Erasmus Exprés - Amsterdam

Ámsterdam. Primera vez que piso suelo holandés.

El viaje salió bastante económico aun reservándolo con solamente una semana de antelación. Autobús ida y vuelta desde Duisburgo 37€. Sin embargo si uno lo mira con tiempo puede ir y volver sin problemas por tan sólo unos 20€. El viaje tiene una duración aproximada de 2 horas y media.

El autobús nos dejó en la parada de autobuses que tiene asignada la compañía Flixbus, que es con la que fuimos y tiene grandes descuentos para viajar prácticamente por toda Alemania.

Desde allí cogimos el metro para llegar a la estación central. Eso sí, un billete sencillo unos 3 euros y medio, casi nada…

Y esta fue la primera vista que tuvimos de la ciudad nada más salir de la estación:

Desde allí y caminando directamente por la calle “Damrak” llegamos a la plaza de la catedral, que comparte lugar con el “Monumento Nacional”, el famoso edificio “Madame Tussaud” y el “Palacio Real”.

En la anterior foto se muestra la catedral, y avanzando por esa misma calle se llega a un centro comercial “Magna Plaza” ubicado en un precioso edifico antiguo.

A partir de ahí uno ya se encuentra con uno de los 4 principales canales que dan fama a la ciudad. Así que como no podía ser de otra forma, caminamos por la orilla de los canales y los cruzamos todos.

Fotografía desde uno de los muchos puentes que cruzan dichos canales.

Seguimos visitando la ciudad pero en busca del punto más simbólico, o que se ha convertido en uno de los más simbólicos de la ciudad. No es otro que las letras de “I amsterdam”, situado nada más atravesar el cuarto canal y el museo “Rijksmuseum” por su túnel a través del edificio.

En la anterior imagen claramente se aprecia el logo y en el fondo de la imagen dicho museo al que he hecho referencia.

También vimos un banco con el mismo logo y sin estar tan saturado de gente como el principal, así que no nos lo pensamos dos veces y decidimos hacer una foto grupal.

Continuando en la misma dirección se atraviesa una pequeña plaza con un pequeño estanque en el centro para llegar al parque al lado del museo “Van Gogh”.

Seguimos callejeando y conociendo la ciudad un poco más alejados del centro centro la de la misma. La verdad que casi toda la ciudad (al menos la parte que visitamos) tiene una misma línea de construcción, con edificios de no más de cuatro – cinco plantas, y casi todos del mismo estilo arquitectónico. Con esto quiero decir que para alguien nuevo en la ciudad y sin mapa, puede resultarle que está todo el rato caminando por la misma zona o incluso en círculos ya que llega un momento en que uno se plantea si realmente está yendo en la dirección correcta.

La mayoría de los edificios tiene esa fachada característica en forma puntiaguda o más elevada en la parte central del edificio como se puede apreciar en muchos de los edificios de la anterior fotografía.

Y sin darnos cuenta se nos hizo de noche, ya que este viaje lo realizamos en Noviembre y las horas de luz son más escasas que en España. Sin embargo, los canales adquieren un nuevo encanto con la iluminación nocturna:

Otra de las zonas de turisteo más mediáticas de la ciudad es el Barrio Rojo. Me resulta complicado cifrar el número de calles que lo componen ya que para mi sorpresa es un área realmente extensa que se encuentra en el centro de la ciudad. Por la noche está lleno de turistas y dichas calles también se encuentran al lado de canales.

Como el viaje que cogimos fue para pasar 24 horas en Ámsterdam, no tuvimos más remedio que seguir descubriendo la ciudad. Algunos de los edificios más emblemáticos que vimos fueron: “The Oude Church”, una iglesia prácticamente dentro del barrio rojo, la “Iglesia de San Nicolás”, muy cerca de la estación central, una pequeña parte del puerto, entre otros lugares.

Foto correspondiente a la Iglesia de San Nicolás.

Y una vez acabadas las visitas turísticas, encontramos un buen bar donde tomarnos unas buenas cervezas para así comenzar la noche Holandesa, ya que hasta las 9 de la mañana del día siguiente no teníamos el autobús de vuelta a Duisburgo.

En resumen, un gran día conociendo una nueva ciudad, aunque un tanto exprés, pero muy contento de haber visitado por fin Ámsterdam (al menos la parte más céntrica y turística). El único pero… las horas de espera en la estación central intentando echar una cabezadita antes de subir al autobús. Pero es lo que toca si uno quiere ahorrarse un poco de dinero y poder así invertirlo en próximos viajes que aún tengo por comentar.