Mi viaje por Málaga en Semana Santa, pescaito frito, Gibralfaro, Alcazaba
Publicado por 
Javier López
— hace 15 años
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Etiquetas: Experiencias Erasmus Málaga,
Málaga,
España
Antes de nada, decir que mi experiencia es desde el punto de vista de un viajero que ha estado sólo dos días en esta ciudad.
Málaga es una ciudad que se perfila a medio camino entre ciudades como Murcia o Granada (no muy amplia, buen clima, buenos precios, buena gastronomía, gente abierta, etc). Esto, unido a que es una ciudad costera, la convierten en una buena ciudad para visitar, y por qué no, para vivir. Si bien los precios de la gastronomía son más baratos que en Murcia, no existe (excepto en algunos bares muy concretos de la zona universitaria) la tradición de tapa gratis con la cerveza, como si ocurre en Granada.Por otro lado, y siguiendo con las comparaciones, si bien es cierto que Granada tiene una belleza arquitectónica superior a Málaga, esta última dispones de dos castillos en el monte de Gibralfaro, que harán las delicias de los amantes de la historia, a cuya falda moran el resto de edificios de la ciudad, dominando al espectador desde la atalaya la espectacular vista de la costa.
Mi visita fué durante Semana Santa, por lo que la ciudad hervía de actividad. Aún así, el nivel de gente no resultaba molesto ni agobiante y podías encontrar sitios para comer incluso en Viernes Santo al medio día en pleno centro.
El clima de la ciudad resultó sensacional, mientras en el resto de España llovía a cántaros, en Málaga la gente estaba tomando el sol. Por lo que parece, esto no es nada raro aquí, basta echar una ojeada a la wikipedia para ver que esta ciudad goza de muchísimos días de sol.
Los precios, por lo menos en cuanto a transporte y sobre todo la comida, me resultaron muy baratos. La media que pagué por mis comidas fue inferior a 15€, y eso que pedí viandas a granel. La ciudad es pequeña y se puede recorrer perfectamente a pie de punta a punta en una media hora. Aún así, si eres comodón, el transporte a las zonas turísticas es continuo a un precio módico (menos de 2 euros).
En cuanto a la comida, si vais en verano, no dejeis de probar las típicas Espetas de pescado, que son pinchos de pescados (sardinas, doradas, etc) a la sal, cocinados sobre brasas en barcos de madera enterrados en la arena, en la mismísma playa Malagueña. Otro sitio digno de meción, por su tradición, decoración, la calidad de las tapas y la comida es El Pimpi, situado en el centro de Málaga, y que cualquier malagueño que se precie conoce.
En cuanto al ocio y tiempo libre, la ciudad dispone de numerosas zonas de recreo (parques) así como de zonas turísticas bonitas que pueden ser visitadas sólo por el placer de relajarse un rato paseando y viendo los jardines, me refiero sobre todo a los jardines de la Alcazaba, de la que hablaré más adelante, y de la subida a Gibralfaro, el castillo. Y todo esto sin hablar de la playa, que por supuesto da muchísimo juego a los amantes del sol y del mar.
La ciudad es de costumbres, tradiciones e historia profunda. Por lo poco que pude ver de la Semana Santa vi que la gente la vivía intensamente, y que existían numerosas congregaciones y comunidades de nazarenos relacionadas con esta festividad. También existen diversos museos sobre costumbres títpicas, eso sin contar los museos históricos que hay tanto en la ciudad, como en los citados castillos de Gibralfaro. Málaga es una ciudad milenaria, enmarcada en una historia que comienza con los Fenicios, prosigue con el Imperio Romano, luego con la ocupación Musulmán en el reino de Al-Ándalus, para desembocar siglos más tarde en en una ciudad pertenciente a la Corona de Castilla y llegar hasta nuestros historia moderna como uno de los escenarios más sangrientos de la Guerra Civil Española.
La belleza arquitectónica de la ciudad, se centra en su plaza de toros, la catedral, el Teatro Romano y sobre todo, en los castillos de su monte: La Alcazaba y Gibralfaro. Estos castillos me impresionaron mucho, sobre todo La Alcazaba, que más que un castillo es una fortificación palaciega que contiene dentro un auténtico Edén de jardines, con ingeniosos sistemas decorativos a base de saltos de agua, fuentes, estanques, flores, árboles frutales, etc. Gibralfaro por el contrario, contiene un jardín más tradicional, a base de árboles de diferentes especies. El principal atractivo de Gibralfaro son sus impresionantes vistas de la costa y de la ciudad de Málaga.
Mas allá de estas edificaciones, el resto de edificios de Málaga del casco antiguo no me llamaron demasiado la atención.
En resumen, Málaga es una ciudad bonita, con muy buena comida, mucha historia, excelente clima, playera, con castillos dignos de mención y que merece la pena visitar y en que la no me importaría vivir una temporada. Totalmente recomendable.
Málaga es una ciudad que se perfila a medio camino entre ciudades como Murcia o Granada (no muy amplia, buen clima, buenos precios, buena gastronomía, gente abierta, etc). Esto, unido a que es una ciudad costera, la convierten en una buena ciudad para visitar, y por qué no, para vivir. Si bien los precios de la gastronomía son más baratos que en Murcia, no existe (excepto en algunos bares muy concretos de la zona universitaria) la tradición de tapa gratis con la cerveza, como si ocurre en Granada.Por otro lado, y siguiendo con las comparaciones, si bien es cierto que Granada tiene una belleza arquitectónica superior a Málaga, esta última dispones de dos castillos en el monte de Gibralfaro, que harán las delicias de los amantes de la historia, a cuya falda moran el resto de edificios de la ciudad, dominando al espectador desde la atalaya la espectacular vista de la costa.
Mi visita fué durante Semana Santa, por lo que la ciudad hervía de actividad. Aún así, el nivel de gente no resultaba molesto ni agobiante y podías encontrar sitios para comer incluso en Viernes Santo al medio día en pleno centro.
El clima de la ciudad resultó sensacional, mientras en el resto de España llovía a cántaros, en Málaga la gente estaba tomando el sol. Por lo que parece, esto no es nada raro aquí, basta echar una ojeada a la wikipedia para ver que esta ciudad goza de muchísimos días de sol.
Los precios, por lo menos en cuanto a transporte y sobre todo la comida, me resultaron muy baratos. La media que pagué por mis comidas fue inferior a 15€, y eso que pedí viandas a granel. La ciudad es pequeña y se puede recorrer perfectamente a pie de punta a punta en una media hora. Aún así, si eres comodón, el transporte a las zonas turísticas es continuo a un precio módico (menos de 2 euros).
En cuanto a la comida, si vais en verano, no dejeis de probar las típicas Espetas de pescado, que son pinchos de pescados (sardinas, doradas, etc) a la sal, cocinados sobre brasas en barcos de madera enterrados en la arena, en la mismísma playa Malagueña. Otro sitio digno de meción, por su tradición, decoración, la calidad de las tapas y la comida es El Pimpi, situado en el centro de Málaga, y que cualquier malagueño que se precie conoce.
En cuanto al ocio y tiempo libre, la ciudad dispone de numerosas zonas de recreo (parques) así como de zonas turísticas bonitas que pueden ser visitadas sólo por el placer de relajarse un rato paseando y viendo los jardines, me refiero sobre todo a los jardines de la Alcazaba, de la que hablaré más adelante, y de la subida a Gibralfaro, el castillo. Y todo esto sin hablar de la playa, que por supuesto da muchísimo juego a los amantes del sol y del mar.
La ciudad es de costumbres, tradiciones e historia profunda. Por lo poco que pude ver de la Semana Santa vi que la gente la vivía intensamente, y que existían numerosas congregaciones y comunidades de nazarenos relacionadas con esta festividad. También existen diversos museos sobre costumbres títpicas, eso sin contar los museos históricos que hay tanto en la ciudad, como en los citados castillos de Gibralfaro. Málaga es una ciudad milenaria, enmarcada en una historia que comienza con los Fenicios, prosigue con el Imperio Romano, luego con la ocupación Musulmán en el reino de Al-Ándalus, para desembocar siglos más tarde en en una ciudad pertenciente a la Corona de Castilla y llegar hasta nuestros historia moderna como uno de los escenarios más sangrientos de la Guerra Civil Española.
La belleza arquitectónica de la ciudad, se centra en su plaza de toros, la catedral, el Teatro Romano y sobre todo, en los castillos de su monte: La Alcazaba y Gibralfaro. Estos castillos me impresionaron mucho, sobre todo La Alcazaba, que más que un castillo es una fortificación palaciega que contiene dentro un auténtico Edén de jardines, con ingeniosos sistemas decorativos a base de saltos de agua, fuentes, estanques, flores, árboles frutales, etc. Gibralfaro por el contrario, contiene un jardín más tradicional, a base de árboles de diferentes especies. El principal atractivo de Gibralfaro son sus impresionantes vistas de la costa y de la ciudad de Málaga.
Mas allá de estas edificaciones, el resto de edificios de Málaga del casco antiguo no me llamaron demasiado la atención.
En resumen, Málaga es una ciudad bonita, con muy buena comida, mucha historia, excelente clima, playera, con castillos dignos de mención y que merece la pena visitar y en que la no me importaría vivir una temporada. Totalmente recomendable.
Contenido disponible en otros idiomas
- English: My trip to Malaga in Holy Week, fried fish, Gibralfaro, Alcazaba (Arab fortress)
- Português: A minha viagem por Málaga na Páscoa, pescada frita, Gibralfaro, Alcazaba
- Italiano: Il mio viaggio a Malaga in Settimana Santa, pescaito fritto, Gibralfaro, Alcazaba (cittadella)
- Français: Mon voyage à Malaga pendant la Semaine Sainte, pescaito frito, Gibralfaro, Alcazaba
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Comentarios (2 comentarios)
Muy buena experiencia, voto a favor!!
Me parece muy buena experiencia, recalcando el buen ambiente y amabilidad de la gente de Malaga, aunque discrepo en que no es una ciudad grande, jajaja, porque desde que estoy aqui no he parado de andar de un lado a otro, y he gastado 40 minutos sólo en cruzar el centro ( para ir a Ikea por ejemplo, se gasta mas de una hora en autobus!) Y añado como experiecia personal el ambiente de fiesta nocturno, que es muy bueno, a base de pubs y pequeñas discotecas en pleno centro ( Paralelas a Calle Larios, Calle Granada etc), uno al lado de otro, por lo que es comodo y practico, y en las que no cobran por entrar, o precios modicos de 2 o 3 euros. Ademas muchos de los pubs tienen ambiente erasmus porque son muchos los estudiantes extranjeros en la UMA. Otro punto positivo es que la playa de la Malagueta está a 10 minutos del centro de la ciudad, y apetece casi todo los dias por el buen tiempoque hace aqui! Os espero en Malaga!