5 cosas que has de saber sobre Baviera

Múnich es la capital de Baviera, una bonita región al sur de Alemania, con una cultura propia muy marcada, y que la diferencia del resto del país. La verdad, que en mis viajes por Alemania, he podido reconocer estas diferencias, y es por ello que hoy vengo a hablaros de las 5 cosas que debemos saber sobre Baviera.

Bandera de Baviera. Fuente: www.pixabay.com

1. Su nacionalismo.

Una de las cosas que más me llamó la atención al inicio del Erasmus, es que en un seminario que teníamos, el profesor nos pidió que nos presentáramos y nos preguntó nuestra procedencia, ya que había un gran número de internacionales en la clase. Pero cuando llegó el turno a los alemanes, ni uno dijo proceder de Alemania, sino que siempre dirían que eran de Baviera.

Es ahí cuando comencé a saber sobre el nacionalismo bávaro.

Este fenómeno ha sido bastante fuerte desde la incorporación de la región en el estado alemán en 1871, alegando a los términos en los cuales Baviera se incorporó a Alemania, y proclamando que el gobierno alemán ha reducido desde hace un tiempo considerable la autonomía bávara.

En julio de 2017, el instituto demoscópico "YouGov" realizó un sondeo en Baviera, que tuvo como resultado que uno de cada tres de sus ciudadanos aspira a la independencia.

2. Su dialecto propio.

No sólo tienen en Bavaria un fuerte acento en ocasiones difícil de comprender (especialmente para una recién iniciada en el alemán como lo soy yo), sino que también tienen su propio dialecto.

Éste, por lo que parece, difiere mucho del alemán, y es muy difícil de entender si no sabemos hablarlo, incluso para los propios alemanes. De hecho, no son pocas las tiendas que venden diccionarios bávaro-alemán.

Una de las palabras esenciales que aprender en bávaro, es "Servus", que utilizan para decir tanto hola como adiós. Es muy común, en Múnich, entrar en una tienda o un bar, y que te saluden con un "Servus" en lugar de con "Hallo", hola en alemán.

Como curiosidad, os dejo a continuación unas cuantas traducciones más del bávaro al alemán, para que apreciéis la gran diferencia entre ambas lenguas:

Host mi?= Verstehst du mich?= ¿Me entiendes?

Wia gäts da?= Wie geht es dir?= ¿Qué tal estás?

Mahlzeit!= Guten Appetit!= ¡Qué aproveche!

3. Su pasión por la cerveza.

Cuando al principio de mi Erasmus, descubrí que en uno de los símbolos de la cultura bávara, el Árbol de Mayo, figuraban, en una de las ramas, los escudos de las 6 cerveceras tradicionales de la ciudad, entendí que algo fuera de lo normal pasaba en esta ciudad con la cerveza.

Árbol de Mayo en Múnich, Viktualienmarkt. Los escudos, abajo a la derecha. Fuente: www.pixabay.com

Ya en el dialecto bávaro, existe un término específico para una jarra de un litro de cerveza: "Mass". Y no me extraña, porque es raro salir un día a dar una vuelta por el centro, y no ver mesas plagadas de estas jarras por todos lados. Pero esta pasión bávara por la cerveza, no es nada nuevo.

Dicen que la primera regulación legal de un alimento, surgió en Ingolstadt, Baviera el 23 de abril de 1516. El rey Guillermo IV de Baviera, decretó la Ley de la pureza (Reinheitsgebot en alemán), que determinaba que la cerveza sólo podría elaborarse a partir de agua, cebada malteada, y lúpulo, sin añadir más ingredientes, manteniendo así la pureza de la bebida.

Además, como bien mencionaba en mi post "Múnich en un fin de semana", el escudo de Múnich es un monje, y el nombre de la ciudad, München en alemán, guarda cierta similitud con Mönchen, monjes en español, ya que la ciudad fue construida sobre un antiguo monasterio benedictino.

Pues bien, fueron estos monjes, los que iniciaron la tradición de la cerveza en la región, ya que elaboraban la suya propia en los distintos monasterios. Por ello, el pueblo creía que la fermentación de la cerveza era fruto de la obra de Dios, considerando la bebida como algo místico.

Pero aún a día de hoy en Baviera podemos visitar Monasterios en los que elaboran su propia cerveza artesanal. Un ejemplo es el Monasterio de Andechs, en Múnich, donde tras un pequeño senderismo, nos espera en la cima una fresca jarra de un litro de cerveza bávara.

4. Es la cuna de la Oktoberfest.

Y bueno, de la mano del punto anterior, Baviera, y más en concreto, Múnich, es la región de la Oktoberfest, la internacionalmente conocida fiesta de la cerveza.

La Oktoberfest comienza el primer sábado después del 15 de septiembre, y se prolonga durante los 16 o 18 días siguientes, hasta el primer domingo de octubre.

Carpa Paulaner en la Oktoberfest. Septiembre de 2017.

Esta popular fiesta, la más grande de Alemania, tiene su origen en el 1810, cuando, en octubre, se celebró la primera Oktoberfest para celebrar el matrimonio del príncipe Luis I de Baviera con la princesa Teresa de Sajonia-Hildburghausen. La celebración consistió en una carrera de caballos, en el mismo lugar donde a día de hoy, cada septiembre se reunen más de seis millones de visitantes a beber cerveza, cantar y bailar sobre las mesas.

Tras el destacado éxito de esta primera celebración, este festival se fue celebrando, y su comienzo se adelantó a septiembre, para aprovechar las mejores condiciones meteorológicas del mes.

Hay 6 enormes carpas de cerveza en el festival, cada una representando las 6 casas de cerveza bávara a las que hacía referencia en el punto número tres: Augustiner, Hacker Pschorr, Hofbräu, Löwenbräu, Paulaner y Spaten.

5. Los Alpes bávaros.

Los Alpes, conforman sin duda una parte de la cultura bávara. Influencian la pasión de sus habitantes por la naturaleza, y el popular hobby de ir de senderismo por sus montañas.

Y no es para menos, ya que, los Alpes, con sus más de 450 km de recorrido, presentan un maravilloso paisaje compuesto por más de 20 lagos de aguas cristalinas, 25 castillos medievales, múltiples conventos, iglesias y centros de reposo, y, por su puesto, frondosos bosques con robles, abedules y pinos, donde sumergirse en la paz, recreación y magia de esos paisajes tan profundos.

Berchtesgaden. Fuente: www.pixabay.com

La ruta alemana de los Alpes se extiende desde el lago Constanza en Lindau, hasta el lago Königsee, en Berchtesgaden.

En su hermosa extensión, encontramos diferentes puntos que nos brindan con la posibilidad de disfrutar de espectaculares senderismos, y descansar en la orilla de sus lagos. Algunos de ellos son Lindau, ubicada en el lago Constanza; Ettal, la ciudad en la que se erige el palacio de Linderhof; Herzogstand, con el lago de Walchensee; o Berchtesgaden, con el monte Watzmann, el lago Königsee, y la iglesia San Bartholomä.

Y esto ha sido todo por ahora, espero que hayáis aprendido algo más sobre la maravillosa Baviera, y que, si os ha gustado, ¡os animéis a visitarla!

Hasta la próxima!

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