi todos los del campamento allí. Creo que fuimos los últimos en llegar; muchos estaban sentados en unos bancos improvisados con montones de bolsas llenas de recuerdos, juguetes, etc. y también nos dimos cuenta de que algunos estaban comiendo mientras que nosotros nos moríamos de hambre.

Pasamos unos 15 minutos allí, saturados por las historias emocionantes y los recuerdos del día anterior, antes de decidir a dónde íbamos a ir ahora. Tengo que admitir que me decepcioné un poco por que no compré nada; solo había comprado una fotografía de la atracción de Amazing Spiderman y había decidido guardar mi dinero para alguna otra cosa. Fue difícil ver a los demás con muñecos y artículos del Wizarding World de Harry Potter. Pensé que mi familia querría matarme, incluso podía ver a mi hermana quejándose por no comprarle nada en Universal Studios. Por otro lado, seguía repitiéndome a mí mismo que algún día volvería y, lo que es más importante, esperaba que mi hermana pudiera ir también a Japón gracias a este programa de intercambio y, con un poco de suerte, al mismo campamento y al USJ. Así ella misma podría comprar todo lo que yo no compré; y pensaba ayudarla económicamente. ¡Esperemos que así sea!

Nos marchamos del restaurante y nos dirigimos a casa

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Debido a que no todos teníamos algo para comer y todos nos moríamos de hambre, el plan era pasar por una de las tiendas o restaurantes cercanos. Fuimos al otro lado de la esfera y pasamos por las mismas puertas que representaban una de las dos entradas al patio anterior a la entrada principal (a partir de la cual ya necesitas una entrada).

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Después entramos a una calle genial con unas vistas muy interesantes, con señales y anuncios en las fachadas. Caminamos unos 200 metros hasta llegar al final. El plan era ir a la tienda Lawson de la esquina y comprar algo para comer.

Me encontré con mi amigo mexicano, Roberto. Estuvimos esperando frente a la tienda mientras comentábamos lo abarrotada que estaba (había otros visitantes que acababan de salir del USJ también) y lo hambrientos que estábamos. Entramos a la tienda pero no pudimos encontrar nada y la cola era demasiado larga para lo impacientes que nos sentíamos.

¡En ese momento tuve una idea! De camino allí vimos un McDonald's así que pensamos "Ya sabemos cómo es la comida allí y es imposible equivocarse; además, comeremos antes si corremos hacia el McDonald's que si esperamos en esta cola". Ambos estábamos de acuerdo así que les pedimos permiso a los jefes de campamento. Después de un minuto de negociaciones nos dijeron que nos apresuráramos, así que echamos a correr por la calle, entramos al McDonald's y pedimos "3 cheeseburgers, small French fries and a small cola, please... and arigatou gozaimashita". Nos apresuramos en volver con nuestro grupo (para entonces casi todos estaban fuera, esperándonos) con unas grandes sonrisas y nos comimos aquella comida rápida poco saludable. Tiene gracia que he comido lo mismo con mis amigos hace tan solo un par de horas, antes de ponerme a escribir esto. Otra vez allí, decidimos salir despacio a la carretera en la que los taxis nos esperaban para llevarnos de vuelta al hotel.

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Tuvimos que despedirnos de una amiga del campamento porque no pudo pasar más tiempo en el campamento con nosotros. Y así, tan pronto, comenzó "la separación de la compañía". Después de hacernos algunas selfies y hablar un rato, entramos en nuestro taxi y pusimos rumbo al hotel.

Cuando llegamos al hotel, todos estábamos exhaustos y fuimos a prepararnos para el viaje del día siguiente. Tenía que hacer la maleta otra vez. Cogí la ropa seca del balcón y una vez que lo tuve todo listo, y antes de irme a dormir, subí algunas fotos con mis amigos y mi familia a Facebook. Llegó el momento de dormir y, en cuanto al día siguiente, pronto lo descubriréis.

En conclusión

¿Qué puedo decir? Ese día fue alucinante e inolvidable, repleto de buenos recuerdos. Habíamos visto y entrado a Hogwarts y a Hogsmeade, vencí mi miedo a las montañas rusas dos veces en el fantástico Hollywood Dream, lo pasamos genial en la atracción Amazing Spiderman's 4K3D y un espectáculo visual y montaña rusa en el Space Fantasy. Hicimos el recorrido en botede la atracción de Tiburón y nos lo pasamos muy bien en el restaurante. Por último, disfrutamos del espectáculo de luces del Magical Parade al final del día.

El Universal Studios Japón es una experiencia única y, definitivamente, recomiendo a todo el mundo que vaya allí. Incluso sin la tarjeta exprés podrás visitar muchas cosas. Lo único de lo que espero no arrepentirme es de no haber comprado más souvenires.

¡Gracias por leer!

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