Al igual que sucedía en Málaga, Génova no se puede comprender sin su relación con el mar. De hecho si buceamos en la historia, la época de mayor esplendor de la ciudad ha sido cuando esta era una poderosa república marinera. Dicho esto, en la entrada de hoy hablaremos de sus principales lugares en conexión con este espacio natural.
El Puerto de Génova se divide en dos partes: El puerto nuevo y el puento viejo o mejor dicho "il porto antico". De este último es del que hablaremos, pues es la zona
visitable y conectada al centro de la ciudad. Tras el paso de los años la renovación de sus espacios ha hecho que podamos encontrar en él una gran cantidad de comercios y equipamientos, como un centro de congresos, el museo del mar o el Acuario de Génova, que tiene el honor de ser el más grande de Europa.
La historia está presente en el Porto Antico, principalmente materializada en el magnífico Palazzo di San Giorgio. Este edificio del siglo XIII es considerado el primer banco del mundo. Aunque no es visitable (es actualmente sede de la autoridad portuara) destacan especialmente sus fachadas pintadas, en las que si investigamos podremos aprender acerca de la historia de la ciudad con los personajes representados. Como curiosidad añadida, cuentan que durante un tiempo sirvió como prisión para el famoso navegante Marco Polo.
Otro reclamo turístico es la recreación del galeón español Neptune. Este fue construído el pasado siglo para la película Piratas de Roman Polanski, y se encuentra permanentemente anclado en el puerto de Génova. Si queréis recorrer su interior es posible por una entrada de 6 euros.
El puerto de Génova es un lugar con muchas posibilidades de ocio. Entre ellas os destaco una gran noria permanente, una pista de hielo o el restaurante discoteca Banano-Tsunami. Este último es frecuentado por estudiantes erasmus durante la noche.
Os aconsejo que prestéis atención a los eventos de la ciudad, puesto que el puerto es un lugar vivo y acoje mercadillos, ferias, conciertos... es un lugar de ambiente joven y familiar en el que es seguro pasear y disfrutar de alguna de sus muchas posibilidades.
Para llegar a nuestro siguiente destino bien podemos tomar un autobús que los lleve hasta Bocadasse. Otra opción es caminar, pero esto solo es recomendable a partir del paseo marítimo de Corso Italia. El problema es que desde el puerto el camino costero es bastante desagradable al estar dominado por un abundante tráfico y estar las aceras mal mantenidas.
El paseo comienzo a la altura de la Piazza Raffaele Rossetti, en el barrio de Foce. El tiempo caminando hasta Bocadasse es de unos 40 minutos. Cuando lleguéis no destaca desde el exterior, pero no os perderéis porque el paseo finaliza allí. Veréis una callecita adyacente a una iglesia, bordeada de casitas de colores. Ese es el camino para llegar hasta la playa. Probablemente veáis a otras personas bajando por él.
Bocadasse es un lugar con mucho encanto. Esta cala rodeada de casitas de colores es un antiguo barrio de pescadores de la ciudad. En la actualidad es uno de los lugares preferidos por los genoveses para venir y disfrutar de un gelato mientras contemplan el atardecer. Los de la Antica Gelateria Amedeo son una delicia.
Es un lugar tranquilo y si lo deseáis os podéis dar un baño (aunque próximamente escribiré una entrada con las mejores playas de Génova y sus alrededores donde os contaré acerca de mejores lugares para ello). No es aconsejable que vengáis si hace mal tiempo, puesto que en esta región los fuertes vientos y las tormentas no son un fenómeno extraño, y a menudo causan daños en las zonas costeras.
Ahora hablaremos de nuestro tercer destino: La Passeggiata di Nervi. Este paseo nos lleva sobre las rocosas costas de la ciudad a lo largo de algo menos de dos kilómetros, entre la spiaggia Capolungo y el Porticciolo di Nervi. Adyacente a este existe además un gran parque donde podemos desconectar del ajetreo de la ciudad (Parchi di Nervi)
El mencionado puerto en el que desemboca el paseo en su extremo oeste tiene un encanto especial, o al menos eso me transmitió a mi. Digamos que en este espacio se maximiza lo visto en Bocadasse. Cierto es que pierde ese aire íntimo y acogedor, pero gana en espacio y la vista es verdaderamente bella. Además en este caso no se limita al baño la playa, si no que se llevan a cabo actividades deportivas en el agua. Es posible por ejemplo alquilar un kayak en los negocios locales.
Para llegar hasta Nervi podéis tomar el tren, que os dejará justo en el paseo con la estación Genova Nervi, o si queréis gastar un poco menos tomar un autobús y caminar unos 10 minutos, bajando al paseo por el Viale delle Palme. De una forma u otra el tiempo para llegar hasta aquí desde el centro de Génova será de unos 30-40 minutos.
No puedo acabar este post sin deciros que existe un precioso puente romano de más de 2000 años de antigûedad sobre el cauce de un pequeño río, junto a Via Roberto Sarfatti. Si venís en autobús a Nervi os dejará justo al lado. También existe otro puente en la zona de Boggliasco, justo en la spiagga Libera. Es increible que estas estructuras se mantengan y podamos seguir transitándolas tal y como hicieron sus constructores en tiempos tan lejanos. Son nuestra herencia y como dice una frase que me encanta "Si he visto más lejos es porque estoy sentado sobre los hombros de gigantes"
¡Saludos y hasta la próxima!
