Múnich en un fin de semana y gastronomía.
¡Hola de nuevo, y bienvenidos a mi blog!
En el post de hoy os hablaré de Múnich, la capital Bávara, y un completo tour que podéis hacer para ver lo más importante en un fin de semana.
Múnich es la tercera ciudad de Alemania, después de Berlín y Hamburgo, por número de habitantes, y, geográficamente se encuentra al sur del país, sobre el río Isar, y al norte de los Alpes Bávaros. Según un estudio de 2009, Múnich es la ciudad con la mejor calidad de vida de Alemania.
El nombre de esta bonita ciudad, München, deriva de Munichen, que, significa, en el alto alemán antiguo, "el lugar de los monjes". Esto se ve explicado ya que Múnich fue fundada por monjes benedictinos, uno de los cuales, aparece en su escudo.
Gastronomía.
Una vez en Múnich, no puedes marcharte sin probar la tradicional gastronomía propia de Bavaria.
Cerveza
No hay quien vaya a Múnich en desconocimiento de uno de los elementos que hace famosa a la ciudad de la Oktoberfest: la cerveza.
Aquí no vale con una caña, o un tercio, en Múnich sólo te servirán vasos de medio litro de cerveza, o, en su defecto, y para continuar la tradición de la Oktoberfest, una jarra de litro.
La cerveza que aquí se bebe, bajo el nombre de Helles, tiene más cuerpo que la Lager característica de España, y, por lo tanto, es más fácil de beber. También podemos encontrar la famosa Weissbier ("cerveza blanca" en español, o también "Weizenbier", "cerveza de trigo"), hecha con malta de trigo, en vez de cebada.
Las grandes marcas cerveceras que encabezan la Oktoberfest, y, en su defecto, más famosas de Baviera son Augustiner, Hacker-Pschorr, Hofbräu, Löwenbräu, Paulaner y Spaten-Franziskaner, de las cuales yo recomiendo probar la Augustiner Edelstoff.
Carpa Hofbräu en la Oktoberfest.
De esas marcas, encontraremos por toda la ciudad, distintas cervecerías donde disfrutar de una buena jarra y un buen plato típico de comida Bávara.
Para el paladar.
Pero la gastronomía bávara no es todo cerveza, también encontraremos distintos platos que instantáneamente nos abriran el apetito.
Dentro de los restaurantes de comida típica que encontraremos en Múnich, os recomiendo sobre todo, Augustiner Am Dom, con una bonita terraza de cara a la catedral; Augustiner Keller, con una enorme terraza, o, como los alemanes lo llaman, Biergarten, en la cual podremos ver un conjunto interminable de mesas repletas de típicas recetas y frías jarras de Augustiner Helles; o la Hofbräuhaus, en el corazón de Múnich, donde el propio Mozart iba a tomar cerveza e inspiración para sus composiciones.
Una vez elegida la cervecería, en nuestro comando no puede faltar un Bretzel, típico pan bávaro en forma de "corazón"; un par de Weisswurst, famosas salchicas blancas, que sirven en el propio recipiente con agua hirviendo, en pleno proceso de cocción, a las cuales, para disfrutar al cien por cien, debemos quitarles la piel, y acompañarlas con un poco de Mostaza bávara; y un plato de carne a elegir entre el pollo, o las infinitas formas que tienen de cocinar el cerdo, entre las que yo recomiendo el Schweinsbraten, acompañado de una buena Kartoffelsalat, Krautsalat, o Knödeln.
Tour de dos días
A continuación, os describiré el tour que yo he hecho normalmente cuando han venido amigos o familiares a visitarme a Múnich durante un fin de semana.
Día 1.
La bienvenida, es, como no, para conocer el centro de la ciudad.
El recorrido que yo recomiendo comienza desde Sendlinger Tor (muy bien conectado en transporte público), bajando desde el portón de piedra hasta Marienplatz por Sendlinger Strasse, donde encontraremos la iglesia Asamkirche, o de San Juan Nepomuceno, pequeñita, pero de las más bonitas, por no decir la más, que he visitado nunca.
Una vez en Marienplatz, la plaza del ayuntamiento, hemos de subir a la torre de St. Peter, desde la cual, por tan sólo 3€, o 2€ en el caso de los estudiantes, podemos disfrutar de unas magníficas vistas de la ciudad, alcanzando hasta el Allianz Arena, e incluso los propios Alpes.
En Marienplatz, también hemos de entrar en el Nuevo ayuntamiento (Neues Rathaus en alemán), con una cafetería y, depende del momento, también un pequeño mercado en su terraza interior, y observar, ahora desde fuera, su neogótica fachada, con un carrillón que, teóricamente se mueve todos los días a las 11, 12 y 17 horas, aunque a decir verdad, yo sólo he tenido la suerte de verlo moverse una vez de las 4 veces que he ido.
Foto con mis amigas que me visitaban desde España, en Marienplatz, y el Nuevo Ayuntamiento de fondo.
Desde Marienplatz, a la derecha mirando desde la Iglesia de St. Peter, se encuentra el Viktualienmarkt, acogedor mercado con infinitos puestos de comida (quesos artesanales, embutidos, recetas típicas de la región), bebida (cerveza, zumos naturales, vinos, licores artesanales), adornos para el hogar, flores frescas y un ambientado Biergarten, muy recomendable para tomar un descanso con una jarra de cerveza en mano.
Una vez hemos hecho la imprescindible parada en Viktualienmarket, bajaremos a Odeonsplatz por la calle de la izquierda, de las dos que bajan desde Marienplatz, haciendo esta vez parada en la gran Catedral, con las características dos torres que se pueden divisar desde prácticamente cualquier punto de Múnich, al lado de la cual se encuentra la recomendada cervecería que ya mencioné previamente: Augustiner Am Dom, entre otras.
Una vez ya, en Odeonsplatz, plaza que tanta historia recoge, podemos visitar la Residencia Real, la iglesia de los Teatinos, o, más coloquialmente, la iglesia amarilla, y el Feldherrnhalle, símbolo del honor del ejército bávaro, construida en 1841, donde el propio Hitler daba sus sermones ideológicos durante la época Nazi.
Una anécdota de la llamada iglesia amarilla de estilo Rococó, es que fue construida, en 1662, como gesto de agradecimiento a Dios, por el esperado nacimiento del heredero varón para la corona de Baviera, el príncipe Maximiliano Manuel.
Feldherrnhalle, en Odeonsplatz.
Desde Odeonsplatz, entraremos, a la derecha a través de un bonito arco, al Hofgarten, los jardines reales, de estilo italiano, desde los cuales podremos acceder al inmenso Englischer Garten, o jardín inglés, uno de los parques urbanos más grandes del mundo, superando incluso a los conocidos Hyde Park o Central Park.
Englischer Garten.
En el Englischer Garten, no podemos perdernos la visita al Chinesicher Turm, el gran Biergarten del jardín, con una torre construida en imitación a la arquitectura china; el mirador, también al estilo asiático encima de una colina, del que ya hablé en el primer post; y la ola, donde, sea la época del año que sea, siempre hay surfeadores.
En el Englischer Garten, si hace buen día, no podréis evitar la tentación de tomar un helado tomando el sol en la orilla del río, acompañados de un genial ambiente de gente joven, haciendo deporte, bañándose en el río o pasando un buen rato con amigos.
Ya entrada la noche, sentará genial un paseo a lo largo de Ludwigstrasse, desde Odeonsplatz hasta la biblioteca que encontramos en esta calle, y una vez ahí, a la izquierda, tenemos Schellingstrasse, una animada calle con cafeterías, restaurantes y bares, muy adecuados para tomar unas cervezas en buena compañía.
Día 2.
Al día siguiente, comenzaremos visitando Olympiapark por la mañana, extenso parque de más de 300 hectáreas, construido para los Juegos Olímpicos de 1972.
Una curiosidad de este parque, es que las múltiples colinas que lo caracterizan, son el resultado de la acumulación de gran parte de los escombros de la ciudad en esta zona, tras la Segunda Guerra Mundial.
Una vez ahí, no puede faltar la subida a la colina-mirador, Olympiahill, desde la cual tambien tenemos unas bonitas vistas del parque y la ciudad.
Desde ahí, podéis coger la línea 3, y hacer transbordo a la línea 6, para bajaros en Frottmaning, donde, para los fanáticos del fútbol, se situa el moderno estadio del Bayern, Allianz-Arena (muy recomendable verlo también de noche, cuando se ve iluminado).
Por la tarde, otro recorrido os estará esperando en el centro de Múnich, esta vez empezando desde Karlsplatz, plaza rodeada de múltiples monumentos como la Evangelische Schule (Escuela Evangélica), la Technische Universität Wien o la Karlskirche.
Desde ahí, entramos por un gran portón a la calle que nos guiará de nuevo hacia Marienplatz, desde donde podremos bajar al Teatro real, esta vez, por la calle de la derecha en dirección a Odeonsplatz.
La siguiente parada de nuestro tour será el río Isar. Para ello, seguiremos la calle perpendicular a la derecha de aquella que estábamos bajando, y llegaremos al Maximilianeum, el Parlamento Regional Bávaro, rodeado por una densa extensión de vegetación, adornada por el río, que, adentrándote en ella, en momentos te hará sentir en el mismísimo Amazonas.
Una vez dado el paseo por este salvaje jardín, tenemos cerca la ya mencionada la Hofbräuhaus, ideal para la cena y unas cervezas al son de la música bávara.
Para finalizar nuestra velada por la ciudad, recomiendo un paseo nocturno por Marienplatz, donde podemos encontrar diversos músicos callejeros y disfrutar del ambiente de la capital bávara.
Mercados navideños en Marienplatz, anocheciendo.
Si disponéis de más días para disfrutar de Múnich, además de la obligada visita a todos estos lugares, os recomiendo que comprobéis si durante vuestra estancia se celebra algún festival en Múnich, ya sea de la cerveza (Oktoberfest, Starkbierfest, Frühlingfest), o bien por otros motivos (Winter Tollwood, Sommer Tollwood, Mercados navideños, Streetlife festival...), ya que son muy divertidos y realmente merece la pena visitarlos. Además, en futuros posts, os haré recomendaciones de hikes y excursiones que hacer desde Múnich, en tren, a tan sólo una o dos horas desde la estación central.
¡Espero que os haya gustado este post, y que, si finalmente os decidís a visitar esta completísima ciudad, disfrutéis de vuestra estancia, rodeados de mucha cerveza, y al son de la música bávara!
Un saludo!
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