Montaña Roja

¡Hola valientes y aventureros/as!

En este post os voy a hablar de uno de mis lugares favoritos y más frecuentados durante mi estancia en Lanzarote.

Este lugar se llama Montaña Roja, y tiene las mejores vistas de todo el pueblo de Playa Blanca, que cuando vives en él te parece diminuto, pero desde las alturas se puede apreciar mejor toda la extensión que abarca, y no es tan pequeño como parece.

Montaña Roja se ubica al sur de Playa Blanca, justo enfrente de uno de los hoteles con mejor reputación dela Isla, el H10 Rubicón Palace, pero el acceso al camino habilitado para su subida se encuentra metros antes de llegar al hotel cerca de una urbanización, os dejo la imagen de la captura de Google maps para mejor ubicación, ya que la primera vez a mí me costó encontrar el camino.

Su ubicación es punta Pechiguera, aquí os indico el camino desde la estación de guaguas de playa blanca.

Esta montaña tiene una altura de 196 metros y podréis alcanzar la cima tras caminar unos 25-30 minutos, pues su dificultad es moderada, aunque el terreno es de roca volcánica y es recomendable un calzado con buen agarre.

Una de las particularidades de esta montaña es que no es convencional, si pensamos en una montaña, imaginamos una elevación uniforme, pero Montaña roja cuenta con un valle justo en el interior de la montaña, y esto es debido a que es una formación de origen volcánico, es decir, es un cráter, por tanto, en la misma subida tienes una bajada con un terreno y una flora completamente distinta, pues el terreno del cráter no es de la misma aridez que el que rodea a la montaña.

Es muy curiosa la formación geológica de las montañas de esta isla, y esto es solo el principio, pues esta es la más pequeña que conozco, pero os iré hablando de más.

Montaña roja no es un lugar que sea muy frecuentado a no ser que vistéis la isla en Verano, que es donde más afluencia de turistas encontraréis.

Yo he subido esta montaña 3 veces, y pocas me parecen, pero bueno, hay muchas mas cosas que hacer en esta isla.

La primera vez la subí con dos compañeras de trabajo, y hacia un viento increible, lo que hizo mejor la experiencia, ya que considero que el ascenso de montaña cuando hace viento es mucho más divertido, colocarte arriba, abrir los brazos y sentir que casi echas a volar, eso sí hay que ser mas cuidadoso, evidentemente no te vas a caer al vacío, pero es verdad que te sientes menos inestable y más en este tipo de terreno que no es uniforme.

La segunda subida la hice sola, a las 20:30 de la tarde, pues mi intención era ver la puesta de sol.

Esta vez había 5 personas más, 6 contándome a mi, y como la extensión de la cima de la montaña es circular, cada persona estaba colocada en un lugar distinto alrededor del círculo que marca la subida del valle. En  esta segunda visita me cercioré de que había personas que habían descendido al interior del valle y que con piedras habían creado palabras o habían dejado sus nombres, corazones…

El ingenio de la gente creando este tipo de Land Art, me encanta.

Esta segunda vez que subí a la montaña, me llevé el ukulele de un compañero, pues no se si os ha pasado, pero hay veces en las que estáis así un poco decaidos/as y necesitáis subir vuestro animo, subiendo literalmente un lugar, consiguiendo un reto físico. Y al menos, a mi  eso me funciona, escalé esta montaña, me senté a admirar la puesta de sol y lo acompañé con música, y de este momento han pasado casi 2 años y aún me sigo acordando de él…

Os dejo una imagen del momento, para que veáis que puesta de sol tan bonita.

La última vez que visité Montaña roja fue el día que alquilé una moto en playa blanca, pues me apetecía conocer la isla sin el coche, aunque… os recomiendo hacerlo si no vais a recorrer distancias de más de30 kmporque normalmente suele hacer mucho viento en la isla y la verdad es que es bastante peligroso conducir un ciclomotor en esta isla. Pero bueno, yo fui a dar una vuelta por todo playa blanca y descubrí otra zona de montaña roja que me gustó mucho.

Era una especie de cueva y paredes que tenian leves desprendimientos y al escalarlas y bajar era como hacer surf en las rocas, como un tobogán si te sentabas y te dejabas deslizar.

Os dejo también una foto de este lugar.

Yo es que con espacios así siempre me lo paso pipa, además que para hacer fotos son puntos muy buenos porque no hay nadie, la perspectiva es distinta y además conoces otro lugar del que nadie te ha hablado antes.

Otra experiencia para el bolsillo.

Espero que os haya gustado este post sobre Montaña Roja en Playa Blanca y que disfrutéis de la experiencia si vais. Si os gusta el senderismo, el trail o hacer enduro con la bicicleta, creo que es un lugar ideal para practicar estos deportes.

¡Un saludo y a extender las alas!