Conduciendo a casa por Navidad

Para la mayoría de la gente, Navidad y Año Nuevo está asociado con reuniones familiares y celebración de las vacaciones con ellos. Podría decir que yo también pertenezco a esta categoría de personas.

Así, mientras estaba de Erasmus en Zagreb, pensé acerca de qué cosas hacer en vacaciones de Navidad. No pude elegir si quería volver a casa un par de días o simplemente pasar mis vacaciones viajando alrededor de los Balcanes. Hablé con mi familia, y después de los regalos y comida que ellos me prometieron, decidí que volvería a casa por una semana.

Coger un avión de Zagreb a Tesalónica es muy caro -especialmente en Navidades-, así que mi opción más asequible fue coger un autobús hasta Belgrado y después un tren hasta Tesalónica.

Un amigo decidió visitarme en Zagreb por Navidad, así que decidimos pasar unos días allí, para poder enseñarle la ciudad, pasar la Navidad con mis amigos Erasmus y luego volver a casa juntos.

En Nochebuena, nos reunimos donde uno de mis amigos, cocinamos, jugamos juegos y bebimos el vino tradicional de navidad "kuhano vino". El día siguiente decidimos relajarnos porque teníamos un largo viaje por delante. Así, simplemente fuimos a reservar nuestros billetes, y volvimos a casa.

Nuestro autobús salía a las 9 am, así que tuvimos un áspero despertar. Fuimos a la estación principal de autobuses y nos subimos en el autobús. El viaje a Belgrado duró 5 horas y media, y el precio es de 230 kunas. El autobús estaba lleno de gente, y estábamos tan cansados que el viaje se nos hizo corto.

Sobre las 2. 30 pm llegamos a la estación principal de Belgrado. Tuvimos que buscar la estación de tren primero y reservar nuestros tickets, y, si teníamos tiempo suficiente, podríamos pasear un poco por Belgrado. Fue muy fácil encontrar la estación de tren, porque se encuentra casi al otro lado de la estación de autobuses. Así que fuimos allí y sacamos los billetes para el único tren que sale todos los días a las 6. 30 pm. El precio es de 34 euros y por 8 euros más, puedes tener cama, pero nosotros pesamos que no la necesitábamos (un gran error, ¡entenderás luego! ).

Teníamos un par de horas libres, así que lo mejor que podíamos hacer era pasear por la ciudad y comprar algo de comida para el viaje.

Preguntamos a varias personas en la calle información, y comenzamos a pasear.

La primera cosa que vi y me impresionó, fue una construcción que había sido bombardeada en la guerra. Tenía enormes agujeros y todavía podías sentir la atmósfera de la guerra cuando mirabas. Por supuesto, no te sentías feliz cuando veías eso y recordabas las cosas tan tremendas que han pasado en Serbia, pero era la primera vez en mi vida que veía una construcción tan cargada de sentimientos.

Conduciendo a casa por Navidad

La foto de la construcción.

Luego, encontramos por el camino el edificio de la Asamblea Nacional de Serbia y tomamos un par de fotos. Alrededor de la construcción está el Parque de Nikola Pasic, donde nos sentamos un rato a descansar.

Conduciendo a casa por Navidad

Asamblea Nacional de Serbia de noche, llena de luces de Navidad.

También vimos el Palacio Antiguo y tomamos una foto.

Conduciendo a casa por Navidad

Una foto del Palacio Antiguo.

Después de hacer turismo, consideramos que teníamos aún tiempo libre, así que decidimos ir a un pub que habíamos visto mientras caminábamos y que estaba cerca de la estación de tren. El pub era precioso por dentro, todo estaba hecho de madera y los precios eran realmente baratos. Me pedí medio litro de cerveza de barril por menos de 1. 50 euros.

Después de la cerveza, pensamos que ya era tiempo de volver a la estación de tren. Compramos un Kebab para el camino y aún nos sobró bastante dinero. En Serbia, la moneda es el "dinar", así que cuando llegamos tuvimos que cambiar algunos euros. Cambiamos 20 euros para los dos y no los gastamos porque todo era realmente barato. Compramos más comida y algunos regalos y nos subimos en el tren.

Teníamos un largo camino por delante, aproximadamente 15-16 horas, así que iba a ser una noche larga. Encontramos una habitación para dejar nuestro equipaje y tomar asiento. Cada habitación tenía seis asientos y era un poco pequeña, así que estaba un poco lleno. De todas formas, nosotros tuvimos suerte porque dos de los pasajeros eran personas de nuestra edad, así que teníamos más compañía.

Antes de viajar en ese tren, había oído que podía coger mucho frío, porque la calefacción no solía funcionar. Pasó todo lo contrario, la temperatura estaba muy alta, así que tuvimos que tener la ventana abierta durante todo el viaje para tener aire fresco.

Estaba tan exhausto que me dormí enseguida. Los asientos eran bastante cómodos para estar sentados pero no lo suficiente como para dormir, porque la habitación estaba llena y no te podías mover mucho. Dormí un par de horas y luego me levanté. Decidí caminar un poco alrededor del tren. Estaba lleno pero no sobrelleno, así que podía caminar fácilmente. También (una cosa positiva para fumadores), puedes fumar en el corredor, siempre que abras la ventana, para no molestar a los demás pasajeros. Había bastante gente fumando así que decidí también sacar un cigarro. Hablé un poco con mi amigo y con la gente de nuestra habitación. Nos presentamos, hablamos acerca de los viajes que habíamos hecho y el tiempo pasó muy rápido. Eran las 12 de la noche cuando habíamos completado ya 6 horas de viaje.

Comí un poco y decidí dormir de nuevo. Después de varias horas, me levanté de nuevo por las altas temperaturas y quise salir al corredor a fumar un cigarro, pero estaba "atrapado" porque todo el mundo estaba durmiendo y si me movía los despertaría. Así, me puse a pensar en lo primero que haría cuando llegase a casa y cómo iba a darles la sorpresa a mis amigos, porque no había hablado con ellos sobre mi regreso.

Después de algunos puntos, me dormí de nuevo, y cuando desperté, éramos sólo tres personas en la habitación, lo que era mucho más cómodo.

Sobre las 11 de la mañana, el revisador de tickets vino y nos pidió que nos bajáremos del tren, porque ya habíamos llegado a "Yeugeli" y allí nos recogería un autobús que nos levaría hasta la estación de Tesalonia.

El viaje en el autobús duró un ahora como mucho, y cuando llegamos, mi hermano pequeño nos estaba esperando en su coche para llevarnos a casa.

¡La larga jornada de 27 horas finalmente había acabado y estaba en casa para celebrar Año Nuevo con mis amigos y familia!


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