Alcazaba y Gibralfaro

Hoy os hablaré de dos lugares vitales en la historia de la ciudad: La Alcazaba y el Castillo de Gibralfaro. En este caso diría que no podemos entenderlos por separado ya que ambos forman un conjunto arquitectónico único: Las dos fortalezas y el paso amurallado de la Coracha.

Podéis empezar la visita por una u otra fortificación. En este caso empezaremos hablando de la Alcazaba. La entrada a esta se encuentra junto al Palacio de la Aduana, en Calle Alcazabilla, aunque también existe un ascensor que nos lleva a su interior, en la calle Guillén Sotelo, frente al Ayuntamiento, dejándote en la parte superior de la ciudadela.

Para acceder a su interior existen diferentes tarifas pero en cualquier caso es muy económico considerando lo valioso de la visita. Menos de 5€ por persona, y visita gratuita los domingos por la tarde. Tenéis más información sobre tarifas y horarios aquí.

Al acceder a la Alcazaba nos introducimos en un recinto con dos partes diferenciadas. La primera de ellas es la de acceso, muy ligada a su función defensiva, algo que se deja notar en su acceso ascendente en zig-zag, adecuado para ser fácilmente defendido, ya que los atacantes eran vulnerables durante el recorrido a los defensores de las torres y murallas interiores, pues el recinto cuenta con una doble muralla que lo hace especialmente complicado de tomar.

Una curiosidad de este acceso es que podemos ver algunos elementos como capiteles romanos o inscripciones latinas en mármol integrados en la construcción. Esto se debe a que se utilizó el material disponible en las cercanas ruinas romanas. 

Una vez superemos este acceso llegaremos a la parte palaciega, donde residían los gobernantes y personajes destacados de la ciudad medieval. Estos poseen los característicos espacios ajardinados, fuentes y los patios de la arquitectura árabe, con bellas decoraciones en techos y paredes. Una pequeña Alhambra en Málaga. Ciertamente no solo residía la alta sociedad en estos muros, si no que también existe en el recinto un pequeño barrio de artesanos y sirvientes. Sin embargo este espacio no está aún restaurado por lo que su visita no está incluida.

Sí que podremos disfrutar en cambio de restos arqueológicos expuestos en las salas interiores. Además de la visita diurna, durante parte del año se realizan visitan especiales nocturnas en las que se ilumina de manera especial el lugar. El precio es algo superior a la visita diurna, pero puede ser una opción interesante. 

Uno de los principales atractivos de este lugar es la increible visual que tenemos de buena parte de la ciudad, con la catedral a unos cuantos metros hacia el oeste y
el mar mediterráneo como telón de fondo hacia el sur. Si prestáis atención, no os costará divisar gran parte de los monumentos de Málaga desde estas murallas.

Si queréis continuar hacia el Castillo de Gibralfaro existen dos opciones: Subir andando por el paseo Don Juan Temboury o tomar el autobús número 35 desde el Paseo del Parque. En ambos casos no será un camino largo, 15-20 minutos andando y 10 minutos en el caso del autobús, pero hay que tener en cuenta que subir andando requiere cierto esfuerzo físico, porque no es una subida demasiado sueve. Para que os hagáis una idea, el Castillo de Gibralfaro se encuentra a unos 130 metros sobre el nivel del mar. Los horarios y tarifas son similares a los de la Alcazaba. Aquí encontraréis toda la información.

Una vez arriba podréis recorrer con total libertad la fortaleza. Verdaderamente no destaca demasiado en lo arquitectónico (en este sentido la Alcazaba es mucho más
espectacular), pero las vistas sí son considerables, otorgándonos una visual en 360º grados de toda la ciudad. Especialmente impresionante la parte de la Torre del Homenaje. Al igual que en la Alcazaba, encontraremos una pequeña exposición en el recinto interior. En este caso también existe un restaurante para comer dentro del propio castillo, así como un parador en el exterior.

Aunque es menos conocido, también puede ser interesante recorrer el propio monte de Gibralfaro, que está categorizado como parque forestal. Este tiene una serie de
senderos de tierra que nos permite rodearlo (en aproximadamente 1 hora), y es bastante fácil que durante el recorrido podamos encontrar numerosos pájaros y ardillas. Es un paseo agradable puesto que la gran cantidad de vegetación refresca
el ambiente y el recorrido circular posee unas pendientes suaves. Encontraremos en ciertos puntos servicios como juegos infantiles, papeleras o bancos, así como dos
miradores hacia el lado sur.

Sea cual sea el plan que realicéis, os aconsejo llevar con vosotros agua así como ropa y calzado cómodo. Es un espacio muy bello y tranquilo justo al lado del centro
de la ciudad. ¡Recordad mantenedlo tan limpio como lo encontréis y disfrutadlo!