STAIRWAY TO HEAVEN. Cuilcagh legnabrocky trail.

¡Hola valientes y aventureros/as!

Ya está aquí la recta final de nuestra ruta Wild Atlantic Way en Irlanda, y es que como suelen decir, lo mejor hay que dejarlo para el final, y eso fue lo que hicimos.

El lugar del que os voy a hablar fue el principal motivo por el que me empeñé en hacer esta ruta y viajar al oeste de Irlanda, aunque realmente este lugar se encuentra en Irlanda del Norte y por tanto ya no es Irlanda, sino Reino Unido.

El año pasado, mientras cenaba con unos amigos, uno de ellos me habló de un lugar llamado: el camino hacia las estrellas, y decía que se encontraba en irlanda…

A mí el nombre ya me gustó, pero lo busqué y busqué y no encontraba ninguna referencia ni en foros, ni en Wikipedia, ni nada. Asíque desistí mi búsqueda.

Hace varios meses, pura casualidad de la vida, o no, encontré en Instagram una foto y el lugar que nombraba era: Stairway to Heaven… Entonces en mi cabeza se encendió una bombillita, y dije, ¡Este es!

Habían pasado 7 meses entre un momento y otro, pero ahí estaba y ahí que fui en cuanto tuve la oportunidad.

Este maravilloso lugar que formará parte de las mejores experiencias de mi vida se llama:

Cuilcagh legnabrocky trail, “ Stairway to Heaven” para muchos.

Este lugar se encuentra ubicado en un geoparque llamado Marble Arch caves, en Eniskillen, condado de Fermanagh, Irlanda del Norte, a unas 2 horas del aeropuerto de Belfast y 2 horas y media del aeropuerto de Dublin, pero si no tenéis coche también tenéis la opción de ir con un tour de un día guiado desde Dublin que yo vi poco antes de decidir ir, pero al no vivir en Dublín pues...

Os dejo aquí el enlace de la empresa que lo realiza, está muy bien de precio, yo estoy pensando ir otra vez para visitar las cuevas, que no nos dio tiempo.

Parece que este espacio ha empezado a hacerse conocido pocos años atrás, debido a que años anteriores estuvieron rehabilitando la pasarela de madera, ya que la ruta transcurre por un camino que pasa por un espacio protegido, y debido a todo el tráfico de personas que lo visitaban, se fue deteriorando y por tanto lo tuvieron que cerrar.

Pero la buena noticia es que ya vuelve a estar abierto y menudo estreno, es impresionante pasear por ahí.

Esta ruta tiene una longitud de unos 7.5 km, los 3 primeros kilómetros van marcados, hasta la llegada a la pasarela de madera. Una vez llegáis a la pasarela de madera comenzará el ascenso hacia la montaña de Cuilcagh, y la ascensión máxima alcanza los 665 metros de altura sobre el nivel del mar.

Nosotros tardamos en hacer la ida 1 hora y 40 minutos aproximadamente, estuvimos en lo alto de la montaña contemplando el paisaje unos 25 minutos, y la bajada fue aproximadamente 1 hora.

¿Qué hace especial a este lugar?

Ya os he hablado de mi pasión por el senderismo y la naturaleza, pero este lugar tiene un aporte que no han tenido otras rutas que he hecho y es que desde el inicio de la ruta, ya observas el final de la misma, a lo lejos, muy a lo lejos, pero lo ves alcanzable y eso me motivó mucho.

Y es que en el comienzo del camino, una vez accedes al parking, con coste de 6€ para poder dejar el coche, puedes divisar Cuilcagh, que es la montaña que subiréis en este recorrido.

Ya sabéis que el el tiempo atmósferico en Irlanda es muy cambiante, pero en esta experiencia fue una ventaja, pues si echabamos la vista hacia atrás lucía un sol radiante que iluminaba todo el valle y el parque nacional, pero si mirabamos hacia delante, siguiendo nuestro destino, había una nube inmensa que cubría gran parte de la pasarela, y es quizá ese otro de los motivos por el cual lo llaman el camino hacia el cielo, porque los que estaban arriba en ese momento estaban totalmente cubiertos por la nube.

Os voy a ir dejando unas fotos de las vistas para que vayáis comprendiendo de lo que voy hablando y acercaros a las sensaciones que tuvimos en este recorrido.

Otro factor es que había muchísima gente haciendo este camino, pero no estaba abarrotado, y a mí eso, me gusta especialmente, porque encontrar gente de todas las edades, desde bebés, hasta personas de más de 70 años acompañadas de sus familias, creo que es un aliciente para animarte a conseguir este reto, y como a mi me gusta, accesible para todos.

En este aspecto han hecho un trabajo excelente ya que las condiciones de la pasarela de madera, el camino y las escaleras con barandilla eran estupendas, en los cambios de desnivel pronunciados había señalizaciones en los escalones y listas antideslizantes en el borde de los mismos, todo un detalle teniendo en cuenta lo muchísimo que llueve en este país.

El camino, como os he mencionado antes está divido en etapas. Que yo las diferencié según el tipo de terreno y dificultad.

La primera etapa es la que cuenta con un camino normal, de tierra y tiene una prolongación de 3 km. Recorriendo este camino encontraréis dos vallas de madera que tenéis que pasar por encima, pero no os preocupéis porque han colocado unos escalones cruzados que lo hacen mucho más sencillo.

Cuando llevéis más o menos 2 kilómetros, en este camino encontraréis unas papeleras de reciclaje y un cartel informativo que indica un punto de interés, que es el mirador del parque en el que os encontráis, junto a un banco para descansar.

La dificultad de estos 3 kilómetros es moderada, ya que tiene pendientes pronunciadas y bajadas de forma alternativa, pero se hace llevadero gracias a las vistas que encontraréis de frente y alrededores, y que siempre podéis deteneros, cuando os apetezca admirar el paisaje, pues esto no es ningún tipo de competición, asique relax and enjoy.

Una vez superados estos 3 km que iréis viendo marcados en listones de madera verticales con una flecha en blanco y el fondo en azul, comenzaréis a otear la pasarela de madera… Aquí comienza realmente la dificultad del recorrido, asique tomad aire y ánimo.

Esto es algo opcional, nadie más lo hizo, pero yo sentí la necesidad de hacerlo, a veces me pasa: recorrí los 4 kilómetros restantes descalza.

Creo que la pasarela de madera es un elemento que permite que esto se pueda realizar, aunque la cubre una malla de hierro para evitar el deslizamiento, pero antes de quitarme los zapatos comprobé si tenía alguna irregularidad, y al ver que estaba en perfecto estado y que mis pies estarían a salvo, zapatos y calcetines fuera.

Y sinceramente, disfruté muchísimo de la experiencia, y no se si tuvo algo que ver que fuese descalza, pero cuando observaba a los demás caminantes con sus caras de agotamiento durante el recorrido, en la mia había una sonrisa de oreja a oreja porque yo estaba llenándome de otras sensaciones, como la textura de la madera, el frío de la malla de hierro, la humedad que había en la hierba de los laterales del camino, no se… yo os recomendaría ir descalzos la verdad, pero ya os digo, a mi es que me encanta ir descalza y siempre que tengo la ocasión, no pienso en desperdiciarla.

En estos últimos 4 kilómetros encontraréis una zona llana, con una pendiente ascendente leve que os irá indicando que estáis comenzando el ascenso. La dificultad de este camino es fácil/moderada, porque al principio es como pasear por tu casa, pero al ir ascendiendo se va notando el esfuerzo.

Y una vez llegáis a las escaleras, ahí si comienza la fiesta. Menos mal que han sido listos y han puesto barandillas durante todo el ascenso, porque la dificultad de estos últimos 1,5 kilómetros es alta.

No calculé el numero de escalones que subimos, aunque hubiera estado bien… Y es que recordad que estáis subiendo escaleras hasta llegar a los 600 metros de altura.

Después de mucha lucha, muchas paradas, recomendadas y obligadas, porque cansa, cansa mucho, pero hay que seguir y una vez miras hacia arriba y ves el recinto de madera del final, y ves que ya no hay más escaleras que subir… lo conseguiste.

Llegó un momento en el que estaba agotadísima, además habiamos hecho 2 horas largas de viaje para llegar hasta ese sitio, madrugado… en fin, una serie de factores que no acompañaban para hacer una ruta, pero no sé qué me puse a hacer, supongo que fotos mientras subía, que al mirar hacia arriba y ver que se había acabado, le dije a mi amigo ¿ya estamos arriba? Buah. Claramente él se reía como diciendo, ¿qué quieres más?

Por eso os recomiendo distraeros un poco en el camino, quedaros absortos en vuestros pensamientos, cantad alguna cancioncilla y ya veréis como os cuesta mucho menos, pero eso sí, no os desvinculéis mucho de la experiencia, ya que el sentir el cuerpo en tal desafío también es una sensación muy chula.

Al llegar al final de la pasarela de escaleras, encontraréis un espacio que hace la función de mirador, pero la subida sigue si saltáis este espacio u os coláis por debajo, está permitido y demás os dará la oportunidad de poder acceder a vistas como las de la imagen, que es una perspectiva completamente diferente a la que tendréis si os quedáis solamente al final de las escaleras.

Además al ser un parque natural veréis los animales que habitan allí, en nuestro caso tuvimos un recibimiento muy agradable por parte de unas cabras montesas que estaban allí pastando.

Nosotros nos paramos a descansar en la subida, siguiendo hacia la derecha, en una zona de rocas, pero había otro sendero hacia la izquierda que otras personas fueron a visitar.

Yo como no soy mucho de seguir al rebaño, preferí encontrar un lugar donde hacer un poco de meditación y simplemente contemplar todo el recorrido que habíamos hecho, porque si ya es bonito verlo desde abajo, una vez estás arriba es más bonito aún y te sientes grande, o al menos esa fue mi sensación, grande y libre.

Asique nada, os animo a visitar esta maravilla de la naturaleza si estáis por Irlanda, aunque muchos de los visitantes que estuvieron en el mismo dia que nosotros venían de Holanda, Francia, Alemania...

Hay cabida para todo el mundo en este lugar tan desafiante que os dejará con uno de los recuerdos más bonitos de vuestra vida, estoy segura de ello.

Espero que os haya gustado este post sobre mi experiencia visitando cuilcagh legnabrocky trail y que ese lugar se llene de aventureros con los pies sucios por andar descalzos.

¡Un saludo y a disfrutar de Irlanda y de sus maravillosos parajes naturales!