Museo de Paleontología de Castilla-La Mancha

¡Hola! En esta ocasión os voy a hablar de uno de los lugares que más me sorprendió cuando visité Cuenca y que creo que debe ser una visita obligada para todos los que pasen por la ciudad. Se trata del Museo de Paleontología de Castilla-La Mancha. Como ya sabéis, Castilla-La Mancha es la Comunidad Autónoma a la que pertenece esta bonita ciudad.

Hasta un par de días antes de realizar mi viaje, no había oído hablar de este museo, aunque sí sabía que en la ciudad había muchos y variados museos. En un principio, me pareció raro que no sea más conocido por todo el mundo, porque una vez que lo visité, tengo claro que es uno de los grandes atractivos de la ciudad. Seguramente esta falta de fama, por decirlo de alguna forma, se debe a que no lleva mucho tiempo abierto, creo que abrió en el 2015, y se nota en sus instalaciones que es muy reciente.

Cuando descubrí su existencia, rápidamente lo añadí entre los lugares imprescindibles de visitar mientras estuviese en Cuenca. Había una gran parte de curiosidad, ya que, como os he dicho, sabía poco de este museo y no sabía exactamente qué me iba a encontrar, pero las pocas imágenes que había visto me daban muy buena impresión.

El Museo de Paleontología está situado en la Calle del Río Gritos. Está un poquito apartado del centro histórico, así que si tenéis coche, es una buena idea llegar en él hasta allí, además de que el museo tiene un aparcamiento. De todas formas, no os preocupéis si no tenéis cómo llegar y no podéis coger otro transporte, tampoco está tan alejado del centro como para que no merezca la pena dar un pequeño paseo hasta llegar a él.

Y es que además, la ubicación del museo es muy buena porque este edificio sirve a la vez como mirador de la ciudad, y además, un mirador muy particular.

Como ya sabéis, la paleontología estudia los fósiles y los seres vivos que vivieron en el pasado en nuestro planeta, así que os podéis hacer al menos una pequeña idea del contenido del museo, aunque en él vayáis a encontrar mucho más de lo que imaginéis. Los protagonistas de esta colección son sin duda los dinosaurios, aunque encontremos muchas más especies.

Os voy a explicar un poco más cómo es el museo, y voy a empezar por el exterior de éste, que, aunque no lo creáis, es uno de los puntos fuertes de este lugar.

El edificio del Museo de Paleontología es ya en sí muy característico, desde su azotea se puede observar la ciudad, tiene parque, jardines, lagos artificiales e impresionantes esculturas gigantes de dinosaurios que sin duda te hacen sentir como en una película de Jurassic Park, viendo como estos animales prehistóricos se mezclan con el paisaje actual de la ciudad de Cuenca.

Aunque ya solamente por sus jardines sea digno de ver, también os aconsejo que entréis al interior del museo, merece la pena y también encontraréis muchas sorpresas dentro del edificio.

Tuve la suerte de que cuando lo visité, miércoles por la tarde, la entrada era gratuita. Aunque también es cierto que la entrada general son cinco euros, y por ese precio merece mucho la pena, porque es una visita muy bonita e interesante.

Las salas e instalaciones del museo son fabulosas, y la modernidad del edificio se aprecia también en el interior.

Dentro encontramos fósiles de diversas especies y podemos ver información muy interesante, de qué se trata, dónde se encontraron y a qué época pertenecen.

Además de los restos de especies reales encontrados, en el museo podemos ver también recreaciones de seres vivos y otras etapas de la historia realmente buenas. Incluso hay una sala del museo dedicada a los seres humanos prehistóricos y su evolución.

Algo que también me llamó mucho la atención, es que durante nuestro recorrido por el museo, vamos encontrando esculturas de dinosaurios con diseños y colores inverosímiles que son auténticas obras de arte.

Si visitáis Cuenca, os recomiendo dedicar un poquito de tiempo a ver este museo, creo que es una experiencia positiva para todo el mundo y para todas las edades, ya que en él se unen la historia, la ciencia, el arte, la naturaleza, la arquitectura y la diversión.