Paseando por las calles de Bélgica
La semana pasada fui a Bélgica con mi amiga Giorgiana para visitar a otra amiga nuestra, Laura. Laura está allí estudiando durante medio año, como nosotras en Polonia, así que pensamos que podría ser una buena oportunidad para conocer otro país y, por supuesto, nuestra amiga vendría a vernos a nosotras la siguiente vez, quizá en diciembre.
¿Qué fue lo que me gustó de Bélgica y cuál es mi opinión tras haber estado allí? Bueno, creo que debería empezar a contar desde el principio.
"Ryanair, todos conocemos ya a esa compañía de vuelo. Nos compramos los billetes para volar con ellos porque eran los más baratos, solamente 2 zloty. Es importante saber que aunque en la web ponga que el billete solo cuesta X cantidad, hay que añadirle tasas extra, por lo que el precio siempre es algo más elevado. Aun así, seguía siendo la mejor opción, 250 ida y vuelta.
¿Dónde estaba el problema?
Giorgiana comenzó a predecir nuestra muerte tras informarnos leyendo muchas páginas web acerca de los problemas que había tenido anteriormente la compañía. De hecho, han sido demandados en bastantes ocasiones en este último año. Si no recuerdo mal, fueron demandados en agosto y septiembre por realizar aterrizajes forzosos de emergencia debido a fallos técnicos. Esto no era precisamente bueno, por lo que Giorgiana se obsesionó un poco con el tema. Hacía bromas como "bueno, si logramos volver, podríamos... ". Era la primera vez que volábamos con "Ryanair" y, como podéis comprobar, seguimos vivas :))). Los vuelos fueron bien, exceptuando al chico (el azafato) que me despertó más de una vez durante el viaje de vuelta :)).
No soy de las personas que se asustan facilmente, pero debo confesar que me puse un poco nerviosa cuando el avión despegó. No dejaba de pensar en las predicciones negativas de Giorgiana :)), pero cuando ya íbamos en alto comencé a calmarme. Me puse a mirar las nuves, eran blancas y muy bonitas, y me pregunté dónde estaría Dios ya que podía ver sus nubes pero no a él...
Podía verse todo blanco, así que, como siempre, en mi mente comencé a imaginarme todo tipo de cosas. Podía ver a niñas pequeñas llevando globos rojos en la mano mientras saltaban de una nube a otra. Estaban volando, todo era posible, así que me dije a mí misma que si teníamos un accidente podía jugar con estas niñas que solo existen en mi imaginación, al menos.
Aterrizamos en el "Aeropuerto de Charleroi" y como todo había ido bien estábamos contentas. Nos montamos a un autobús que nos llevaba a la estación de tren de Charleroi, donde compramos un bono de diez viajes que podía usarse tanto para trenes como para coger el metro por 50 euros. Por tanto, lo primero que descubrí sobre Bélgica fue sus precios elevados en todo, y con en todo me refiero a en todo. Mi amiga me contó que el salario medio anda entre los 3800 y los 4000 euros, es por eso que tienen precios tan elevados.
Esperamos en la estación a que Laura nos recogiera. Aquí es donde empieza de verdad mi historia.
Bélgica es un país situado en la parte oeste de Europa. Es conocida por las buenas conexiones debido a que ahí se encuentra la Unión Europea, aquí es donde se encuentran la mayoría de las instituciones de este organismo, pero descubrí que no es muy grande y que tiene más o menos unos 11 millones de habitantes, siendo más pequeño que mi país de origen, Rumanía.
Bélgica está dividida en lo que podría llamarse tres regiones, Flandes, Valona y la región de Bruselas capital. Esto último fue lo segundo que descubrí mientras esperábamos al tren, ya que la voz que anunciaba la llegada o salida de los trenes hablaba en tres idiomas, dos de ellos reconocí como francés y alemán, y otro que no conocía, que se parecía al alemán: el neerlandés.
Lo que más me llamó la atención tras salir de la estación de tren fue la diferencia en la arquitectura con respecto a Polonia. Todos los tejados de los edificios tenían algo especial y cada bloque de cemento estaba trabajado de una forma diferente al otro. Bélgica tenía algo similar a Polonia. Y es que aquí también se podían ver un gran número de castillos, iglesias y esculturas. Lo que no me gustó fue el barullo que había en las calles, y que muchos sitios estaban bastante sucios.
Aquí debo añadir que he visitado tres ciudades, creo que las más importantes. He visitado Lieja (en la zona francófona), Bruselas (ciudad en la que se habln las tres lenguas) y por último pero no menos importante, Brujas (donde también se hablan estas tres lenguas). Hablaré en diferentes posts de cada una de las tres ciudades para que os hagáis una idea completa sobre qué visitar en Bélgica.
Antes de acabar, deberíais saber que una de las cosas más ricas que hay que probar en Bélgica es una especie de galleta mezclada con chocolate, llamado "gofre", aka un tipo de gofre que he mezclado con el triunfo de Baco, es decir, con vino y cerveza, ya que los belgas cuentan con unos 500 tipos de cerveza. ¿Es necesario añadir que si eres cliente habitual puedes comprar "hierba mágica" en los mismos bares y discotecas? :)) Claro que hay que tener más de 18 años, estar conectado con este tipo de mercado y, lo más importante, tener dinero para comprar. Esta es la parte divertida de Bélgica... pronto os informaré sobre la parte cultural y arquitectónica.
(Fotografías tomadas por mi querida amiga Giorgiana Astefanei)
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