Las vidas de las familias de acogida cambian y viceversa

Todos sabemos que un año de intercambio cambia la vida de los estudiantes, pero ignoramos que las vidas de las familias de acogida también cambian.

Acoger a un extraño

Me molesta cada vez que oigo a un estudiante quejarse de su familia de acogida, porque la mayoría de veces son ellos mismos los que no se esfuerzan porque las cosas vayan bien. Párate a pensar un momento y demuestra que eres más maduro de lo que pareces: las familias de acogida abren sus puertas a extraños, de la misma manera que los miembros de esa familia son extraños para ti. Es lo mismo. Tal vez no sepan cómo acercarse a un adolescente de otro país, tú eres el que se ha mudado al extranjero para aprender la cultura del lugar, por lo tanto tú eres quién debería mostrar interés por conectar con la familia. No te quejes simplemente porque sientas que no te están tratando bien. Observa cómo los padres de acogida tratan a sus propios hijos y compara su comportamiento con el que tienen contigo. Si sientes que lo has intentado todo y sigues sin conectar entonces tendrás un motivo para "quejarte" y hacer algo al respecto. Quiero remarcar el hecho de que esto no es difícil solo para el estudiante. Es una experiencia para todos los involucrados.

Una vez que conectéis

No hay nada más bonito que establecer una conexión con la familia de acogida. La familia se convierte en tu familia, te sientes parte de ella. Muéstrales que es importante entablar lazos afectivos. Si estás bebiendo algo, sírveles un vaso a tus padres de acogida también, aunque no te lo hayan pedido. Se lo tomarán como un gesto de atención. Cuando estaba fuera, poco a poco dejé de llamar a mis padres de acogida por su nombre, simplemente les llamaba papá y mamá, porque cuidaban de mí como lo harían mis padres biológicos. Tus padres de acogida te apreciarán y te recordarán siempre como el chaval o la chavala que cambió sus vidas. Antes de tu llegada, probablemente pensaron en acoger a un estudiante para poder pasar más tiempo con sus hijos o porque querían probarlo. Tu trabajo es darles miles de razones para que quieran acoger a otro después de a ti. Cuando llegó el momento de volver a Italia, mi padre americano me dijo que quería parar de acoger estudiantes porque le costaba mucho dejarlos ir. Quería que me quedase. Me sentí querido, lo que es bueno, pero también le animé a que siguiese acogiendo gente porque yo era el número diecisiete, lo que significaba solo una cosa: disfrutan haciéndolo. No quería ser la razón por la que dejasen de hacerlo.

Si lo hicieron durante años es porque les encanta. Son las personas más amables que he conocido y quería que siguiesen acogiendo a estudiantes para que otros también pudiesen tener la maravillosa oportunidad conocerles.

Sé que no todas las familias son buenas, tengo amigos que no conectaron con sus familias porque no eran buena gente y me dio pena. No es así como debería ser la experiencia, ni para el estudiante ni para la familia. A uno de mis amigos lo trataron como si fuese el amo de casa. Una cosa es ayudar y echar una mano, y otra muy diferente es hacer todo lo que te manden. Si tu familia no te está tratando bien en este sentido, os animo a hablar con vuestro consejero, la organización o cualquier cosa que se os haya asignado. No tengáis miedo de esa persona por pertenecer a la empresa, si no probáis no obtendréis ayuda seguro. Pagaste por ello así que estás en tu derecho de obtener ayuda si el servicio que estás recibiendo no es el que te prometieron al principio.

Cristian

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