Bolonia y sus torres

Tras haber salido de fiesta en Módena junto a mis amigas y otros Erasmus de la ciudad, nos despertamos tardísimo, desayunamos rápidamente y fuimos a la estación de trenes a coger un tren que nos llevara de Módena a Bolonia.

Tuvimos que esperar bastante tras haber perdido el que pensábamos coger. Finalmente llegó el siguiente tren y nos subimos. Yo estaba entusiasmada con la idea de ir a Bolonia, estudio arquitecturay nos habían hablado mucho de la ciudad en clases de urbanismo. Sabía lo de sus altísimas torres y su antigüedad. Mientras dejábamos Módena atrás nos dimos cuenta de que en esa dirección, la que tomaban las vías por las que circulaba nuestro tren había muchos pueblos con un "Emilia" en su nombre. La amiga que estaba allí de Erasmus nos contó que eso se debía a una antigua vía romana, la Vía Emilia, que daba nombre a la región Emilia y por lo tanto era a lo que debían su nombre.

Cuando llegamos a la estación de Bolonia enseguida percibimos que era una ciudad mucho más grande que Módena, había bullicio y más ajetreo, lo mismo cuando salimos fuera de ella. Pudimos ver que había edificios más altos y exuberantes, ya no estábamos en Módena.

Nada más salir de esta estación está la Piazza delle Medaglie d'Oro, que quiere decir en español "Plaza de las medallas de oro". Salimos de esa plaza para ir a otra, la Piazza XX Settembre, donde está ubicado un modesto monumento, La Porta Galliera. Desde ella se podían ver unas ruinas, como trazas de lo que había sido la antigua arena, el anfiteatro de Bolonia. Se podían distinguir los arcos y los ladrillos de lo que fueron las plantas bajas de este monumento. Junto a estas ruinas se sitúa la Scalinata Del Pincio, con una escultura preciosa justo en el centro, da acceso a un parque, Parco della Montagnola, supongo que se llamará así porque se sitúa en una pequeña elevación del terreno.

Caminamos por una gran calle hacia el centro de la ciudad, era domingo y había bastante gente. Por un lado estábamos los turistas, intentando ubicarnos en esta famosa ciudad italiana; por otro lado estaba la gente que vive allí y tiene que lidiar con ello.

Comida en Bolonia

Enseguida llegó la hora de comer estuvimos un buen rato buscando un restaurante que nos convenciera a todas, teníamos mucho hambre y era lo único que nos importaba en ese momento, conseguimos encontrar un agradable restaurante bastante barato en el que todo tenía muy buena pinta. Fueron muy amables atendiéndonos tan tarde y tuvieron mucha paciencia. Todas nos pedimos algo de pasta, en el menú que nos ofrecieron también entraba un postre que en nuestro caso fue una tarta. Al terminar con toda la comida nos invitaron a limoncello, una bebida típica.

El centro de Bolonia

Mientras hacíamos la digestión de los inmensos platos de pasta que habíamos comido fuimos caminando tranquilamente hacia el centro. Pasamos por la Catedral de San Pedro de Bolonia, pude distinguir que su fachada es de estilo barroco. Cada vez había más gente por las calles, de pronto aparecimos en el Palazzo Re Enzzo, al menos desde el exterior se veía mucho más austero que el anterior edificio que habíamos visto, supongo que también es más antiguo. Nuestra amiga nos contó que había sido una prisión donde encerraron a un rey enemigo hasta su muerte. En la plaza frente a este palacio había unos niños jugando con un señor que había burbujas de jabón gigantes.

Seguimos caminando y aparecimos en la siguiente plaza, la plaza mayor, "Piazza Maggiore", ahí se encontraba la basílica importante de Bolonia, la Basílica de San Petronio, con su característica fachada medio acabada, con la parte baja de mármoles claros típicos de muchos edificios en Italia. En la intersección entre esta plaza y la anterior se encuentra la Fuente de Neptuno. Había muchísimo ambiente en la plaza, no hacía demasiado calor, se estaba muy bien, unos músicos en el centro estaban dando un increíble espectáculo. Animaban a todos con sus canciones e incluso bailaban con los niños más atrevidos. Nos sentamos un rato en el suelo a verlos e incluso los grabamos en algunos vídeos. Esta plaza también estaba rodeada por otros edificios muy bonitos.

Seguimos paseando por Bolonia, nos hicimos muchas fotos por sus calles y nos perdimos por sus rincones. Nuestra amiga quiso enseñarnos que un río pasaba por debajo de la ciudad, pero había que ir bastante lejos. Al volver sobre nuestros pasos, en vez de pasar por las calles por las que habíamos ido antes, variamos un poco el recorrido entrando en una plaza que encierran los edificios del Ayuntamiento, el cual está junto a la basílica de la Plaza Mayor. En el centro de esta plaza hay un pozo de los deseos. También pasamos por una galería que hay en un pasadizo bajo estos edificios. Había fotografías antiguas y estuvimos contemplándolas un rato.

Al salir de allí aparecimos de nuevo en la Plaza Mayor, y los músicos seguían tocando. Atravesamos la plaza y continuamos caminando por unas calles, ya estaba cayendo la tarde y merendamos algo. Mientras tanto pasábamos delante de edificios preciosos, algunos muy antiguos. Además ahora también había burbujas gigantes en esta plaza.

Las torres de Bolonia

Nos acercamos cada vez a las altísimas torres que no parábamos de ver todo el rato, finalmente llegamos. Desde abajo se ven un poco torcidas, cómo si se fueran a caer. Son de origen medieval y ahora solo quedan dos, pero se cree que pudo llegar a haber unas 180 torres y que se construían para las familias más ricas cómo símbolo de poder.

Finestra sui Canali

Por fin conseguimos llegar al río que decía nuestra amiga. Se trataba de un canal que cruzaba de forma perpendicular la Via Piella, y por una ventana se podía ver como los edificios contiguos a el se abrían para dejarle paso. Este sitio atrae a muchos turistas y se llama Finestra sui Canali, no os lo podéis perder.

Finalmente regresamos a la estación para coger un tren que nos llevase a Módena, donde estábamos todas instaladas.

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