¡Hola! En esta ocasión os voy a hablar sobre uno de los monumentos imprescindibles de ver si viajais a Cuenca, la Torre de Mangana, que a su vez se encuentra en la plaza del mismo nombre, un espacio muy interesante.
Sin duda, Cuenca es una ciudad magnífica que cuenta con algunos puntos muy atractivos, y quizás la Torre de Mangana no es uno de esos puntos que más os llaman la atención para visitarla porque habéis oído hablar mucho más de otros edificios emblemáticos. Pero sin duda, la Torre de Mangana ha sido también un símbolo de Cuenca a lo largo de la historia y es un lugar muy interesante y que os sorprenderá. Además, se encuentra en el casco histórico de la ciudad, por lo que no os podéis olvidar de buscar esta famosa torre conquense.
Algo muy interesante que os encontraréis cuando lleguéis a este lugar es que en la plaza de Mangana se situaba el alcázar musulmán. Este era un gran complejo del que ahora podemos observar algunos restos arqueológicos, algo que os llamará la atención en las proximidades de la torre. También fue en esta zona donde se encontraba la judería.
Se cree que la Torre de Mangana pudo ser, de hecho, parte del Alcázar, y que en esa parte se construyó también una catapulta.
Esta torre fue construida en el siglo XVI, pero después de su construcción, ha ido pasando por diferentes modificaciones, en diferentes épocas y por distintos arquitectos, por lo que ha tenido distintos aspectos a lo largo de la historia de la ciudad. Podríamos destacar su reloj por ser un símbolo de la ciudad de Cuenca. Además, la Torre fue declarada Bien de Interés Cultural en el año 2001.
En este espacio también se encuentra el monumento a la Constitución, de Gustavo Torner.
Y si hay algo que destacar de este espacio tan acogedor y llamativo son sus vistas. Desde esta plaza podemos observar la hoz del río Júcar y los edificios que hay en sus orillas. La verdad es que la vista desde este punto es única y diferente a la que vemos desde otros puntos de la ciudad, por lo que merece la pena para tener diferentes perspectivas.
Como veis, este lugar es especial, no sólo por el monumento principal que es la Torre de Mangana, sino por todo lo que se encuentra en torno a él. Es otro modo de observar e interpretar la ciudad, y de dar un pequeño viaje en el tiempo al observar las impactantes ruinas del Alcázar, pues nos damos cuenta de que Cuenca no ha sido siempre como en la actualidad y de que no es solamente lo que vemos ahora, sino que bajo sus edificios y calles se encuentran también muchos secretos del pasado de esta preciosa ciudad.