Convento de Jesús
- Dirección: Av. Santa Joana
- Etiquetas: Qué ver Aveiro, Aveiro, Portugal
Una pequeña joya cultural en Aveiro
En este primer artículo toca hablar de Aveiro y de su Convento de Jesús. En general, Aveiro es una ciudad bonita, no tiene grandes monumentos sino que los canales de la ciudad es su principal atractico turístico junto con su universidad y el convento de Jesús.
Por eso, el convento de Jesús es una buena parada, casi obligatoria, ya que Aveiro tiene poco que ver, más allá de recorrer sus canales.
Cómo llegar
El lugar es fácil de llegar ya que se encuentra al lado de la catedral de Aveiro. Por lo que será tan fácil como preguntar por ese sitio en el caso de que estemos desorientados.
La mejor forma de llegar es ir caminando, aunque cerca de allí hay un descampado por lo que se podría dejar el coche en un lugar cercano. Si estamos en los canales, se puede llegar desde la Avenida 5 de octubre, subiendo la pequeña cuesta llegaremos hasta el museo.
Un poco de historia...
El convento fue inaugurado en el siglo XV, en el año 1458 por la "Ordem dos Pregadores", esta orden se basaba en la regras dominicanas. De entre personajes importantes destaca Joana (o Juana) de Portugal, una de las hijas de Alfonso V la cual estuvo en este convento a partir de 1472 hasta que falleció en 1490 y cuya tumba es la que se puede ver en la fotografía inferior.
Aunque las órdenes religiosas fueron extinguidas en 1834, en realidad, se extinguieron únicamente las órdenes religiosas masculinas. En el caso de las órdenes femeninas, no se extinguían hasta que moría la última monja del convento y eso no fue hasta 1874.
En un principio se utilizó como colegio por una congregación de monjas hasta 1910, cuando se implantó al República Portuguesa y con ello, serían expulsadas del convento.
En 1910 sería clasificado como Monumento Nacional y el año siguiente, en 1911, se crearía el Museo Regional de Aveiro, por iniciativa del particular Marques Gomes, del que actualmente se llama simplemente Museo de Aveiro.
El convento de Jesús
Centrándonos en el convento de Jesús, el lugar destaca en dos partes. Una parte que es el propio convento en sí, el claustro, y otra que es la de museo en el primer piso del convento. El "orden de los factores no altera el producto" por lo que poco importa por donde empezar.
La entrada vale 2 o 3 euros, con descuento del 50% en el caso de llevar el carné de estudiante y supongo que también el carné joven.
Antes de entrar al claustro del convento, se puede visitar la capilla que destaca por el estilo gótico o manuelino ya que como se puede observar está todo muy recargado. Este estilo llamado manuelino, surgió a finales del gótico en época dle rey Manuel, de ahí su nombre. Pese a que solo sea una capilla es una preciosidad.
A continuación, toca visitar el convento en sí mismo, pese a que no se pueda comparar a las maravillas de Alcobaça, Tomar o Batalha, no deja de ser recomendable visitar las diversas salas del convento. Eso sí, aunque el claustro es bonito se nota bastante vacía ya que por desgracía varios objetos se encontraban restaurándose, además de que no estaría de más reformar un poco el claustro ya que da una sensación de que esté bastante abandonado sobre todo el centro del Claustro.
Del resto de salas del claustro no hay mucho que decir, alguna capilla curiosa pero nada que ver con la capilla manuelina.
La otra parte es el museo que se encuentra en la primera planta del convento, además de las obras de arte se puede observar la capilla desde otra sala en la que estaban los monjes de clausura. Es curioso porque desde esta parte, que se puede ver en la fotografía de arriba, los monjes de clausura asistían a la misa pero sin desobedecer el voto de clausura.
En cuanto a las obras del museo son variadas y muy interesantes ya que tocan casi todos los períodos de la historia, viendo el proceso de desarrollo en el arte portugués. Los cuadros se encuentran en la parte superior del claustro del convento, además de otras salas añadidas ya que la colección es bastante superior a lo que podría ocupar estas salas del claustro del convento.
Se empiezan con figuras románicas de la Virgen María del siglo XIV, pasando por el siglo XV y sobre todo entre los siglos XVI y XVIII que es la época de Oro de Portugal debido a los descubrimientos de Brasil, de África y de la ruta a las Indías, lo que permitió conserguir financiar grandes monumentos de los que ya hablaremos.
Alrededor de una hora tardaremos, dependiendo de si nos detenemos mucho al ver el convento y las diversas obras del museo. 2 euros (con descuento de estudiante) cuesta la entrada siendo prácticamente la única alternativa cultural de Aveiro. A lado de encuentra la catedral de Aveiro, que no deja de ser una iglesia un pelín más grande.
En definitiva, pese a que no sea el mayor convento de Portugal, es curioso, tiene una buena colección de obras, ciertas salas son muy bonitas y está relativamente bien conservado. Por lo que es de parada obligatoria si alguien se acerca a Aveiro.
Galería de fotos
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