Espresso Library

Hay dos cosas que debéis saber de mí: una, que me encanta escribir y dos, que me gustan los cambios. Desde que comencé esta competición, me he convertido en la típica bloguera que produce la mayoría de su contenido en las mesas de cafeterías estéticamente agradables, y como no me gusta ir siempre al mismo sitio una y otra vez, he estado acudiendo a distintas cafeterías en mi ciudad, Cambridge.

Hoy, como parte de mi primera salida desde la intervención en el dentista al final de la semana pasada, he decidido visitar Espresso Library. Situada al final de la céntrica East Road, este sitio moderno de comida es fácil de distinguir, está situado entre varios bloques de apartamentos y escondido detrás de unos árboles y un estacionamiento para bicicleta. Sin embargo, es un sitio que no debes dejar pasar.

El menú

Me quitaron las muelas del juicio hace seis días, así que mi dieta se ha visto ligeramente reducida. Por ejemplo, no puedo acercarme a las patatas fritas. Sin embargo, en su lugar, elegí un brownie de chocolate y frambuesa que me miró con buenos ojos en el Espresso Library. No soy particularmente exigente con las delicias dulces o cualquier cosa que contenga tan solo un gramo de azúcar para endulzar mis papilas gustativas, pero suelo tener cierta aversión a la comida bastante contundente. Por suerte, mi elección era sutil y al mismo tiempo ligera: para mí se merecía un 10.

Mientras le hincaba el diente, pensé que también debería evaluar la carta de bebidas. Si has leído alguna de mis anteriores reseñas sobre cafeterías, sabrás que no me gusta especialmente el café, pero sí que me suelo pedir un chocolate caliente para acompañar mi merienda. Fiel a mis gustos, eso fue lo que pedí y me sorprendí de nuevo gratamente por su ligereza. Creo que se debía a la gran consistencia espumosa de la bebida.

Cada cosa que pedí costaba casi 4 €, lo que sumaba un total de menos de 8 €. No está mal, especialmente por la calidad que tenían. Para que sirviese de presentación, decidí hacer unas fotos dignas de Instagram de lo que pedí.

El ambiente

En cuanto entre en Espresso Library, sabía que se trataba de un sitio fantástico en el que sentarme y hacer algo de trabajo. Tenían música que sonaba desde un altavoz colgado, pero todas las canciones eran bastante suaves (tipo Train y Ed Sheeran) y en ningún momento te servían de distracción. Algo que me ayudó en gran parte a concentrarme fue el hecho de que el resto de gente estaba haciendo lo mismo que yo. En términos demográficos, la mayoría de los clientes estaban a punto de dejar los veinte o estar ya en los treinta, ya que como mínimo mi impresión era estar rodeado de profesionales que tenían organizada su vida, algo a lo que yo también aspiro.

El diseño interior

Espresso Library es realmente una cafetería que tiene la palabra "moderno" escrita según entras. Todas las superficies están hechas con madera ligeramente lavada, muchos de los taburetes son poco convencionales (algunos amarillos y otros con estampado de vaca), también hay bicicletas colgando por el techo. Encima de ellos hay todo tipo de plantas de hoja colocadas por todos los lados.

El personal

No puedo decir que empleé mucho tiempo conociendo a los miembros del personal de este lugar, pero en las pocas interacciones que hice fueron más que positivas. El servicio también fue muy rápido, aunque es cierto que llegué en un momento con poca clientela, así que no puedo garantizar que siempre sea así.

El wifi

Efectivamente, hay wifi gratis y debo decir que es uno de mis criterios a la hora de escoger una cafetería, recordé que existía este sitio cuando escribí en Google "cafeterías con wifi en Cambridge". La velocidad de conexión es fantástica todo el tiempo y es muy fácil renovar la sesión cuando caduca después de una hora.

Opinión general

En conjunto, disfruté a conciencia mi tarde en Espresso Library. Las bebidas no tienen rival, en el ambiente se respiraba paz y milagrosamente, pude adelantar bastante trabajo del blog. Como dije al principio de esta publicación, me gusta ir cambiando de forma regular, pero la próxima vez que quiera que me cunda el trabajo, estoy segura que volveré aquí.