Budapest

¡Hola! En este artículo te voy a hablar de Budapest, ¡la capital de Hungría!

He tenido la oportunidad de visitarla recientemente, aprovechando un viaje a Islandia con mi hijo Pedro en busca de auroras boreales. Te preguntarás qué tienen que ver Budapest e Islandia... ¡Pues mucho, mucho! Resulta que el aeropuerto de Budapest conecta con el de Reykjavik, y gracias a la compañía de bajo coste Wizzair, es posible ir de un país a otro por cuatro duros. En fin, me explico: mi objetivo era ir a Islandia, y como los vuelos desde Italia cuestan un ojo de la cara y hay que hacer muchas escalas, decidí ser yo quien las eligiera. Así, estuve buscando vuelos hasta que me creé el itinerario perfecto:

• 23 de noviembre: salida desde el aeropuerto de Orio al Serio (Bérgamo) con destinación Riga, la capital de Letonia; 18 € por cabeza volando con Ryanair;
• 26 de noviembre: Riga — Reykjavik: 15 € por persona volando con Wizzair;
• 4 de diciembre: Reykjavik — Budapest: 49 € por cabeza volando con Wizzair;
• 7 de diciembre: regreso a Roma (Ciampino): 20 € por persona volando con Ryanair;

En total, el viaje para mí y mi hijo me salió por solo 1500 € con todo incluido: transporte, alojamiento, comida, entretenimiento... Me llevé algunas marranerías para comer durante el viaje que no entran en el precio final, pero no superan los 20 €. Te dejo el enlace de mi blog donde explico detalladamente cada uno de los días de mi viaje en búsqueda de auroras boreales.

Pero volvamos al tema que nos ocupa... Budapest, la capital y, por tanto, la ciudad más importante de Hungría. Cuenta con casi 1 800 000 habitantes.

Budapest fue fundada en 1873, fruto de la unión de las antiguas ciudades de Buda y Óbuda, situadas en la parte derecha del Danubio, con Pest, en la parte izquierda. Durante muchos años fue la capital del Imperio austrohúngaro. Actualmente es una de las ciudades más visitadas del mundo.

¿Cómo es el clima en Budapest?

La ciudad tiene de un clima templado continental. Los inviernos son muy fríos, cuyas temperaturas se desploman bajo cero. La nieve es un fenómeno muy habitual. Por el contrario, en verano las temperaturas se disparan hasta los 35 ºC. La lluvia suele hacer acto de presencia a lo largo de todo el año; el mes más lluvioso es mayo. Aun así, las precipitaciones no suelen ser intensas.

¿Cuál es la moneda de Hungría?

Es el forinto. Se compone de 100 fileres, aunque estos ya no están en curso. Escúchame, ¡300 forintos equivalen a menos de 1 €...!

En una cara de cada billete, aparece un personaje conocido de la política Húngara, mientras que en la otra, suele haber un evento o un lugar relacionado con él. En concreto:

• en el billete de 200 forintos, aparece el rey Carlos I de Hungría;
• en el billete de 500 forintos, el príncipe Francisco Rákóczi II;
• en el billete de 1000 forintos, el rey Matías Corvino;
• en el billete de 2000 forintos, el príncipe Gabriel Bethlen;
• en el billete de 5000 forintos, el gran político y hombre de negocios István Széchenyi;
• en el billete de 10 000 forintos, el rey Esteban I de Hungría;
• en el billete de 20 000 forintos, el político Ferenc Deàk.

Como miembro de la Unión Europea, Hungría podría cambiar el forinto por el euro, pero no parece que vaya a suceder antes de 2020... Igualmente, casi todos los establecimientos aceptan el euro.

¿Que ver en Budapest?

¡Budapest es una de las ciudades más culturales y festeras! La llaman "el París del este" por su semejanza con la capital francesa. Por ejemplo, un río la separa por la mitad, tiene una colina parecida a la de Montmartre... Como resultado de la unión de las tres ciudades que ya te he nombrado anteriormente, Budapest tiene muchísimos puentes. El más famoso, y quizá la principal atracción de la ciudad, es el Puente de las Cadenas; por tanto, suele ser el sitio más fotografiado de la capital.

Justo enfrente del Puente de las Cadenas, encontrarás el túnel que atraviesa la colina donde se alza el Castillo de Buda. Fue diseñado por el mismo ingeniero que se encargó de diseñar el puente, Adam Clark. Mide unos 400 metros, como el Puente de las Cadenas; 10 metro de largo por 10 metros de alto. Tiene una entrada particular de estilo neoclásico.

El barrio de Buda fue destruido en varias ocasiones, pero tras la Segunda Guerra Mundial, se reconstruyó manteniendo su aspecto anterior. En esta zona podrás visitar:

• El imponente Castillo de Buda, también conocido como Palacio Real; alberga varias instituciones culturales, entre las que se encuentran la Galería Nacional Húngara y el Museo de Historia de Budapest. Es uno de los monumentos más importantes de la ciudad. Desde lo alto de la cima de la colina Várhegy, domina el cielo, regalando unas vistas fabulosas. El Castillo de Buda tiene una historia turbulenta: fue destruido y reconstruido en muchas ocasiones durante los periodos de guerra en los que estuvo involucrado el país. Desde el interior, da imagen de ser un edificio austero en comparación a como era en sus versiones anteriores; sin embargo, en su interior deja paso a la ostentosidad típica de los siglos pasados. Cerca de la entrada, hay una estatua de bronce de un pájaro posado en un pedestal, el símbolo de Hungría. Los jardines y los patios del castillos están siempre abiertos y son de acceso gratuito, excepto cuando se organiza algún evento al que solo se puede entrar con una entrada. Por otro lado, el palacio se puede visitar en el horario fijado los museos; de martes a domingo, de 10:00 a 18:00 si es primavera o verano, en los meses de otoño e invierno cierran a las 16:00.
• El maravilloso Bastión de los Pescadores es el lugar perfecto para ver la ciudad desde las alturas. Su nombre viene de la Edad Media; los pescadores debían proteger esa parte de la muralla. Se trata de un bastión construido entre 1895 y 1902 de estilo neorománico y neogótico. Cuenta con 7 bonitas torres que representan a cada una de las etnias húngaras. En los alrededores del bastión, hay una estatua de bronce de 1906 del rey Esteban I de Hungría a lomos de un caballo.
• La preciosa iglesia de Mattia, situada en la plaza Szentháromság tér 2, en el barrio del castillo. Se levantó en el 1200 como capilla real. Su nombre original es "Nuestra Señora". Conforme han ido pasando los siglos, se ha ido ampliando y restaurando cada vez que caía en manos de los soberanos húngaros; muchos fueron coronados ahí. Hoy en día no es más que una iglesia católica que aúna los estilos gótico, neogótico y modernista de la ciudad. La entrada cuesta 1500 forintos, unos 4, 80 €.
• La Colina de Gellért, de unos 250 metros de altura, situada cerca del Castillo de Buda. En su cima encontrarás una antigua residencia de los Hamburgo, construida en 1840, que nunca llegaron a utilizar, y un parque de juegos para niños con toboganes de varios tamaños. Además, en ella está el Monumento a la Libertad, una estatua de 15 metros que pusieron en 1947 en memoria de los soldados rusos que cayeron en la Segunda Guerra Mundial tratando de liberar a la capital húngara de los nazis. También se puede visitar la Roca, una capilla de estilo modernista, el Museo de Historia de la Medicina, con instrumentos de la época grecorromana, y los baños Rudas.

Por otro lado, en la zona de Buda también podrás pasarte por algunos museos:

• El museo y las excavaciones arqueológicas de Aquincum, situados en la avenida Szentendrei út 139, en la parte de Óbuda. Ahí verás lo que queda de Aquincum, una ciudad que se remonta al siglo VI d. C., cuando los romanos dominaban Pannoia, la parte occidental de la actual Hungría. La entrada cuesta 1600 forintos, unos 5, 20 €; puedes entrar gratis si tienes la Budapest Card.
• La Galería Nacional Húngara, situada en la plaza Dísz tér 17, contiene unas 8000 obras de arte que se han ido recopilando desde que se fundó el Estado húngaro hasta hoy. La entrada cuesta unos 1800 forintos, o lo que es lo mismo, unos 5, 80 € si no tienes la Budapest Card. Se puede pedir una audioguía por 800 forintos, unos 2, 60 €.
• El Museo de Historia de Budapest: está en la plaza Szent György tér 2, dentro del antiguo Palacio Real. El museo guarda muchos restos arqueológicos encontrados en la capital húngara, además de estatuas, lápidas y objetos de la vida cotidiana como sellos o armas. La entrada cuesta unos 1800 forintos, o lo que es lo mismo, unos 5, 80 € si no tienes la Budapest Card. También se puede pedir una audioguía por 1200 forintos, unos 3, 90 €.
• El Hospital de la Roca, búnker nuclear: se encuentra en la avenida Lovas út 4/C, en el barrio del castillo. Se trata de un hospital secreto que utilizaron durante las sucesivas guerras que ha padecido la ciudad durante el siglo XX. La decoración del hospital es propia de la época, y en él tiene lugar una exposición sobre la medicina que se usaba por entonces. La entrada cuesta 3600 forintos, unos 11, 50 €; con la Budapest Card te hacen un 33 % de descuento.

Podemos decir que Buda es la parte antigua y noble de Budapest, mientras que Pest es la moderna. En su corazón se respira creatividad, inquietud, caos; está lleno de edificios, oficinas, tiendas y restaurantes de todo tipo. De ahí que en esta zona se encuentre la calle más conocida de la ciudad, la famosísima avenida Andràssy; una calle dedicada principalmente a las compras.

Aun así, podrás encontrar:

• El Parlamento de Budapest;
• la basílica de San Esteban;
• el edificio Gresham;
• la Gran Sinagoga.

A todo esto... ¿sabías que el mercado de Navidad de Budapest es uno de los mejores mercados de Navidad de Europa?

La parte de la antigua Pest también tiene otros museos:

• El Museo de Bellas Artes, inaugurado en 1906, está considerado uno de los más bonitos del mundo. Se encuentra en la avenida Dózsa György út 41, en la plaza de los Héroes. El edificio que lo cobija, de estilo clásico, impone muchísimo. La fachada tiene un pórtico de 8 columnas y un precioso frontón, parecido al del Templo de Zeus de Olimpia. Su interior es muy ostentoso; sus salas están hechas de mármol, cuyos techos están recubiertos con frescos increíbles. Y no hablemos de sus escaleras... Guarda muchas obras de arte de un incalculable valor histórico, tanto nacionales como internacionales, y de todos los tiempos. Aunque fue concebido únicamente para albergar colecciones ya existentes, con el paso del tiempo ha adquirido nuevas obras; algunas donadas por coleccionistas privados, otras cedidas por el Estado. La atracción principal del museo fue la pinacoteca de los Esterházy. Hoy en días, se puede disfrutar de más de 80 000 obras, organizadas por secciones según la colección: las egipcias, las griegas y las romanas predominan frente a las italianas, las españolas y las francesas. Hay que destacar que fuera del museo se celebran de vez en cuando otras exposiciones.
• El Museo Etnográfico: está en la plaza Kossuth tér 12, justo enfrente del Parlamento, donde antes estaba el Palacio de la Justicia. Abrió en 1975 y contiene casi 150 000 objetos característicos de la cultura húngara, desde de la Prehistoria hasta nuestros días. La entrada cuesta 1000 forintos, unos 3, 20 €.
• La Casa del Terror: está situada en la avenida Andrássy út 60, por la plaza Oktogon. Se trata de una especie de museo de la tortura: fue un edificio que utilizaban los nazis húngaros durante la Segunda Guerra Mundial, y a partir de los años 60, la temida policía comunista (AVH). La entrada cuesta 2000 forintos, unos 6, 40 €; también dispone de audioguías por 500 forintos, unos 4, 80 €.

¿Cuántos días se necesitan para ver Budapest?

Al menos 3 días, y aun así quedarán un montón de cosas por ver.

¿Cómo es la cocina húngara?

Digamos que la cocina húngara no es una comida ligera. Como fue territorio otomano, tiene mucha influencia turca. Aunque, en verdad, es una fusión de la cocina alemana y la cocina balcánica. Sus sabores son siempre muy intensos, usan muchas especias como la pimienta y el pimentón. Sus platos son supercalóricos debido a las bajas temperaturas que alcanzan en invierno; ¡en algunas ocasiones han llegado a los -40 ºC! Una comida típica de Hungría se compone de una sopa como primer plato, carne o pescado con guarnición de segundo, y el postre.

Su plato más característico es el gulash, una sopa densa a base de carne, patatas, zanahoria, cebolla y pimentón; la salsa más popular es la erős pista, preparada con pimentón rojo muy picante.

Otros platos de la cocina húngara son:

• El porkolt: una especie de guisado de carne con cebolla y comino;
• el halàszlé, una sopa a base de pescado, manteca de cerdo y cebolla;
• el korhelyleves, una sopa elaborada con chucrut, salchichas, cebolla, pimentón dulce, nata ácida, harina, sal y pimienta. Se consume después de beber para bajar la resaca;
• el jokai bableves, una sopa muy densa rica en sabores. Se prepara a base de carne ahumada, alubias y un poco de nata ácida;
• el paloc leves, otra sopa hecha con carne de carnero, alubias, patatas, cebolla, pimentón, sal, ajo, comino, eneldo y, ¡oh, sorpresa!, nata ácida;
• tarkonyos raguleves, otra sopa con más carne, esta vez de pavo (también la hacen con ternera o pollo), con muchísima cebolla, zanahoria, setas, guisantes, una pizca de perejil, limón, nata ácida, orégano, mostaza, sal y pimienta;
• el toltottkáposzta, repollo relleno de carne y arroz;
• el paprikáscsirke, pollo con pimentón;
• el szalàmi, salami o salchichón compuesto de carne magra de buey con pimienta, sal, pimentón y ajo picado bañado en vino blanco;
• el gombapaprikás, setas con pimentón;
• el gombaleves, ¡otra sopa! pero sin carne, elaborada con setas, cebolla, zanahoria, apio, patatas, pimentón, pimienta, comino, nuez moscada, y, para variar, nata ácida;
• el brokkoli kremleves, una sopa simple y suave, hecha de brócoli, patatas, cebolla, nata, sal, pimienta, nuez moscada y almendras fritas;
• el sutotok kremleves, más sopa y tan suave como la anterior preparada con calabaza, cebolla, jengibre, nata, sal, pimienta, nuez moscada y semillas de calabaza o beicon asado;
• el székelygulyás, una especie de guiso de cerdo con chucrut, nata ácida y pimentón;
• el ambassador módracosto, un fino bistec de cerdo frito enrollado en finas lonchas de jamón y queso que se rebozan y se refríen;
• el galuska, ñoquis hechos con harina de trigo, agua y huevo;
• el hortobágyi o húsos palacsinta, crepes rellenas de carne picada;
• el ùjházi tyúkhúsleves, algo parecido a una sopa de pollo (o pavo) a base de guisantes, zanahoria, setas, apio, col, nabo, espárragos, jengibre, cebolla y perejil;
• el gyumolcsleves, otra especie de sopa pero veraniega, refrescante, hecha con fruta, nata ácida, nata, harina, azúcar, limón, sal, canela y clavo;
• y para terminar, el langos, un buñuelo gigante hervido cubierto de nata y queso, o bien rellena con otros ingredientes (como en la siguiente foto):

En cuanto a los postres, los dulces más populares son:

• el somloi galuska, una auténtica bomba calórica: un bizcocho de crema de vainilla, chocolate y nata montada;
• el rétes, un estrúdel elaborado con hojaldre y manzana, con requesón de vaca, con pasas, con calabaza y semillas de amapola, con repollo y un largo etcétera;
• el makosguba, una especie de bocadillo con forma de media luna, a base de leche, azúcar, vainilla, semillas de amapola, relleno de crema de vainilla o miel de mimosa;
• el madartej, un dulce preparado con vainilla, pasas, leche y huevo;
• el aranygaluska, un bizcocho relleno de nueces molidas, azúcar glas y crema de vainilla;
• el beigli, un dulce típico de la Pascua y de la Navidad. Se trata de hojaldre relleno bien de nueces, de semillas de amapola o bien de castañas;
• el dobos, un bizcocho relleno de mantequilla, chocolate fundido y caramelo;
• el turorudi, un dulce de chocolate y limón que venden ya preparado en los supermercados;
• el zserbo szelet, un dulce cubierto con varias capas de mantequilla, nueces, mermelada de albaricoque y chocolate;
• el kurtoskalacs, un dulce traído de Transilvania que suelen vender cuando montan algún mercado o feria u organizan alguna manifestación. Más allá de su aspecto, su particularidad se encuentra en la manera en que se cocina, ya que se hace en las brasas y luego se unta con huevo y azúcar;
• el barackos kolestorta, un pastel apto para celíacos, elaborado con mijo, mantequilla, leche, vainilla, requesón de vaca y mermelada y pequeños trocitos de albaricoque;
• el zatmári szilva, un pastel de ciruelas pasas y palinka (un licor propio de la zona);
• el ràkòczi tùròs, una especie de tarta recubierta de una exquisita capa de requesón merengado;
• el krèmes, uno de los dulces más famosos, simples y deliciosos. Consiste en un hojaldre relleno de panna cotta al que se le espolvorea mucho azúcar glas;
• y por último, el eszterhàzi, una tarta austríaca de nueces y crema de vainilla.

Si eres tan goloso como yo, te interesará saber cuáles son las mejores pastelerías de Budapest:

• Gerbeaud, situada en el corazón de la antigua Pest, concretamente en la plaza Vörösmarty;
• Ruszwurm, en la avenida Szentháromság, en el famoso barrio del Castillo de Buda;
• Szamos, es una cadena con tres tiendas: dos están en la parte de Buda, concretamente en las avenidas Párisi y Böszörményi, y la otra en Szentendre, en la avenida Dumtsa;
• Daubner, también en Buda, en la avenida Szépvölgyi;
• Hauer, se sitúa en la parte de Pest, en la avenida Rákóczi;
• Auguszt, hay dos tiendas en cada parte de la ciudad: una en Buda, en el centro comercial Mammut de la avenida Fény, y la otra en Pest, en la avenida Kossuth Lajos.

¿Dónde se come mejor en Budapest?

Restaurantes, pubs, puestos de comida callejera, supermercados, grandes cadenas de comida rápida, bares, cafeterías, pizzerías, puestecitos ambulantes... ¡será que no tienes dónde elegir! Budapest está llena de locales de todo tipo y para todos los bolsillos; ¡hay tantas cosas que no sabrás dónde ir! De todas formas, estas son las 4 zonas más famosas de la ciudad: la plaza Liszt, la avenida Ráday, la basílica de San Esteban y el barrio judío, delante de la sinagoga de la avenida Dohány, situada en la parte de Pest.

Te aconsejo que vayas al pequeño restaurante Magyar Vendèglö, Hungarian kitchen, situado en la parte de Buda, en los alrededores del Bastión de los Pecadores.

Aunque los precios sean algo elevados en comparación con el resto, ¡vale la pena! No hay que esperar mucho, y encima el trato del personal del restaurante es de irreprochable, como la presentación de sus platos. ¡Divinos! Mi hijo y yo pedimos crepes rellenos de pollo con una deliciosa salsa de pimentón, recubiertos con una fina capa de nata ácida, y arroz con remolacha y queso de cabra: ¡delicioso todo!

Otro sitio al que fuimos es al restaurante Pozsonyi Kisvendeglo, situado en la parte de Pest. Sus precios están por los suelos, sí, pero su servicio, su calidad y sus sabores no tienen nada que ver con los del Magyar Vendèglö, Hungarian kitchen. Aun así, pásate por allí, ¡podrás probar la cocina local por cuatro duros!

Otros restaurantes con cierta fama de los que he oído hablar muy bien son el Coste, el Costes Downtown, el Borkonyha, el Onyx, el Bock Bistro y el Vàr a Speiz.

Eso sí, ten presente que:

• normalmente, los restaurantes abren a partir de las 11:30;
• suelen estar abiertos durante todo el días hasta las 22:30, excepto los fines de semana, que cierran sobre las 00:30;
• en los restaurantes húngaros no se paga el cubierto, pero se suele añadir a la cuenta un extra por el servicio, que oscila entre el 8 y el 15 %. En los restaurantes que no te cobran de más, es de buena educación dejarle una propina al camarero.

¿Cuáles son los mejores sitios para alojarse en Budapest?

Desde hace unos años, Budapest está entre las 10 mejores capitales europeas que visitar, por lo que la oferta es muy amplia: fascinantes edificios antiguos; modernos hoteles; albergues, lujosísimos complejos turísticos con increíbles vistas al Danubio... Hay más de 2500 sitios distribuidos por toda la ciudad. Para el alojamiento, te recomiendo la parte de Pest, por los alrededores del Parlamento, lo que te garantizará poder moverte por Budapest con más libertad, sobre todo por la tarde. El barrio de Pest es una zona comercial repleta de atracciones y monumentos, perfecta para los turistas. Por el contrario, pese a que el barrio de Buda es una zona muy interesante, se encuentra en la parte más vieja y descuidada de la ciudad en la que no hay mucho que hacer y cuyas luces se apagan muy temprano.

Si no tienes problema con dormir en un albergue, te sugiero el que contraté yo; está en el centro y es supereconómico. Me salió por 6, 50 € la noche, y mira que la comida, no poca, está incluida en el precio. ¡Lo nunca visto! ¿Te interesa? Hablo del Home Plus Hostel.

En fin, no me queda más que desearte buen viaje. ¡Pasa una feliz estancia en Budapest!