Naranja Naranja

El siguiente post es sobre Ámsterdam, donde estuve el pasado mes de mayo, ya había estado hace unos años en un viaje por Bélgica aprovechamos para acercarnos a Ámsterdam ya que desde Bruselas en tren el trayecto es corto, pero apenas vi nada, por lo que tenía ganas de volver.

Ámsterdam es conocida de sobra por ser una ciudad cosmopolita, por su barrio rojo, sus canales, sus coffe shop, sus tulipanes y su fiesta; pero como de eso, si tenéis pensado ir a Ámsterdam seguro que ya os habéis informado por vuestra cuenta, aquí aprovecho para contaros otro par de cosas que nosotros hicimos.

La compañía con la que volé fue Iberia, hacía ya tiempo que no volaba con ellos, ya que desde hace un tiempo que estoy completamente “raynerizado”. El vuelo lo cogí en Barajas.

El aeropuerto de Ámsterdam está bastante bien, hay cantidad de tiendas y sitios donde comer.

Nos alojamos en el “Rembrandt Square Hotel”en Rembrandtplein 24, se encuentra en una plaza muy céntrica por donde pasa el tranvía. En la plaza hay varios bares y por la noche había bastante ambiente, antes de ir habíamos leído alguna crítica de algún huésped que se quejaba de que oían el ruido por la noche desde sus habitaciones, aunque nosotros la verdad es que no oímos nada.

El hotel estaba bastante limpio, la habitación era bonita pero no había baño, sólo lavabo, el baño y la ducha era compartido. En el precio estaba incluido el desayuno, un desayuno bastante variado y que se ofrece en el bar de al lado.

Nada más llegar vimos que el hotel tenía tarjetas con descuentos y ofertas para realizar actividades, me gustan ese tipo de tarjetas porque te ayudan a saber que tipo de actividades puedes hacer sin necesidad de estar buscando por internet. Vimos que había la Heineken Experience y que estaba bastante cerca (Stadhouderskade 78) así que la misma tarde nada mas llegar nos pusimos cómodos y allí nos fuimos.

La Heineken Experience consiste en un tour por el museo-fábrica, te cuentan desde los orígenes de Heineken al proceso de fermentación de la cerveza. El tour es bastante dinámico, podéis haceros un sinfín de fotos, existen juegos para pasar un buen rato como un tira cañas virtual, la posibilidad de jugar con vuestro Smartphone a “piedra, papel o tijera” con otros visitantes para ganar gadgets gratis en la tienda, mesa con platos de dj para hacer vuestros pinitos, porterías para tirar penalties, la verdad es que es bastante entretenido.

Nos llevaron también a una sala de cine donde vimos los diferentes anuncios publicitarios de Heineken durante los últimos años.

También entramos en una sala con pantalla de cine y una plataforma en la que había que montarse, en la pantalla ponían un video sobre un señor que hacía el recorrido de la cerveza, y si por ejemplo el señor salpicaba al caerse en la cerveza del techo salía cerveza, y la plataforma se iba moviendo.

Durante el recorrido también hicimos una pequeña cata de cerveza, cata que por supuesto es practica y te bebes las cervezas, la teoría para otros;). Durante el recorrido te dan una pulsera en la que aparecen tres botones, cada botón equivale a una cerveza, la primera es en la cata, las otras dos es para que te las bebas en el bar que hay al final del recorrido, nosotros ya llegamos a última hora al bar cuando quedaba poco tiempo para cerrar por lo que nos tocó darnos prisa y beberlas rápido.

Y por último hay una tienda muy chula donde puedes comprar vasos de cervezas y grabar algo sobre el vaso, esto es lo que más éxito vi que tenía, nosotros también lo hicimos jeje, luego también había todo tipo de ropa, bolsas…

El tour cuesta 17 euros por persona (creo que hay descuento si lo compráis por internet), he tenido que volver a mirar el precio porque ya no me acordaba. Sin duda os lo recomiendo. Ya que he mirado el precio os indico los horarios que son desde 11. 00 hasta 19. 30 todos lo dias, y desde 10, 30 hasta 21. 00 los viernes y domingos de junio, julio y agosto.

Otra experiencia que os recomiendo es visitar el Museo de Ana Frank, el museo se encuentra en la casa donde Ana Frank pasó junto a su familia la triste experiencia de tener que vivir escondidos por miedo. La verdad es que el museo te encoje todo el cuerpo, pero es bueno ver con tus propios ojos los errores del pasado para que nunca más vuelvan a cometerse. Por lo que si queréis conocer un poco más de cerca su historia os animo a que os acerquéis, se encuentra en la calle Prinsengracht 263-267

La entrada costaba 9 euros pero con el carnet joven cuesta la mitad 4, 50, y los horarios son de 9 a 19 o hasta las 21 los sábados.

Como me pasa en todos los viajes, además siempre con la misma persona, nos perdimos un par de veces por las calles de Ámsterdam, cosa que es normal porque no nos gusta mucho estar todo el rato pendiente del mapa, además que le vamos cogiendo gustillo a eso de perdernos, ya que el alejarte del centro turístico te permite respirar realmente como se vive en la ciudad. En esta ocasión dimos a parar a una calle llena de tiendas particulares.

Otro lugar al que suelo ir siempre que se encuentra en la ciudad a la que viajo, es el Hard Rock caffe, el de Ámsterdam al estar rodeado de canales y barcas tiene su encanto, el viaje al ser en Mayo ya iba haciendo mejor tiempo por lo que pudimos disfrutar de la terraza. Nos comimos una hamburguesa con patatas y como habíamos cogido en el Hotel una de esas tarjetas descuento que os he mencionado antes, nos regalaron un helado servido en copa, enorme.

Otra experiencia que os aconsejo es dar una vuelta en barco, para nosotros fue una cosa improvisada, ya habíamos visto toda la ciudad y no sabíamos que hacer, así que cuando vimos el barco no nos lo pensamos dos veces, y como hacía calor, el fresquillo que te viene al estar por los canales se agradecía.

Otra de las tarjetas que vimos era un descuento para el bar de hielo en el que te tomabas una copa y ponían una película, yo como ya tenía la experiencia del bar de hielo de Helsinki, no fuimos.

Para comer, de los sitios a los que fuimos os recomiendo estos dos sitios, “El Rancho” y “Wagamama”.

El Rancho “argentinian grill” es un restaurante de carne a la parrilla, hay más de uno por la ciudad, nosotros comimos en uno muy cerca de Rembrandt Square, sin dudarlo un segundo, si os encontráis con uno de ellos, comer allí, comimos una parrillada de carne buenísima, y el precio está bien.

Wagamama es un restaurante de comida japonesa, era la primera vez que iba a uno, escogimos este porque estaba muy cerca de nuestro hotel, y nos llamó la atención por su estilo y decidimos ir a cenar. No comimos demasiado, fue una cena ligera. En un unico plato nos trajeron diversos tipos de sushi (rollo de salmón con arroz, gambas y una ensalada). Nos gustó, pero somos pésimos con los palillos, madre mía lo que tardamos en comer.