Gruyères

DIA 1 - comienza el viaje. Para hoy tenemos previsto visitar:

- La fábrica del queso Gruyères.

- El pueblo de Gruyères.

- El castillo de Chillon.

Continuamos con la segunda parada, el pueblo de GRUYÈRES.

En nuestro caso, visitamos primero la casa del queso y después el pueblo de Gruyères. Esto fue únicamente una cuestión de horarios, ya que yo me empeñé en ir a la fábrica en horario de fabricación (que total, según lo que ya os conté, deberéis elegir un horario concreto para visitar un proceso en particular. Yo contaba con que fuese más "fluido" y que la fabricación estaría más orientada a las visitas de modo que no habría tanto tiempo de parón entre las fases). 

Pero que cada uno se organice como quiera. Además como ya veréis, el horario de comida no es un problema en este pueblo, ya que parecen trabajar durante todo el día.

En un principio, cuando busqué la información en internet, pensé que el pueblo estaba más lejos de la fábrica del queso Gruyer. Sin embargo, como os dije en la entrada anterior, si visitáis la fábrica primero podéis dejar perfectamente el coche abajo en la fábrica y subir andando. No sé ni si la distancia llegará a sumar 1 Km.

En nuestro caso, tuvimos un día lluvioso y bastante feo, por lo que no nos paramos mucho en el paseo hasta el pueblo, pero sino, las vistas son estupendas, y a medida que asciendes mejoran más aún.

Tened en cuenta si quereis ir con el coche, que no se puede entrar en el pueblo ya que es únicamente peatonal, sino que tenéis que dejarlo en uno de los parking situados al pie de la colina. Según vais de camino, justo a la entrada del pueblo ya os lo indican; siempre hay alguien allí para agilizar y dirigir el tráfico. La verdad es que supongo que será de pago, aunque no sé cuánto es.

El plan inicial era comer en un restaurante bastante famoso, Le chalet de Gruyère. Este es un edificio que conserva la arquitectura original, donde se regentan un restaurante y un hotel. Se ubica a la izquierda según entras en el pueblo, justo en lo alto de la plaza central. 

Lamentablemente, cuando llegamos, estaba lleno hasta las 3 de la tarde. Por lo visto en Gruyères dan igual las costumbres y los horarios de comida. Están tan acostumbrados a recibir turistas a todas horas, que cocinan durante todo el día, sin importar la hora. Si estáis interesados en comer allí, ésta es la página web https://www.gruyereshotels.ch/es/chalet-de-gruyeres/. Y los datos de contacto son: email [email protected]; teléfono +41269212154.

Si quereis comer allí, os recomiendo llegar pronto para evitaros el overbooking, o hacer una reserva previa. La época en que viajamos nosotros era todaavía temporada baja, y aún así estaba hasta los topes. En nuestro caso, no teníamos reseva ya que la hora variaría en función de la visita a la fábrica del queso Gruyer (que como ya os dije, en un principio esperaba que fuese un poco más larga). Sin embargo, la alternativa no fue nada mala, El hotel de Ville. Es un pequeño restaurante, de arquitectura conservada, ubicado también en la plaza central (lugar donde se ubican todos los restaurantes).

¿QUÉ COMER en Gruyères?

Por supuesto, tenéis un abanico bastante amplio de opciones gastronómicas, sin embargo es bastante obvio que en Gruyères, tendrás que probar un plato típicamente a base de queso. 

Consultando en internet, en blogs de múltiples viajeros, todos ellos comentan que éste es el mejor sitio del país para probar una Fondue. Si bien en Francia abundan bastante, los acompañamientos y por supuesto el tipo de queso, es diferente. 

En el Hotel de Ville, te dan varias opciones como acompañamiento para la fondue. En nuestro caso elegimos unas patatas cocidas de tamaño mini. Aunque si soy sincera, para m,i el mejor acompañamiento es el pan (riquísimo). Sin embargo, también os diré, que si nunca la habéis probado, no os emocionéis. No quiero confundiros, está riquísima, con el queso super cremoso y siempre fundido, ya que se sirve en un pequeño hornillo siempre encendido. Pero es solo queso, y cuatro o cinco bocados están genial, pero acabaréis del queso hasta las orejas. Lo mejor es pedir una Fondue para compartir entre varios, y a mayores otro plato. 

En muchas mesas a nuestro alrededor, abundan las reclettes, como no podía ser de otra manera. Es vuestra elección elegir uno u otro producto, o optar por una ensalada... 

VOLVIENDO AL PUEBLO...

Después de comer, hicimos la visita al pueblo, que apenas habíamos pisado. Como os dije era un día lluvioso, pero aun así lo disfrutamos un montón. Es un pueblo pequeñito, pero totalmente conservado, sin tráfico y muy auténtico.

Contextualización. 

El pueblo de Gruyères (o Greyerz en alemán) pertenece a la parte francófona de Suiza, al cantón de Friburgo. Es uno de los mejores pueblecitos medievales del país. Una ciudad con siglos de historia ubicada en los alrededores de los Alpes, donde actualmente viven tan solo 2187 habitantes.

En relación al origen del nombre, se especula sobre varias teorías. La más auténtica parece referirse a la figura del guardabosques, que en lengua románica es “Grand-gruyer”: que era quien se encargaba de regir la "gruerie" (gestionar las aguas y cuidar los bosques, así como defenderse de los posibles ataques). Esta figura se asentó en la colina a la que le da nombre con el fin de establecer allí su vivienda.

El símblo de la ciudad es la grulla heráldica, que puede verse en cantidad de lugares por todo Gruyères, sobre todo enmarcada dentro de los escudos en las puertas de la muralla y en muchas de las fachadas de los edificios.

Es un destino turístico por excelencia, que invita a pasear por sus calles adoquinadas, disfrutando de las preciosas vistas desde lo alto de la colina tras atravesar las murallas que rodean el pueblo. Según se sube por la cuesta de la entrada y se van pasando una a una las puertas de la muralla, uno tiene la sensación de viajar en el tiempo y adentrarse en un pueblo medieval y formar parte de aquel pueblo que sobrevivía a base de trueques y disfrutaba del teatro callejero.

Debido a su característica tan internacional, el pueblo tiene un montón de tiendas de souvenirs y donde poder adquirir algunos de los productos más típicos de la zona (todo relacionado con el queso): Fondues, Raclettes, cuencos y cucharas para servir el queso y mantenerlo caliente... y por supuesto QUESOS. También tienen algún vino típico. 

QUÉ VISITAR. 

Si algo llama la atención del pueblo es el castillo, uno de los más imponentes del país. Además otra característica del pueblo es que posee dos museos dentro de grandes edificios históricos, dedicados al arte tibetano y otro de ellos alberga una exposición del artista HR Giger, reponsable de la creación del monstruo “Alien”, protagonista de la película del mismo nombre. Además, si eres un fan, puedes disfrutar de una cafetería ambientada en la película. Pero vamos paso a paso.

1. El Castillo.

El castillo de Gruyères se ubica en el punto más alto de la colina, como buen punto de control. Su fecha inicial de construcción se remonta al siglo XI y sirvió de residencia a diferentes condes hasta el siglo XVI. Más tarde, por problemas económicos de los condes, el castillo pasó a ser propiedad de los ayuntamientos de Friburgo y Berna. Más tarde fue comprado por familias particulares, para obedecer a la función de residencias privadas, hasta que el 1938 es adquirido de nuevo por el canton de Friburgo. Es aquí cuando se establece como museo histórico, objeto de visitas para el turista. Debido a este constante cambio de manos, el castillo se fue modernizando poco a poco, por lo que se mezclan diferentes estilos arquitectónicos. Muchos se refieren a esta visita como un viaje en el tiempo.

En nuestro caso, no realizamos la visita al castillo ya que nos habíamos decidido visitar el castillo de Chillón ese mismo día, que dicen que es el mejor castillo de Suiza (desde luego las vistas son espectaculares, incluso con un día regular).

Sin embargo, puedes acceder gratuítamente a la entrada, donde tienes unas vistas increibles desde la parte más alta de la colina. 

Precio: Las visitas cuestan 12 CHF para los adultos (unos 10.5 euros).

Horario: de abril a octubre, abren entre 9:00h y 18:00h, y de 10:00h a 17:00h a partir de noviembre.

Para los que queráis visitar el castillo os dejo la página oficial: https://www.chateau-gruyeres.ch/

2. El museo del Tíbet.  

En plenos alpes suizos, tenemos un museo dedicado al arte tibetano. se dice que alberga una de las mejores colecciones del país, la gran mayoría de época medieval. Según lo que he investigado por internet, a menos que seais fans de la cultura o muy curiosos, no tiene mucha chicha. Para curiosear un poco, la página oficial es www.tibetmuseum.ch.

3. Museo y cafetería de Alien. 

Si sois fans del cine de ficción, en este pequeño pueblo está el HR Giger museum, un edificio del medievo, donde se ubica una exposición permanente de “Alien”. Esto se debe a que el creador del monstruo de la película Alien es el artista suizo HR Giger. Que por lo que he visto en internet, la gente comenta que es bastante espectacular. Además, al lado de este museo, se ubica una cafetería totalmente ambientada en la peli. Para los que seais fanáticos no solo de alien, sino del cine de ficción, puede ser la mejor cafetería de vuestras vidas. Nosotros nos conformamos con verla desde fuera, ya que estaba a tope (y además habíamos comido muy muy bien).