Bucarest
El pasado noviembre estuve algunos días en Bucarest, en Rumanía. De hecho, una de las ventajas de estar de Erasmus es que puedes hacer amigos de diferentes países europeos.
Bucarest... nunca habría pensado que acabaría en esta ciudad, pero la vida siempre te sorprende. Sorprendente, ¡quizás es la mejor palabra para describir esta ciudad!
¡Empecemos por el principio! Llego sobre la 1 de la mañana al aeropuerto de Bucarest. Ya podéis empezar a olvidar el euro, allí se emplea el leu. Al igual que en muchos países del este, el primer contacto que tengáis con la gente de allí será bastante frío. Los taxistas, los conductores...No es que sea muy complicado, allí la gente suele ir en taxi, para cualquier cosa coges el taxi, no te cuesta nada y es muy rápido, muy muy rápido... En fin, esa fue mi primera impresión. Además, si te olvidas de abrocharte el cinturón no pasa nada, si quieres fumar ¡solo tienes que preguntar! y terminando con los taxis, no te devuelven el cambio, así que aseguraos de llevar el dinero justo. Resumiendo, llegué muy rápido al centro de la ciudad.
En el centro suele haber muy buen ambiente, puedes meterte de lleno en el ambiente del este al entrar a cualquier bar. En los bares puedes fumar dentro, la pinta te cuesta entre 6 y 10 lei (1 o 2 euros), sin mencionar los chupitos... En general, te das cuenta rápidamente de que es la ciudad del tapeo, cuidado fiesteros, ¡que Bucarest engancha! El primer bar al que fui se llama Oktoberfest, un pub inmenso lleno de salas, buen ambiente y cierra a las 7 de la mañana, por lo que tienes tiempo de sobra para emborracharte.
Bueno, qué más puedo decir...de noche no vi mucho que me llamara la atención. Ah, sí, perdón, hay unos locales pequeños llamados "hot massage" por todas partes, no voy a haceros un croquis, creo que lo habéis pillado. Hay muchos sitios en los que es fácil encontrarte con chicas que van muy ligeras de ropa.
Los que es realmente la ciudad, la descubro al día siguiente. Sin miedo a expandirse, se puede ver claramente que Bucarest se construyó deprisa y corriendo, dando lugar a...como decirlo... una arquitectura muy comunista. Los vestigios del pasado se mantienen hoy día. Además, se ve con facilidad la omnipresencia de la hegemonía americana implantada por todas partes y visible por los carteles publicitarios y todo lo que conlleva.
Resumiendo, la ciudad tiene un encanto especial propio y tiene muchas plazas muy bonitas y que tenéis que visitar sin lugar a dudas; como la plaza Universitatea y otras, pero obviamente no me acuerdo del nombre de todas. Además, en la extensión de la ciudad puedes encontrarte con muchos parques (la mayoría son enormes). Vale, el problemilla de Buca: anochece muy rápido; por lo que enseguida la gente va a refugiarse a los bares.
Si hay algo agradable en Buca, es el buca underground, en cada barrio encuentras fácilmente bares tranquilos, pero para poder disfrutar de ellos tienes que quitarte el miedo de pasar por lugares un tanto cochambrosos o por propiedades privadas o incluso entrar en sótanos. ¡Llega a ser divertido y todo!
Otra cosa, cuando estés en Buca, lo mejor que puedes hacer para entender la ciudad es hacerla tuya. No es muy difícil y para ello os sugiero que exploréis un poco la ciudad. Cuando veas un edificio, llamas al timbre, dices que te has olvidado las llaves, te cuelas hasta el último piso y puedes llegar a sorprenderte bastante.
Claro, que no todo lo que vivas va a ser siempre bueno, pero bueno, cuando funciona es muy agradable. También os recomiendo que deis un paseo por el parlamento del dictador Ceaucescu, es la visita más turística de Bucarest. No entré dentro pero os aseguro que el edificio, más que imponente, ya me impresionó muchísimo desde fuera y recuerda ligeramente a los delirios de grandeza de Buca.
Si nos quedamos con los lugares en los que hay actividad, tenéis el barrio y el mercado de Obor, que son impresionantes. Distan mucho de los típicos mercados europeos y el lugar en sí es bastante exótico. Hay vendedores de todo tipo, ¡realmente venden de todo! ¡Cosas que no habéis visto nunca! Hay algunos sitios para comer fuera cuando hace buen tiempo, si podéis, pasaros por ahí.
Para acabar el artículo, me gustaría hablaros sobre dos lugares muy difíciles de encontrar pero que me gustaron muchísimo. Uno es un bar de gatitos que está en un barrio más bien residencial. Si vais de Erasmus a Bucarest lo podéis encontrar pero si no es complicadísimo.
El otro sitio está en Grangasi, es una especie de parque en el que se puede ver el atardecer reflejado en el enorme lago.
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