Centro de Génova

Este artículo quiero que sea el primero de muchos en el que hablaros sobre mi ciudad de acogida durante el erasmus: Génova. La verdad es que antes de esta experiencia no conocía prácticamente nada sobre esta ciudad, tan solo que era la ciudad natal del personaje de dibujos animados Marco (en un puerto italiano, al pie de las montañas...) y supuestamente también la de Cristobal Colón. Un dato curioso: La gran mayoría de genoveses no han visto ni oído hablar de la mencionada serie. Ironías de la vida.

A pesar de tanto desconocimiento, Génova es una ciudad con una gran historia pasada (¡Fue una república independiente durante 800 años!) y presente (es una de las mayores ciudades italianas, y su puerto es el mayor de Italia). La pre-imagen de Génova puede ser desagradable si te dejas guíar por algunos comentarios "Génova es una ciudad fea, sucia y sin nada que ver" pero a lo largo de los meses que he vivido allí me he dado cuenta como estos son fruto de una mirada apresurada y superficial de la ciudad. Dadme tiempo y os demostraré porqué.

¿Y qué ver si venís vosotros mismos a esta peculiar ciudad? Bueno, entrando en materia el centro histórico de Génova es oficialmente el mayor de Europa, aunque claro no todo merece la pena. El centro de la ciudad es Piazza Ferrari, un lugar que derrocha elegancia y poderío, con una bella fuente que es el alma de la plaza y un edificio de la Bolsa que es todo fuerza en su fachada curva de mármol rojo de Verona. Esta plaza acoge normalmente los eventos de la ciudad, y es especialmente bella con la iluminación nocturna.

Como curiosidad en la parte cercana al Palazzo Ducale se encuentra el punto 0 de una serie de rutas turísticas que recorren la ciudad. Estas pueden seguirse a través de puntos de colores pegados en el suelo, y la verdad es que son muy completas, haciendo un tour intenso por cada uno de los grandes edificios y lugares de esta ciudad.

La Piazza Ferrari tiene una doble conexión con otra de las principales plazas de esta ciudad: La Piazza Matteotti. Para llegar a ella podemos hacerlo tanto por la calle como atravesando el palacio. Piazza Mateotti tiene una escala más acogedora y a menudo reúne todo tipo de mercadillos en ella. A su vez, la escalinata del palazzo es un lugar habitual de reunión erasmus durante la noche. Es especialmente majestuosa la fachada del Palazzo Ducale, antigua residencia de los gobernantes de la ciudad, desde Matteotti. 

Este punto goza de gran ambiente ya que junto a él comienza todo un entramado enrevesado de callejones donde hay un gran número de bares y locales de ocio nocturno, donde podemos destacar la Piazza delle Erbe, es relativamente segura y podemos disfrutarla tanto de día como de noche. En cambio los callejones que se extienden hacia el norte son menos transitados durante la noche y no es recomendable adentrarse en ellos. 

Si continuamos por vía San Lorenzo llegaremos hasta la plaza del mismo nombre, en la que se encuentra la Catedral de San Lorenzo. En ella destaca especialmente su fachada, con el bicromatismo típico en la traidición italiana y sus exhuberantes arcos de entrada. Como curiosidad este edificio fue alcanzado por una bomba durante la segunda Guerra Mundial. Sin embargo el artefacto no explotó, salvando el templo, y  es conservado en su interior. Los creyentes consideraron el hecho un milagro divino. 

Si seguimos caminando por esta vía alcanzaremos el puerto de la ciudad, pero este lo reservo para otra entrada centrada en el mar. En cambio si os recomiendo que durante el día giréis hacia la derecha por Via Canneto il Curto, la cual a lo largo de más de quinientos metros es una de las calles comerciales más ajetreadas de la ciudad, representando totalmente ese aire de calleja medieval y estrecha llena de comercios. En su final nos encontraremos la Porta di Vacca, que ha sido absorvida por los edificios adyacentes en todo un ejemplo de canibalismo urbano. 

Toda la trama que se desarrolla a su alrededor son los conocidos viccoli de Génova, que podríamos traducir por "los callejones". Génova es una ciudad que sorprende, y en estos callejones nos encontraremos a veces palacios e iglesias impresionantes, como el Palazzo Spinola, que ahora es una galería de arte. Sin embargo es una zona degradada y que no os recomiendo recorrer de noche. 

Para seguir hablando del centro histórico volveremos a Piazza Ferrari y caminaremos por Via Dante. El espacio al que llegaremos ofrece un curioso conjunto de restos antiguos: La impresionante Porta Soprana, el antiguo claustro del desaparecido convento de San Andrea y la que se considera la casa natal de Cristobal Colón. Esta casa es lo que ha sobrevivido de todo un conjunto que se extendía extramuros en otra época, pero que fue totalmente demolido tras los graves daños sufridos durante los bombardeos de la guerra.

El acceso al claustro es gratuito y es un rincón tranquilo en contraste con el caótico tráfico del centro. Para la casa de Colón se pide un pago de 5 euros. La verdad no os recomiendo entrar, porque es un lugar muy pequeño y sin interés más allá de lo que simbolice. Es habitual encontrar a turistas fotografiando la fachada de la casa (que es bastante fea por cierto).

En mi opinión es una pena que el espacio circundante a este conjunto sea un aparcamiento, ya que podría ser un lugar mucho más agradable para su contemplación. 

A estas alturas me toca hablares de la principal vía de Génova, en la que se concentran las principales marcas y nos habla del caracter señorial que quisieron imprimirle sus planificadores. Esta es Vía XX di Settembre, y conecta Piazza Ferrari con la Piazza della Vittoria, la plaza más grande de Génova. Esta vía y los edificios que la componen son realmente hermosos, con su paso porticado a ambos lados. Como estudiante de arquitectura no podía evitar alzar la vista cada vez que la recorría. 

Si como a mí os gusta visitar los mercados de las ciudades, con el fin de ver una parte importante de su vida local y sus productos gastronómicos, no debéis dejar de visitar el Mercato Orientale di Genova que se encuentra en esta vía. 

En la mencionada Piazza della Vittoria nos encontraremos con el Arco della Vittoria que le da nombre, así como la estación de Génova Brignole al norte, cuya fachada me encanta. En el extremo sur de la plaza existe una cuesta ajardinada a la que merece la pena subir, y llegar aún más arriba hasta Mura delle Capuccine. Este es un bello mirador y no tan conocido por los turistas como el de Castelletto, del que hablaremos próximamente. 

Con esto finalizamos una visión del centro histórico de Génova, aunque todavía nos falta mucho por conocer. Continuearemos dentro de poco con otros espacios imperdibles de la ciudad ¡Hasta la vista!