Aveiro

Aveiro es una ciudad pequeña con solamente 80 000 habitantes, pero mucho para ver. Visité la ciudad durante pocas horas a modo de escapada cuando viajé a Oporto. Primero vi una pequeña iglesia que desde fuera parecía muy bonita, porque tenía azulejos en su fachada exterior.

Este estilo predomina en todo Portugal. Colocan los azulejos en casi todas las casas. El resultado es una ciudad colorida y nada aburrida, a diferencia de las ciudades que solamente tienen casas blancas.

También hay un pequeño río por el que puedes navegar. Yo lo habría hecho, pero no me gustan demasiado los barcos, y encima me mareo con muchísima facilidad. De todas maneras, no teníamos el tiempo suficiente. Pero no os preocupéis, no tenéis porque montar en barco, ya que desde tierra firme también podéis disfrutar de las coloridas casas.

En Aveiro tienen una especialidad culinaria, los "ovos moles". Tienen un sabor muy interesante que yo jamás había probado. Por fuera son como un gofre con glaseado de azúcar, pero por dentro llevan una mezcla de huevos y azúcar. Si, suena raro. Es raro.

Dicen que o lo amas o lo odias. Yo lo amé. Pude comer uno o dos, pero no más, acaba resultando muy empalagoso. Pero es un dulce tradicional que solo podréis encontrar en Aveiro, ¡definitivamente tenéis que probarlo!