Cocinando en casa: salmón con salsa de maracuyá y postre de brigadeiro

Buenas, hoy voy a contaros una receta perfecta para una cena sorpresa o una cenita romántica como ha sido mi caso. Muchas veces queremos sorprender a alguien y no se nos ocurre nada original para preparar que no sea demasiado difícil si no estamos muy acostumbrados a meternos en la cocina.

Como ya he dicho varias veces, mi novio es brasileño, lo que me hace conocer platos de su cultura muy diferente a los típicos españoles. Y la verdad es que los brasileños si algo tienen muy bueno son las comidas y los platos dulces, que son increíbles.

La idea empezó porque mi novio y yo no pudimos pasar juntos la Noche Vieja y los dos estábamos un pelín tristes por eso, así que se me ocurrió que podíamos hacer una cenita romántica con velitas, un vinito y esas cosas que se suelen utilizar en las cenas románticas, vamos lo típico en estos casos. El siete de enero yo volvía a Amiens y el día nueve llegaba él, así que pensamos en hacer la cena el día nueve o el diez.

Él se encargó de buscar una receta así un poco exótica para hacerlo más romántico y yo me encargaría de comprar todo lo necesario para la cena y el postre antes de que él llegase el día nueve para que pudiese estar todo listo esa misma noche. Aunque a última hora, como teníamos que hacer la compra también para la casa, decidimos ir a comprar juntos para poder cargar más cosas y no tener que dar otro paseo hasta el Auchan, que con todo lo que tardamos en ir y volver no merecía la pena.

Bueno a lo que voy, la receta se trataba de nada más y nada menos que salmón con salsa de maracuyá o lo que en español conocemos como la fruta de la pasión y de postre brigadeiro, que también es típico brasileño y yo ya lo había probado otras veces y me encanta.

Comencemos por el salmón y vamos por partes para que nadie se pierda.

Salmón

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Ingredientes:

• 1, 5 kg de salmón (cortado en varios pedazos o en varios filetes),
• 4 cucharas de mantequilla salada,
• Zumo de un limón,
• Sal (al gusto),
• Pimienta (al gusto. )

Nosotros compramos cuatro pedazos gorditos de salmón, en lugar de filetes. En realidad da lo mismo, pero lo encontramos envasado así, así que eso ya depende de cómo queráis cada uno.

Elaboración:

1. Aliñamos el salmón con la sal, la pimienta y el zumo de limón por ambos lados. Suele traer un poco de piel por uno de sus lados, pero no hace falta que se la quitéis.
2. En una sartén ponemos a derretir la manteca a fuego bajo, con lo cual no necesitaremos aceite para hacer los pedazos de salmón.
3. Cuando esté derretida añadimos los pedazos de salmón y ponemos el fuego alto hasta que estén doraditos y sintamos como ya huelen bien.
4. Los sacamos y los dejamos aparte, mientras nos ponemos con la salsita de maracuyá.

La salsa

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Ingredientes:

• 2 cucharadas de zumo de limón,
• Zumo de 4 maracujás (fruta de la pasión),
• Una taza de zumo de naranja,
• 8 cucharas de mayonesa,
• Una pizca de azúcar,
• Una pizca de sal.

Elaboración:

Puede que os preguntéis por qué echamos sal y azúcar si es un poco contradictorio. Lo hacemos así porque el azúcar matará la acidez del zumo de limón, pero tampoco queremos que la salsa tenga un sabor dulce, así que se le añade un poco de sal. Vosotros seguid estos pasos que seguro que os sale buenísima.

1. Necesitaremos una batidora con su respectivo vaso, en el cual añadiremos primero el zumo de las maracuyás y de naranja y lo batiremos. Veréis que el zumo que nos queda tiene unas mijitas negras debido a la fruta de la pasión. Si tenéis un colador estaría muy bien colarlo para no encontrarnos después con esas mijitas. Nosotros no teníamos y lo que hicimos fue ir pasándola de un recipiente a otro e ir quitando las mijitas que se quedaban al fondo del vasito de la batidora. Si os quedan algunas tampoco pasa nada.
2. Ahora añadimos la mayonesa sin dejar de moverlo hasta que la mezcla parezca homogénea.
3. Cuando la hayamos conseguido, añadimos el zumo de limón, una pizca de azúcar y una pizca de sal.
4. Ahora es tan sencillo como apartar los filetes de salmón en el plato y cubrirlos con la salsita por encima y estará listo.
5. Si queréis ponerle algún detalle al plato se puede adornar con semillas de maracuyá y rodajas de naranja.

Es un plato que combina bien con un vinito tinto o rosado, como elegimos nosotros.

Brigadeiro

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Ahora si queréis completar con un postre, dependiendo de si tenéis horno en casa hay muchas más posibilidades de las que teníamos nosotros. Mi novio es buenísimo haciendo pasteles y cualquier tipo de dulce, pero casi todos los que conoce necesitan horno y aquí estando de Erasmus pues eso nos dejaba un poco sin ideas. Pero el brigadeiro es un postre muy sencillo y buenísimo si os gusta el chocolate y las cosas dulces, porque es un poquito empalagoso, jejeje.

Ingredientes:

• Una lata de leche condensada,
• Una cuchara de mantequilla sin sal,
• 7 cucharas de Nesquik o 4 si es otro chocolate en polvo más fuerte,
• Un bote o bolsita de chocolate granulado.

Elaboración:

1. En una olla grandecita añadimos la leche condensada, la mantequilla y el chocolate en polvo, lo ponemos a fuego medio sin parar de remover intentando que se vaya uniendo todo.
2. Al principio veréis que es una pasta, pero cuando se empiece a despegar de las paredes de la olla es porque ya está listo. Normalmente serán unos quince minutos, por si os queréis hacer una idea. Pero es importante que os fijéis en que se despega de la olla con facilidad. Cuando eso ocurra ya lo tenéis listo y sólo queda dejar que se enfríe.
3. Echadle en una fuente o cualquier recipiente para que se enfríe más rápido. Es preferible que se enfríe de manera natural, no en el frigorífico.
4. Cuando esté frío, la idea es hacer pequeñas bolitas que después pasaremos por el granulado de chocolate. Para hacer las bolitas con más facilidad podéis poneros un poco de mantequilla sin sal en las manos.
5. Después podéis colocar todas las bolitas en un plato o si lo preferís podéis usar estos papelitos que venden como los de las magdalenas, pero de tamaños pequeñitos.

Si no os apetece hacer bolitas o no tenéis chocolate granulado, también podéis comeros a cucharadas la pasta de chocolate que os queda cuando ya está fría. Tampoco hay mucha diferencia, lo que pasa es que con las bolitas queda más presentable y más decorativo para una cena en condiciones.

¡A comer!

Bueno, con esto acaba la cena romántica. Espero que os haya gustado y que os sea útil.

¡Suerte si os animáis a intentarlo!

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